Agro > Centro de Viticultores del Uruguay
Viticultores importarán ideas para evitar fuga de productores
Legisladores de países extranjeros expondrán cómo superaron las crisis
Tiempo de lectura: -'
16 de agosto de 2015 a las 05:00
En una instancia promovida por el Centro de Viticultores del Uruguay (CVU), se realizará a fin de agosto un foro técnico en el que se expondrán una serie de gestiones oficiales que en otros países permitieron reactivar la actividad vitivinícola, lo que se entiende es muy necesario a nivel local, donde se sigue apreciando que hay productores que se ven obligados a dejar de trabajar en el rubro.
Adrián Suárez, presidente de la gremial que nuclea a los productores de uva en Uruguay, destacó a El Observador que en estos últimos años en forma persistente se ha visto cómo siguen yéndose productores del sector.
Si bien prefirió no arriesgar una cifra, sí afirmó que la caída es muy notoria y que no ha tenido pausa durante los últimos años.
"Los viticultores desaparecen, vemos que tienen un desánimo enorme y eso nos preocupa mucho a todos, la uva se vendió en 10 o 12 cuotas y con la devaluación que hubo, teniendo todos los insumos para pagarlos en dólares, cuando ese productor termine de cobrar la uva a fin de año lo que finalmente recibirá serán unas chirolas", reflexionó.
"Hay que hacer algo para que los productores no se sigan yendo del sector y del campo", subrayó el directivo.
La mencionada salida de los productores del sector, explicó, se produce contra su voluntad y obedece a varias razones.
En este marco, del 27 al 29 de agosto se realizará un foro, en Montevideo y Canelones, en el que expondrán productores que llegarán desde diversos países acompañados por legisladores que fueron clave para leyes que, una vez activas, mejoraron notoriamente las condiciones para los viticultores.
En Brasil es obligatorio, por ley, que los escolares beban jugo de uva.
"En Uruguay hace un tiempo hubo una experiencia parecida, que fue positiva, pero no hubo una ley que la sostuviera y todo quedó stand by", lamentó.
Otro ejemplo, en este caso en Argentina, es la obligatoriedad establecida de endulzar al menos en un porcentaje los denominados refrescos Cola utilizando mosto, otro producto de la industrialización de la uva.
Se aguarda la presencia en el foro de delegaciones de Argentina, Brasil, Chile y España. "Nos van a transmitir buenas experiencias, nos hablarán de la asociatividad y del cooperativismo dentro del sector, de las distintas medidas efectivas que se han tomado cuando hubo una crisis en la vitivinicultura", adelantó.
En Argentina para endulzar los refrescos Cola hay que utilizar mosto.
Suárez dijo que interesa que toda la gente del sector, los productores y los industriales, conozcan esas ideas, pero especialmente que llegue a conocimiento del gobierno, de quienes toman las decisiones, por lo tanto serán invitados jerarcas y legisladores.
Por último, Suárez indicó que a nivel del Instituto Nacional de Vitivinicultura (Inavi) se está haciendo todo lo que se puede, cosa que se destaca y se valora, no obstante "hay más pasos para dar y eso ya no depende del Inavi, depende de políticas que vengan desde más arriba".
Las precipitaciones que se produjeron durante estos últimos días le vinieron muy bien al sector vitícola. "Estábamos muy preocupados, sin dudas la sequía era realmente muy importante, las viñas estaban por empezar a brotar y eso iba a pasar en un terreno muy seco, donde no había reservas de agua; estas lluvias vinieron muy bien para el sector", comentó Adrián Suárez.
Una mala
A nivel bancario, salvo excepciones puntuales, no hay un problema de endeudamiento en el sector de los viticultores. No obstante, puntualizó Adrián Suárez, sí se está apreciando un escenario de endeudamiento a nivel empresarial, básicamente de los productores con los proveedores, y sobre todo con los proveedores de productos químicos que constituyen un insumo básico.
Adrián Suárez, presidente de la gremial que nuclea a los productores de uva en Uruguay, destacó a El Observador que en estos últimos años en forma persistente se ha visto cómo siguen yéndose productores del sector.
