ANCAP cerró su ejercicio 2017 con una utilidad neta de US$ 42 millones, informaron fuentes oficiales
El Observador. La empresa tiene previsto enviar su balance al Tribunal de Cuentas (TCR) este viernes, mientras que la presentación ante la prensa -que estaba prevista para esa semana- fue postergada a raíz de los pedidos de procesamiento que pidió el fiscal Luis Pacheco a nueve exjerarcas y gerentes del ente, incluidos los expresidentes Raúl Sendic y José Coya.
ANCAP había cerrado el 2016 con una ganancia de US$ 15 millones, por lo que el resultado del ejercicio pasado casi triplica esa utilidad. La nota negativa dentro de las subsidiarias del ente petrolero la dio la petroquímica
Carboclor que el ente tiene en la vecina orilla. En 2017, esa empresa cerró con un rojo de 530,3 millones de pesos argentinos (unos US$ 32 millones al tipo de cambio promedio de ese año), su peor resultado operativo al menos desde 2003, y casi doblegado el rojo de US$ 18 millones del 2016. En el acumulado de los últimos cinco años las pérdidas de la subsidiaria del ente petrolero llegan a US$ 66,4 millones.
Para cortar con la sangría de los números rojos de este negocio, el Directorio de ANCAP decidió declararse en concurso preventivo en diciembre de 2016 y luego bajar la cortina definitivamente a la pata industrial para solamente quedarse con el giro del negocio logístico del puerto de Campana.
El equilibrio de las finanzas de ANCAP ha sido la prioridad desde que asumió el nuevo Directorio encabezado por su presidenta Marta Jara, aunque ello implicó que las tarifas de venta al público no reflejaran en su totalidad la caída que registró el precio internacional del crudo y un
dólar planchado en los últimos dos años. Entre los ejercicios 2011 y 2015 la empresa acumuló pérdidas por unos US$ 800 millones. Esto llevó a que el Estado se viera obligado a aprobar una millonaria capitalización por US$ 623 millones al arranque de 2016.