Vestidos de policías, secuestraron a dos hombres y cobraron rescate

El caso ocurrió al caer la tarde del feriado del martes 25. Dos hombres se trasladaban en una camioneta Ford Ranger cuando en la zona de la estación de trenes de Colón, fueron interceptados por un Chevrolet Corsa del que descendieron tres hombres que los obligaron a subirse al auto.

Tomando en cuenta que la esposa de uno de los secuestrados no denunció el hecho ante la Policía y el tenor de algunas de las declaraciones de las víctimas, existen indicios de que los hombres retenidos están vinculados a la gestión de una boca de venta de drogas de la zona, por lo que el episodio podría ser un ajuste de cuentas entre delincuentes, dijeron fuentes policiales.

Los supuestos efectivos de la Brigada Antidrogas (que usaban chalecos policiales, pasamontañas y armas similares a las que usan los policías de narcóticos) amenazaron a los dos hombres con realizar un operativo policial en su perjuicio si sus familias no pagaban un rescate de $ 100 mil.

Así fue que llamaron a la esposa de uno de los hombres y le reclamaron el dinero, que la mujer entregó en la esquina de su casa a uno de los individuos. Eso permitió que las víctimas fueran liberadas luego de casi dos horas de privación de libertad.

Pero en el interín, y mientras los secuestradores circulaban por Colón gestionando el pago del rescate, el vehículo fue detenido por un patrullero. Los delincuentes, aprovechando su caracterización de la Brigada Antidrogas, adujeron que estaban en un procedimiento y así siguieron su camino.

Pero con cierto grado de desconfianza, los policías consultaron por la matrícula del Chevrolet Corsa y confirmaron que figuraba como robado, por lo que reanudaron la persecución y lograron detener a uno de los ocupantes del auto. A esa altura, las víctimas ya habían sido liberadas tras el pago del rescate de $ 100 mil que todavía no fueron recuperados.

El detenido, que resultó ser un tallerista, fue procesado con prisión ayer por el juez Huberto Álvarez que, a pedido del fiscal Gustavo Zubía, lo imputó por los delitos de secuestro, usurpación de funciones (por simular ser policía) y receptación (por el uso de un vehículo robado).

La combinación de figuras delictivas hace que la pena mínima que este hombre deberá cumplir en prisión sea de ocho años, dijo Zubía a El Observador, y alertó el nuevo riesgo que implica para la seguridad pública la existencia de este tipo de "pseudo policías".

Los otros dos integrantes del trío de secuestradores están siendo buscados por investigadores policiales de la Zona IV.