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BPS dice que sus números son previsibles y equilibrados
El presidente le quitó dramatismo a aumento de transferencias
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21 de junio de 2017 a las 05:00
El presidente del Banco de Previsión Social (BPS), Heber Galli, negó que el organismo haya fallado en sus pronósticos sobre los egresos y una transferencia extra de US$ 100 millones por año, pese a que el Ministerio de Economía y Finanzas informó al Frente Amplio que superaron las previsiones.
Entrevistado por el programa En perspectiva, de radio Oriental, Galli dijo este martes que se enteró por la prensa y el portal de Presidencia de la presentación de los números del BPS que el MEF elevó a la bancada de gobierno y en la cual el ministro de Economía, Danilo Astori, expresó una alerta por un incremento no proyectado por el organismo de previsión social en las erogaciones que debe hacer la caja del Estado.
El MEF prevé depositar más de US$ 600 millones en la caja del BPS, 21% por encima de los
US$ 500 millones que volcó en 2016. Además, el ministerio informó que la ley de flexibilización del régimen de jubilaciones que se aprobó por ley en 2008 tuvo un costo incremental no previsto por unos US$ 330 millones hasta 2016.
Sin embargo, Galli respondió que los números del BPS eran "previsibles" y que dos informes del organismo de 2013 y 2015 ya habían mostrado cómo sería la tendencia en las erogaciones por la flexibilización del régimen de jubilaciones.
El jerarca rechazó que el BPS haya incurrido en un error de cálculo. "Aquí estamos proyectando desde la base de un derecho que la gente pueda ejercer o no. Si estamos en un nivel de empleo alto, es probable que se jubile menos gente que si ese nivel de empleo disminuye. Esto es claro y consistente en toda la información", respondió Galli.
"No sé cuáles fueron los números para manejar un desvío de US$ 100 millones", añadió. Además, consideró que esa cifra era baja para un organismo que tiene un presupuesto anual de US$ 10.000 millones.
En su presentación, el MEF también puso el acento en incremento de las altas jubilaciones por incapacidad. En 2015, una de cada cinco altas jubilatorias fue por invalidez. En 2007, antes de la ley de flexibilización, era una de cada diez. Sobre este punto, Galli indicó que ese crecimiento se debe en parte a los mayores controles sobre las certificaciones médicas que desde el año pasado comenzó a instrumentar el organismo con más juntas médicas.
Además, como la tasa de reemplazo (de su ingreso) de la jubilación por enfermedad es del 65% frente al 45% del régimen general, es moneda corriente que los pasivos apelen cada vez con más frecuencia a la primera norma para acceder a una mayor prestación.
Entrevistado por el programa En perspectiva, de radio Oriental, Galli dijo este martes que se enteró por la prensa y el portal de Presidencia de la presentación de los números del BPS que el MEF elevó a la bancada de gobierno y en la cual el ministro de Economía, Danilo Astori, expresó una alerta por un incremento no proyectado por el organismo de previsión social en las erogaciones que debe hacer la caja del Estado.
El MEF prevé depositar más de US$ 600 millones en la caja del BPS, 21% por encima de los
US$ 500 millones que volcó en 2016. Además, el ministerio informó que la ley de flexibilización del régimen de jubilaciones que se aprobó por ley en 2008 tuvo un costo incremental no previsto por unos US$ 330 millones hasta 2016.
Sin embargo, Galli respondió que los números del BPS eran "previsibles" y que dos informes del organismo de 2013 y 2015 ya habían mostrado cómo sería la tendencia en las erogaciones por la flexibilización del régimen de jubilaciones.
El jerarca rechazó que el BPS haya incurrido en un error de cálculo. "Aquí estamos proyectando desde la base de un derecho que la gente pueda ejercer o no. Si estamos en un nivel de empleo alto, es probable que se jubile menos gente que si ese nivel de empleo disminuye. Esto es claro y consistente en toda la información", respondió Galli.
"No sé cuáles fueron los números para manejar un desvío de US$ 100 millones", añadió. Además, consideró que esa cifra era baja para un organismo que tiene un presupuesto anual de US$ 10.000 millones.
En su presentación, el MEF también puso el acento en incremento de las altas jubilaciones por incapacidad. En 2015, una de cada cinco altas jubilatorias fue por invalidez. En 2007, antes de la ley de flexibilización, era una de cada diez. Sobre este punto, Galli indicó que ese crecimiento se debe en parte a los mayores controles sobre las certificaciones médicas que desde el año pasado comenzó a instrumentar el organismo con más juntas médicas.
Además, como la tasa de reemplazo (de su ingreso) de la jubilación por enfermedad es del 65% frente al 45% del régimen general, es moneda corriente que los pasivos apelen cada vez con más frecuencia a la primera norma para acceder a una mayor prestación.
