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Xavier rodeada de críticas, apoyos y negociaciones de última hora
El Frente Amplio no se pone de acuerdo sobre el destino de su presidenta
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03 de agosto de 2015 a las 05:00
Los que la defienden refuerzan su defensa y los que la cuestionan no bajan la potencia de sus cuestionamientos.
Así, la presidenta del Frente Amplio, la socialista Mónica Xavier, marcha al Plenario de la coalición del próximo sábado 8 con muy pocas certezas acerca de su futuro y rodeada de negociaciones en las que trata de no meterse, pero a las que tampoco quiere permanecer ajena.
Su continuidad al mando de la coalición de izquierda viene siendo debatida a través de los medios de comunicación y conversada en reserva para tratar de que esa decisión no termine generando más enfrentamientos de los que ya creó.
Xavier fue elegida presidenta del Frente Amplio en 2012 en elecciones abiertas de sus afiliados y su período de gestión ha vencido. El Partido Socialista y el Frente Líber Seregni (FLS) quieren que continúe en su cargo, en tanto que el Movimiento de Participación Popular (MPP), la lista 711 y el Partido Comunista quieren que le deje su lugar a otro.
Estos últimos dicen, entre otras cosas, que no puede cumplir bien su gestión si al mismo tiempo sigue en su banca en el Senado. Y proponen crear un colegiado que ocupe su lugar hasta que se llame a nuevas elecciones a mediados de 2016.
En las últimas horas hubo contactos entre las partes en las que dirigentes del polo MPP-lista 711-PC le sugirieron a los socialistas que bajen un poco su defensa acérrima de Xavier. Pero eso no ocurrirá.
El viernes 24 en El Observador TV, el secretario general del PS, Yerú Pardiñas, dijo que Xavier "se ganó el aprecio, el respeto y el compromiso de la masa frenteamplista", y por tanto "se va a dar batalla para hacer entender que el Frente no puede generarse un problema en esta etapa".
"Xavier tuvo una entrega pocas veces vista y es una mala señal política que se mantenga parte del equipo pero no a ella", agregó Pardiñas.
En tanto, el diputado del MPP Sebastián Sabini defendió a quienes quieren terminar con la presidencia de Xavier.
"Decir que todos los que pensamos que tiene que existir una transición colegiada que prepare la elección abierta queremos sacar a Mónica es sencillamente una mentira. Es más fácil victimizarse y echarle la culpa al MPP que dar la discusión", dijo.
El sábado 25 el Plenario del Frente Amplio no logró ponerse de acuerdo en esta cuestión –se necesitan cuatro quintos de sus votos para propiciar un cambio– y votó un cuarto intermedio hasta el próximo sábado 8.
Mientras que las bases de Montevideo votaron por no prorrogar, las del interior mayoritariamente impulsaron el cuarto intermedio, en conjunto con el Partido Socialista. "Discutir y ponernos en internismos de 'presidenta sí, presidenta no', no tenía ningún sentido", señaló el representante del Partido Socialista, Manuel Núñez.
La semana pasada los socialistas propusieron al resto de los sectores del Frente Amplio la convocatoria a un plebiscito interno para resolver el entuerto. Ese mecanismo está previsto en los estatutos de la izquierda y se necesitan dos quintos de los votos del Plenario para aplicarlo.
No obstante, por ahora, el MPP y sus aliados no quieren saber nada con soluciones que supongan la posibilidad de que Xavier siga al frente del Frente Amplio y, además, legislando en el Senado.
Así, la presidenta del Frente Amplio, la socialista Mónica Xavier, marcha al Plenario de la coalición del próximo sábado 8 con muy pocas certezas acerca de su futuro y rodeada de negociaciones en las que trata de no meterse, pero a las que tampoco quiere permanecer ajena.
Su continuidad al mando de la coalición de izquierda viene siendo debatida a través de los medios de comunicación y conversada en reserva para tratar de que esa decisión no termine generando más enfrentamientos de los que ya creó.
Xavier fue elegida presidenta del Frente Amplio en 2012 en elecciones abiertas de sus afiliados y su período de gestión ha vencido. El Partido Socialista y el Frente Líber Seregni (FLS) quieren que continúe en su cargo, en tanto que el Movimiento de Participación Popular (MPP), la lista 711 y el Partido Comunista quieren que le deje su lugar a otro.
Estos últimos dicen, entre otras cosas, que no puede cumplir bien su gestión si al mismo tiempo sigue en su banca en el Senado. Y proponen crear un colegiado que ocupe su lugar hasta que se llame a nuevas elecciones a mediados de 2016.
En las últimas horas hubo contactos entre las partes en las que dirigentes del polo MPP-lista 711-PC le sugirieron a los socialistas que bajen un poco su defensa acérrima de Xavier. Pero eso no ocurrirá.
El viernes 24 en El Observador TV, el secretario general del PS, Yerú Pardiñas, dijo que Xavier "se ganó el aprecio, el respeto y el compromiso de la masa frenteamplista", y por tanto "se va a dar batalla para hacer entender que el Frente no puede generarse un problema en esta etapa".
"Xavier tuvo una entrega pocas veces vista y es una mala señal política que se mantenga parte del equipo pero no a ella", agregó Pardiñas.
En tanto, el diputado del MPP Sebastián Sabini defendió a quienes quieren terminar con la presidencia de Xavier.
"Decir que todos los que pensamos que tiene que existir una transición colegiada que prepare la elección abierta queremos sacar a Mónica es sencillamente una mentira. Es más fácil victimizarse y echarle la culpa al MPP que dar la discusión", dijo.
El sábado 25 el Plenario del Frente Amplio no logró ponerse de acuerdo en esta cuestión –se necesitan cuatro quintos de sus votos para propiciar un cambio– y votó un cuarto intermedio hasta el próximo sábado 8.
Mientras que las bases de Montevideo votaron por no prorrogar, las del interior mayoritariamente impulsaron el cuarto intermedio, en conjunto con el Partido Socialista. "Discutir y ponernos en internismos de 'presidenta sí, presidenta no', no tenía ningún sentido", señaló el representante del Partido Socialista, Manuel Núñez.
La semana pasada los socialistas propusieron al resto de los sectores del Frente Amplio la convocatoria a un plebiscito interno para resolver el entuerto. Ese mecanismo está previsto en los estatutos de la izquierda y se necesitan dos quintos de los votos del Plenario para aplicarlo.
No obstante, por ahora, el MPP y sus aliados no quieren saber nada con soluciones que supongan la posibilidad de que Xavier siga al frente del Frente Amplio y, además, legislando en el Senado.