Si bien prefirió no arriesgar una cifra, sí afirmó que la caída es muy notoria y que no ha tenido pausa durante los últimos años.
"Los viticultores desaparecen, vemos que tienen un desánimo enorme y eso nos preocupa mucho a todos, la uva se vendió en 10 o 12 cuotas y con la devaluación que hubo, teniendo todos los insumos para pagarlos en dólares, cuando ese productor termine de cobrar la uva a fin de año lo que finalmente recibirá serán unas chirolas", reflexionó.
"Hay que hacer algo para que los productores no se sigan yendo del sector y del campo", subrayó el directivo.
La mencionada salida de los productores del sector, explicó, se produce contra su voluntad y obedece a varias razones.
Tres focos adversos
Entre las principales, señaló la dificultad para alcanzar un margen de rentabilidad adecuado al esfuerzo que se realiza; la concentración de la producción industrial en unas cinco o seis grandes empresas bodegueras que prácticamente se autoabastecen y eso deja a los productores de uva y a las bodegas chicas en una situación riesgosa dada la falta de demanda de su producción; y también el bajo consumo de vino y de productos alternativos en el mercado local.En este marco, del 27 al 29 de agosto se realizará un foro, en Montevideo y Canelones, en el que expondrán productores que llegarán desde diversos países acompañados por legisladores que fueron clave para leyes que, una vez activas, mejoraron notoriamente las condiciones para los viticultores.
Lo que hicieron los vecinos
Un ejemplo, expuso Suárez, es lo ocurrido en Brasil, donde por ley se determinó la obligatoriedad de mejorar la dieta de los escolares de la mano de la ingesta de jugo de uva. Ello estableció un nicho de mercado seguro, porque se generó el hábito de consumo de ese jugo en un sector de la sociedad que es un fuerte consumidor, en la actualidad y a futuro cuando esos escolares tengan el poder de decisión de compra. Eso sucedió de la mano de valores interesantes y se generó tal demanda que incluso se ha verificado la necesidad de incrementar el área de viñedos.En Brasil es obligatorio, por ley, que los escolares beban jugo de uva.
"En Uruguay hace un tiempo hubo una experiencia parecida, que fue positiva, pero no hubo una ley que la sostuviera y todo quedó stand by", lamentó.
Otro ejemplo, en este caso en Argentina, es la obligatoriedad establecida de endulzar al menos en un porcentaje los denominados refrescos Cola utilizando mosto, otro producto de la industrialización de la uva.
Se aguarda la presencia en el foro de delegaciones de Argentina, Brasil, Chile y España. "Nos van a transmitir buenas experiencias, nos hablarán de la asociatividad y del cooperativismo dentro del sector, de las distintas medidas efectivas que se han tomado cuando hubo una crisis en la vitivinicultura", adelantó.
En Argentina para endulzar los refrescos Cola hay que utilizar mosto.
Suárez dijo que interesa que toda la gente del sector, los productores y los industriales, conozcan esas ideas, pero especialmente que llegue a conocimiento del gobierno, de quienes toman las decisiones, por lo tanto serán invitados jerarcas y legisladores.
Por último, Suárez indicó que a nivel del Instituto Nacional de Vitivinicultura (Inavi) se está haciendo todo lo que se puede, cosa que se destaca y se valora, no obstante "hay más pasos para dar y eso ya no depende del Inavi, depende de políticas que vengan desde más arriba".
Luces y sombras
Una buenaLas precipitaciones que se produjeron durante estos últimos días le vinieron muy bien al sector vitícola. "Estábamos muy preocupados, sin dudas la sequía era realmente muy importante, las viñas estaban por empezar a brotar y eso iba a pasar en un terreno muy seco, donde no había reservas de agua; estas lluvias vinieron muy bien para el sector", comentó Adrián Suárez.
Una mala
A nivel bancario, salvo excepciones puntuales, no hay un problema de endeudamiento en el sector de los viticultores. No obstante, puntualizó Adrián Suárez, sí se está apreciando un escenario de endeudamiento a nivel empresarial, básicamente de los productores con los proveedores, y sobre todo con los proveedores de productos químicos que constituyen un insumo básico.
