El 16 de setiembre de 2015, a las 19:54 horas, desde varios puntos de Uruguay hubo reportes de pequeños temblores, coincidentes con el terremoto que ese día afectó a Chile con una magnitud de 8.4 puntos en la escala de Richter.
Los investigadores pudieron confirmar entonces que los patrones graficados por el sismógrafo ubicado en Durazno, correspondían con un telesismo, es decir, un terremoto registrado a una distancia de entre 1.000 y 500 kilómetros. "De Chile siempre registramos todos los telesismos de magnitudes de hasta 4,5 y en este caso fue un sismo importante", explicó a Cromo la geóloga y geofísica de la Facultad de Ciencias, Leda Sánchez.
En ese momento, el único sismógrafo que existía en Uruguay no tenía conectividad a internet por lo que no se podían obetner los datos en tiempo real. Tal como explicó Sánchez había que bajar los datos manualmente y para eso era necesario concurrir una vez por mes al lugar.
Actualmente la Facultad de Ciencias cuenta con cuatro equipos que detectaron el temblor que se registró el jueves 24 en el sur de Uruguay.
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