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Vázquez se "abrazó" a la oposición en el tema seguridad y evitó más daños

Logró así revertir en parte un año duro y, sobre todo, que le sigan pegando en un tema muy dañino para el Frente Amplio
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16 de mayo de 2016 a las 05:00
Luego del año más complicado de su carrera política, golpeado como nunca antes y con la aprobación de la gestión en el punto más bajo en 11 años de gestión frenteamplista, el presidente Tabaré Vázquez necesitaba un respiro. Y nada mejor para un político muy estratégico como él que apelar al boxeo, uno de sus deportes favoritos, para encontrar una táctica que le permita encontrar la paz: el "clinch".

¿De qué se trata? Los boxeadores cuando están muy golpeados y necesitan un poco de respiro para evitar caer noqueados, se abrazan del rival. De esa manera no le pueden seguir pegando y el deportista puede recuperar energías hasta que el juez los separe. Pueden repetir una y otra vez el abrazo hasta tener las fuerzas necesarias para intentar dar algún golpe. No es una estrategia que de por sí asegure pasar al frente, pero al menos frena la sangría y evita una derrota segura.
Un "clinch" es justamente lo que está haciéndole Vázquez a la oposición con los acuerdos de seguridad.

Ellos intentaron no dejarse abrazar. De hecho, los líderes blancos y colorados no van a las reuniones. Pero es difícil zafar. Ya pasó un mes del "clinch" y Vázquez volvió a respirar. Ya empiezan a ir proyectos de seguridad al Parlamento y hasta los partidos más críticos del proceso de discusión, al ver logros concretos, empezaron a motivarse y aportar.



¿Por qué necesitaba un respiro?

El 2015 fue un año complicado porque Vázquez chocó con el poder de su partido y se dio cuenta que no podrá hacer todo lo que se proponía sin el aval del Frente Amplio. Por si fuera poco la aprobación de la gestión llegó al 35% a fin de año según Factum y Cifra. Según Equipos, incluso en marzo estaba en ese parámetro.

Luego de un año enfrentado con el expresidente José Mujica, en diciembre Vázquez firmó la paz que le dio un respiro interno.

Pero la oposición seguía pegando duro. Y la seguridad es un tema que cada vez le hace más daño a la izquierda. En primer lugar porque los primeros años podían culpar a los antecesores. Pero ahora ya se agotan esas excusas.

Si bien los últimos años de administraciones frenteamplistas lograron desacelerar las rapiñas, otros delitos como los homicidios aumentan y la inseguridad continúa al tope de las preocupaciones de los uruguayos.

Algunos pueden decir: la inseguridad no impidió que el FA ganara las últimas dos elecciones. Es cierto, pero también es verdad que una cosa es tener un problema de seguridad en momentos de crecimiento económico a sumar esa preocupación con la del enlentecimiento de la economía.
Por eso el gobierno se dio cuenta que necesitaba tomar acciones que –si bien tal vez no van al fondo del problema– al menos dan la sensación de que se está haciendo algo. Y al sumar a la oposición comparte la responsabilidad.

Vázquez ya se abrazó a los opositores y logró una bocanada de aire. El desafío que tiene ahora es recuperar energías para poder pegar algún guantazo que le permita recuperar terreno.

Para el FA, Vázquez tomó las riendas

En el Frente Amplio consideran que Vázquez pudo dejar de ser el blanco en un debate donde la oposición tenía el monopolio, y ahora la amplificación del problema a través de los medios lo tiene como parte de la solución y no solo como el responsable del problema.

Para la senadora del Frente Líber Seregni, Daniela Paysee, es "claro" que el presidente Vázquez logró tomar las riendas para conducir el debate sobre la seguridad a partir del ámbito creado en la órbita de Presidencia junto a los partidos políticos con representación parlamentaria. Según dijo a El Observador, el mandatario generó un ámbito para discutir "como se debe" ese tema tan delicado.

Por su parte, el dirigente del Partido Comunista Daniel Marsiglia, destacó como "muy importante" el ámbito de discusión, porque ha permitido dejar atrás la discusión única que giraba en torno al pedido de renuncia del ministro del Interior, Eduardo Bonomi. "Pasamos de ese pedido de renuncia a estudiar temas para lograr acuerdos", dijo a El Observador. A su modo de ver, "siempre" la iniciativa en seguridad fue del gobierno, y el "problema" es cómo se amplificaba en los medios. Antes, dijo, la oposición planteaba un debate por los diarios y ahora aceptó sentarse a discutir en una mesa con conciencia.

Marsiglia y Paysee son dos de los tres representantes del Frente Amplio en esa comisión de alto nivel, y junto a Orquídea Minetti (MPP) informaron el pasado lunes al Secretariado Ejecutivo de la coalición de izquierda. Lo importante, a juicio de la legisladora del FLS, es que la fuerza política tenga una "postura uniforme" en ese asunto.

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