Lo que importa
- En agosto de 2024, los salarios en Argentina crecieron un 5,7%, superando la inflación de 4,2% por quinto mes consecutivo, según el informe del INDEC.
- En el acumulado del año, los salarios aumentaron un 109,3% frente a un alza de precios de 94,8%, reflejando una ganancia del poder adquisitivo en términos generales.
- Sin embargo, en la comparación interanual, los salarios subieron 200,6%, quedando por debajo del Índice de Precios al Consumidor (IPC), que creció un 236,7%.
- El sector de trabajadores no registrados fue el que más aumentó en agosto (10,6%), seguido del privado registrado (5%) y del público (4,7%), aunque sigue siendo el más afectado en términos de poder adquisitivo.
- A pesar de la recuperación reciente, los salarios continúan en niveles bajos en términos históricos, con una pérdida significativa del poder adquisitivo en comparación con años anteriores.
Contexto
¿Cómo se han comportado los salarios en los últimos meses?
Desde abril de 2024, los salarios han mostrado una tendencia de recuperación en relación con la inflación. En abril, los sueldos crecieron un 10,2%, mientras que la inflación se ubicó en un 8,8%. Este patrón se ha mantenido constante en los meses siguientes, con aumentos salariales superiores a los índices de precios. En agosto, los salarios crecieron un 5,7%, superando nuevamente la inflación de 4,2%. Según el INDEC, en lo que va del año, los salarios acumulan un crecimiento del 109,3%, lo que implica un aumento real del poder adquisitivo en comparación con la inflación acumulada del 94,8%.
¿Cuáles son las diferencias en la evolución salarial entre sectores?
El crecimiento salarial no ha sido homogéneo en todos los sectores. El sector privado no registrado lideró el aumento en agosto con un 10,6%, reflejando una recuperación importante en comparación con meses anteriores. En el sector privado registrado, los salarios subieron un 5%, mientras que en el sector público el crecimiento fue del 4,7%. En términos interanuales, sin embargo, todos los sectores presentan pérdidas frente a la inflación. El sector público es el que más ha sufrido, con una caída del 20,8% en comparación con agosto de 2023.
¿Qué implica la pérdida de poder adquisitivo en términos interanuales?
Aunque los salarios han logrado recuperar terreno en los últimos meses, la medición interanual sigue mostrando una pérdida significativa del poder adquisitivo. En el último año, el IPC aumentó un 236,7%, mientras que los salarios crecieron un 200,6%, lo que se traduce en una disminución del poder adquisitivo de 10,7% en promedio. El sector público es el más afectado, con una pérdida de 70,1 puntos porcentuales en relación con la inflación, seguido por el sector privado no registrado con 52,6 puntos porcentuales.
¿Qué factores están afectando la recuperación del poder adquisitivo?
A pesar de la recuperación salarial, varios factores están limitando una mejora sustancial en el poder de compra. La economista Florencia Fiorentin destacó que los aumentos de tarifas en servicios esenciales como vivienda, electricidad y gas han superado la inflación promedio, afectando directamente el consumo. Además, según el politólogo Lucas Romero, este aumento en los costos fijos ha llevado a que parte de la mejora salarial se destine a cubrir gastos esenciales, limitando su impacto en el consumo general.
La opinión de los analistas
¿Cuál es la visión de los economistas sobre la evolución salarial?
Los economistas coinciden en que la recuperación de los salarios ha sido positiva, aunque insuficiente para revertir la pérdida acumulada en los últimos años. Jorge Colina, del Instituto para el Desarrollo Social Argentino (Idesa), subrayó que “la recuperación sostenida desde mayo es resultado de la baja de la inflación”, lo que podría llevar a niveles salariales reales similares a 2023. Por su parte, Nuria Susmel, de la Fundación de Investigaciones Económicas Latinoamericanas (FIEL), destacó que “a pesar del repunte, los salarios reales están en su punto más bajo en dos décadas”, reflejando la magnitud del desafío pendiente.
Nadin Argañaraz, director del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf), enfatizó las diferencias sectoriales en la pérdida de poder adquisitivo: “El sector público y el sector informal son los que más han sufrido en términos de capacidad de compra, con caídas interanuales de -20,8% y -15,6%, respectivamente”. Esta situación, según Argañaraz, plantea un reto significativo para la recuperación económica del país, especialmente en el contexto de la inflación aún elevada.
Gabriel Caamaño, economista de Outlier, señaló que la desaceleración en la recuperación del salario real en agosto es “un reflejo de lo que sucede en la economía general”. A pesar de las mejoras en el índice del INDEC, Caamaño advirtió que las negociaciones salariales se están complicando, lo que podría afectar la continuidad de esta tendencia en los próximos meses.
De acuerdo con el economista Jorge Colina, desde mayo de 2024 los salarios han mostrado una recuperación sostenida, y es posible que el año termine con un nivel de salario real similar al de 2023. Sin embargo, la economista Nuria Susmel advierte que, a pesar de esta recuperación, los salarios reales siguen en los niveles más bajos de los últimos 20 años, por lo que se necesitarán varios meses de crecimiento constante para que la población sienta una mejora tangible en sus bolsillos.
Cómo sigue
El futuro de los salarios en Argentina está atado a la evolución de la inflación y las políticas económicas que se implementen en los próximos meses. Si bien la tendencia de recuperación se ha mantenido desde abril, los analistas alertan sobre la necesidad de consolidar estos avances para evitar una nueva caída en el poder adquisitivo. Las negociaciones salariales, especialmente en el sector público, serán claves para determinar el rumbo de los ingresos en el corto y mediano plazo.
Por otro lado, la economía argentina enfrenta el desafío de equilibrar la mejora salarial con la contención de la inflación, un equilibrio que será difícil de mantener en un contexto de precios volátiles y aumento de tarifas. La capacidad del Gobierno para controlar estos factores y mantener la estabilidad será fundamental para que la población comience a sentir una recuperación real en su poder de compra.
En los próximos meses, la evolución de la inflación y las paritarias marcarán la pauta de la recuperación salarial. La expectativa es que el año cierre con una mejora en el poder adquisitivo respecto a 2023, aunque la magnitud de esa mejora dependerá de la estabilidad económica y de las decisiones políticas que se adopten para enfrentar la crisis.
