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Agricultores uruguayos no podrán aprovechar suba de 25% para la soja
La enorme mayoría de los productores locales de soja no podrán aprovechar los buenos precios que la oleaginosa logra para los negocios que se concretan cuando se inicia la cosecha. Los magros rindes esperados, consecuencia del déficit de lluvias que hubo durante todo el verano, en el mejor de los casos serán suficientes para cubrir los negocios acordados hace algunos meses, cuando como es habitual se comprometió una parte menor de la producción para cubrir costos productivos.
Fuentes consultadas por El Observador al inicio de esta semana confirmaron que, por un lado, los primeros rendimientos son "decepcionantes", y por otro que los US$ 400 por tonelada que se ofrecen por negocios locales no encuentran respuesta porque los productores no saben si lo que la trilla reportará generará algún excedente tras cumplir con la entrega del grano ya comprometido.
El precio de la oleaginosa se ubica actualmente un 25% arriba del año pasado, y se cotiza en Nueva Palmira US$ 10 por encima de la referencia de Chicago producto de las tensiones que giran sobre la guerra comercial entre China y EEUU. La soja forma parte de la lista donde la potencia asiática anunció que elevará los aranceles a las compras estadounidense, algo que favorece coyunturalmente la valorización del poroto para los países de la región (Brasil, Argentina y Uruguay).
Si bien hay excepciones, lo habitual es que comenzado el verano, en enero sobre todo, los productores uruguayos, si hay precios que los convenzan, comercialicen en torno a un tercio de la producción esperada para cubrir costos. Otro tercio se suele vender a fines de febrero o inicios de marzo, cuando se aprecia cómo se puede comportar el llenado de grano en las vainas (chauchas). Finalmente, el resto queda para ser comercializado cuando se activa o concluye la cosecha, pero este año los bajos rendimientos, consecuencia del déficit hídrico que afectó a casi la totalidad del área cultivada, apenas será suficiente para cumplir con el primero de esos tercios.
Ese tercio inicial se comercializó con un precio de US$ 350 por tonelada, entonces considerado atractivo pues era superior al de la zafra previa, pero está lejos del precio actual, que no se podrá aprovechar.
Por lo tanto, si bien "porteras afuera" del sector se aprecia como positivo que se estén ofreciendo valores en torno a los US$ 400 por tonelada, el bajo aprovechamiento de eso lejos está de corregir el perjuicio que el bajo rendimiento ocasionará en las empresas del sector y también en la economía nacional, considerando que se estima que este año la agroindustria sojera generará en torno a US$ 600 millones menos que en la zafra anterior.
En la zafra pasada, en un área de 1,1 millones de hectáreas (levemente superior a la actual) se produjeron 3,2 millones de toneladas y las exportaciones del rubro significaron US$ 1.189 millones, registros hasta entonces inéditos. Tomando como base un relevamiento sobre el estado de los cultivos que procesó la consultora Unicampo el pasado mes, con un rendimiento medio techo de 1.550 kg/ha, la producción total llegaría a 1,650 millones de toneladas. Ese volumen llevaría a un descenso de 1,550 millones de toneladas respecto a la zafra pasada, que traducido a valores de mercado de la oleaginosa -US$ 400 la tonelada-, arroja unos US$ 620 millones menos.
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Tras un año récord también en productividad, cuando en la zafra 2016/17 se logró a nivel nacional un rinde promedio de 2.951 kg por hectárea en este ejercicio en el mejor de los casos apenas se superará el 50% de eso, por lo que si bien depende de cada sistema productivo es muy probable que muchos agricultores no puedan cubrir los costos de instalación, mantenimiento y cosecha del grano.
Primeras cosechas reportan rendimientos bajos
Si bien la cosecha aún es incipiente, dado que recién dentro de unos 10 días estará totalmente instalada la operativa, ya se tienen datos que confirman que los rendimientos serán bajos. En los últimos días hubo videos en las redes sociales donde productores mostraban rindes paupérrimos con registros de 300 a 400 kg por ha en chacras en la zona de Río Negro, una de las zonas del litoral que más sufrió la escasez de precipitaciones. Otros agricultores directamente optaron por no trillar o hacer fardos en sus plantaciones.
