Nicolás Tabárez

Nicolás Tabárez

Periodista de cultura y espectáculos

Espectáculos y Cultura > ESCAPAR DE LO CLÁSICO

Ara Malikian, el violinista que escapó de la guerra gracias a su instrumento y hoy quiere revivir la música clásica

El libanés radicado en España repasará un repertorio propio y de artistas que van desde Mozart hasta Radiohead en el Auditorio Adela Reta
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18 de abril de 2018 a las 05:00

Ara Malikian está recorriendo el mundo desde hace un año. Con su violín al hombro desarrolla una gira que lo ha llevado por Asia, Europa y las Américas, y que el domingo 22 lo traerá por primera vez a Uruguay. Para este libanés -49 años, radicado en España- es cumplir un sueño. Descubrir culturas y países y los músicos que los habitan es algo que ama, y disfruta de agregar nuevos sellos a su pasaporte cada vez que puede.

"Hay muchos lugares a los que todavía no fui y me pasaría las siguientes veinte vidas recorriendo y descubriendo lugares", afirma el violinsta desde el otro lado del teléfono en conversación con El Observador.

Su historia con la música empieza cuando su padre le dio su primer violín, pero era tan pequeño que ni siquiera se acuerda de qué edad tenía, ni qué tocó. "Al principio era un juguete, pero siempre tenía uno en la mano. Y de a poco fue haciéndose algo cada vez más serio, al punto que no tengo recuerdos de mí sin un violín", recordó Malikian, que es hijo y nieto de un violinsta. De hecho, su abuelo llegó al instrumento cuando le dieron uno en 1915 para que escapara del genocidio armenio perpetrado por Turquía. El hombre se hizo pasar por integrante de una orquesta y salió de Armenia con rumbo al Líbano.

"Siempre fue parte de mi vida, pero algún día voy a tener que plantearme por qué me hice violinista, porque nunca me lo pregunté", confesó. "Al principio fue mi padre el que decidió por mí, pero hoy le estoy eternamente agradecido, porque estoy enamorado del violín y de la música".

En su casa todavía está aquel primer instrumento, pequeño y destrozado por tanto uso aunque entero, junto a la otra veintena de versiones que tiene de su compañero de aventuras.

Entre sus ídolos está el italiano Niccolo Paganini, un intérprete que "cambió el estilo del violín, pero también de la música, porque fue el primer instrumentista que hacía conciertos para masas. Hasta ese momento solo se hacían en salones y palacios. Él era, en sí mismo, un espectáculo, por eso creo que fue el primer rockstar de la historia de la música". Malikian, salvando la distancia temporal, apunta a generar lo mismo con su estética personal, su forma de tocar y el repertorio que cubre, que abarca desde clásicos del rock y el pop hasta, por supuesto, Paganini.

La fusión es parte integral de su obra, aunque asegura que nunca se la planteó como un objetivo al iniciar su carrera como músico solista. "No lo hago por hacerlo, porque es fácil tocar una canción de Beethoven como si fuera un reguetón. A mí lo que más me inspira es conocer, probar y personalizar todas las músicas que me gustan. Y he viajado y conocido músicos de distintos estilos, géneros y países, y eso es un aprendizaje que incorporo. Unifico todo con mi personalidad y aprovecho las características del violín para tocar las cosas a mi manera".

"Durante muchos años tuve que ir contracorriente del mundo académico de la música clásica, donde todo se hace dentro de las reglas. Nunca he entendido eso, creo que el arte es sinónimo de libertad, y eso es hacer las cosas a tu manera, para gozarla. Es verdad que la música clásica ya no goza de esa libertad, por eso he intentado salir de eso", aseveró Malikian, que busca interpretar a los clásicos a su propia manera, o siempre de una forma distinta. "Ahí fue cuando realmente empecé a disfrutar de la música y los conciertos, antes me preocupaba qué iban a decir de la interpretación, hoy me preocupa que la música emocione y llegue al alma del espectador. El concierto no puede ser una demostración de lo que sabés hacer, sino una forma de llegar al corazón y de decir algo".

En ese sentido, cree que cuanto más grande el nombre del compositor, más formas hay de interpretar su música. "Pero luego te encuentras con que te dicen que Bach no se toca así o Beethoven no se toca así", lamentó. "Se ha inventado una pauta que no ha evolucionado y no ha dejado un espacio para crear".

Para el libanés, eso generó que la música clásica esté desconectada del público masivo y que sobreviva con lo justo. No cree que desaparezca, pero si juzga necesario hacer algo para evitar que su debacle sea aún mayor. Que se revitalice. Que encuentre una forma de no depender del dinero público y subvenciones estatales para sobrevivir. Interesar a los jóvenes. Esos son los puntos que anota en el debe para la música a la que eligió dedicarse y que ama, aunque se indigna al verla.

"En un momento para mí el violín fue una forma de sobrevivir, de dejar un Líbano en guerra, ir a Europa a estudiar. Para mí y para mi familia es más que un instrumento"

De todos modos, tocar le da felicidad. Tocar, viajar y transmitir la felicidad que siente al empuñar el arco y deslizarlo por las cuerdas del violín. "En un momento para mí el violín fue una forma de sobrevivir, de dejar un Líbano en guerra, ir a Europa a estudiar. Para mí y para mi familia es más que un instrumento", aseguró.

Si bien le queda menos tiempo con los viajes y las giras, todos los días le dedica dos horas al violín, aunque llegó a estudiar diez horas durante las dos décadas anteriores. "Para mí el violín es lo mejor del mundo, aunque cada instrumentista va a decir lo mismo del suyo", reconoció. De todas formas afirmó que con él se atreve a todo "por todo el tiempo que hemos pasado juntos".

Seguir hasta que el cuerpo le diga basta es todo lo que Malikian ve en su futuro como músico. "Estoy enamorado de eso y del movimiento, pero si el día de mañana no puedo viajar, voy a tocar en casa igual".

El show en Montevideo será un repaso de su último disco, de composiciones propias que repasan la historia del violín, y con clásicos que van desde Mozart hasta Radiohead. Las entradas para el show que se dará en la Sala Fabini del Auditorio Adela Reta están a la venta en Tickantel, con precios entre $ 900 y $2100.

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