Will Smith es un alienígena

“Es una de esas personas con un aura única, como Bill Clinton o Warren Beatty”, dijo el neoyorquino, de 59 años, al referirse al actor con el que ya ha trabajado cuatro veces.

“Tiene un karma raro. Cuando estás con él, inmediatamente te sientes atraído a su mundo de entusiasmo y felicidad. Pasa por delante de ti y te hace sentir distinto. Tal vez sea un alienígena”, añadió.

Hombres de negro 3, tras múltiples problemas de guión (se empezó a rodar sin concluirlo) pero con un presupuesto multimillonario (US$ 375 millones), supone el reencuentro de Smith y Tommy Lee Jones con sus álter ego en la ficción, los agentes de negro J y K.

La primera película de la saga se estrenó en 1997 y la segunda hace 10 años, pero Sonnenfeld cree que este es un buen momento para lanzar la tercera, que incluye efectos 3D.

“Las dos películas anteriores quedan muy lejos en el tiempo y muchos niños que ni habían nacido aun, ahora ya han visto esas películas varias veces en DVD o en la televisión. Conocen la franquicia, así que no teníamos que explicar quiénes son esos tipos con gafas negras”, explicó el realizador.

Reunir hombres de negro

Esta nueva apuesta incluye viajes en el tiempo para investigar el porqué de la distante forma de ser de K, un giro argumental que incluye la presencia de Josh Brolin para interpretar a ese personaje en su juventud.

La idea para esta historia la tuvo el propio Smith durante la grabación de la segunda parte, comentó Sonnenfeld. Actor y director trabajaron juntos también en Wild Wild West (1999) y podrían volver a hacerlo si hubiera (como se asegura) una cuarta parte de Hombres de negro.

Para Sonnenfeld lo difícil fue convencer a Jones para que volviera a la franquicia. “Aceptó cuando comprendió por qué queríamos empezar de cero”, declaró.

En cuanto a Brolin, su presencia fue una sugerencia del propio Sonnenfeld, quien quedó maravillado con su trabajo en W (2008) dando vida al ex presidente de Estados Unidos George W. Bush, del que retoma ahora su acento tejano.

“Si buscas fotos de la juventud de Tommy y Josh, sus caras parecen idénticas. Además, los dos tienen cabezas enormes, las más grandes que he visto en actores con los que he trabajado. Estaba deseando verlas en 3D”, comentó entre risas.

El cine de Sonnenfeld, no cabe duda, es una extensión de su extravagante personalidad, pese a que no buscó convertirse en quien es hoy día. “Soy director por accidente”, reconoció. En 1990, cuando trabajaba como director de fotografía de Misery, el productor Scott Rudin le mostró el guión de Los locos Adams. A Sonnenfeld no le gustó demasiado el primer borrador de la historia y le explicó los motivos. ¿La respuesta de Rudin? “Tienes toda la razón. Si convenzo a Orion Pictures para cambiarlo y que la dirijas, ¿lo harías?”. Y el resto es historia.