Alexis González, de Agronegocios del Plata (ADP), dijo que la cosecha en las chacras vinculadas a la operativa de la empresa apenas comenzó, se recogió algo durante la semana pasada pero como llovió durante el fin de semana hubo que detener la actividad.
A la espera de reanudar la misma, precisó que lo poco que se cosechó no permite señalar un rendimiento que pueda considerarse característico de la zafra, porque se comenzó con la cosecha en los sectores más afectados por el déficit hídrico, "en las partes más sufridas".
Respecto a las lluvias del fin de semana, comentó que al norte de Dolores algo había llovido en el verano, aunque en forma insuficiente, pero en zonas al sur de esa ciudad de Soriano "no llovía desde diciembre y cayeron unos 25 mm", lamentablemente tarde como para ayudar al cultivo.
"Es muy pronto para tirar un número, falta que la cosecha se afirme, pero sin dudas que será muy dura, porque ya vimos que en lo cosechado hay poco grano y además el grano no pesa", comentó. Añadió que se espera por un “panorama más claro dentro de 10 días".
Desde Tacuarembó el productor Jorge Midon señaló que "este año vamos a tener una cosecha larga, hasta mayo estaremos cosechando, porque últimamente cayó un agua linda y eso reactivó el ciclo en muchas plantas. Así que esta semana vamos a empezar la cosecha, pero más adelante habrá que parar un poco para reanudar cuando el cultivo esté listo".
En su campo la disparidad de situaciones es tal que hay diferencias en la misma chacra, "por eso es muy difícil pronosticar un promedio, pero tenemos la esperanza de que dentro de lo malo no nos vaya tan mal". Esperan, dijo, rendimientos de 1.600 kilos por hectárea.
Marcelo Jacques, productor y asesor de productores, comentó que tiene datos de rendimientos muy variados en las primeras cosechas que hubo en zonas próximas a Trinidad y a Durazno, con casos de chacras que reportaron 900 kilos por hectárea a otras que dieron 1.900 kilos.
Jacques aludió también a que las lluvias, además de insuficientes, han sido muy dispares, con zonas de muy poca o nada de lluvias, otras donde llovió algo y algunos lados donde la lluvia no fue lo ideal, pero llovió con más frecuencia.
"Hay que analizar caso a caso, problemas hubo en todos lados, pero en algunos no hubo tantos problemas. Hay lugares donde llovió un poco mejor y se podrá lograr 1.900 kg, capaz algo más, aunque lo más común será ver rendimientos más bajos", comentó.
Marcelo Ferreira, gerente de semillas de Grupo Erro, también dijo que "recién se cosechó en alguna chacra puntual, se hizo alguna prueba, pero la maduración es muy irregular y se espera a que pase este miércoles, porque hay un pronóstico de lluvia".
“Hay humedades altas, con granos costándole secarse y como no hay muchos kilos por hectárea se intentará cosechar lo más que se pueda en forma lenta y cuando el grano esté seco”, indicó.
Un poco menos de soja en el mundo
Un nuevo recorte en la producción de soja de Argentina y, a la vez, un nuevo incremento en la de Brasil fueron las principales novedades en el nuevo informe mensual de oferta y demanda de granos del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA, por su sigla en inglés), publicado este martes. Para Argentina los técnicos del USDA reportaron una reducción de 47 a 40 millones de toneladas en la producción de la oleaginosa, cuando el mercado estimaba 42,66 millones. En el sentido opuesto, elevó de 113 a 115 millones de toneladas la producción de Brasil.
En el nivel mundial, el USDA proyectó la producción de soja en 334,81 millones de toneladas, por debajo de los 340,86 millones previstos en marzo. Las existencias finales fueron calculadas por el organismo en 90,80 millones, frente a los 94,40 millones del mes pasado y a los 92,25 millones previstos por el mercado.
