Cancillería se tomó el feriado y guardó silencio sobre Venezuela

Casi todos los países de la región tuvieron algo para decir acerca de Venezuela. Antes, durante y después de las elecciones del domingo, los gobiernos de varios países de América Latina se manifestaron contra el régimen de Nicolás Maduro, y declararon ilegítimos los comicios que terminaron asegurando seis años más de chavismo al frente de la presidencia del país caribeño.

Los 14 países del Grupo de Lima (conformado por Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Guyana, Honduras, México, Panamá, Paraguay, Perú y Santa Lucía) enseguida declararon que no reconocían la victoria de Maduro, como habían adelantado en la previa. Estados Unidos aseguró este lunes que las elecciones fueron una "farsa", un término que también manejó el Secretario General de la OEA, Luis Almagro. Del otro lado, países como Bolivia, Cuba y Rusia saludaron a Maduro por su triunfo.

Sin embargo, Uruguay guardó silencio. No hubo comunicados, ni declaraciones en las horas posteriores. El presidente Tabaré Vázquez, que se reunió este lunes con vecinos de San Luis para hablar sobre la inseguridad, esquivó las preguntas sobre Venezuela. "Hoy voy a hablar solo de este tema", dijo el presidente a la prensa, y se refirió solo a lo conversado con los vecinos.

El ministro de Transporte y Obras Públicas, Víctor Rossi, fue el único integrante del Poder Ejecutivo que se pronunció públicamente sobre las elecciones de este domingo en Venezuela, aunque no transmitió una postura oficial del gobierno que integra.

"Quienes estamos acostumbrados al funcionamiento institucional del Uruguay no nos podemos sentir tranquilos ni satisfechos por el proceso que lamentablemente se sigue recorriendo en Venezuela", afirmó el ministro, quien también asistió a la reunión en San Luis en su calidad de vecino del balneario.

Además, reafirmó "la preocupación que tiene Uruguay" por "las consecuencias del proceso venezolano".

Rossi agregó que "seguramente" el canciller Rodolfo Nin Novoa estuviera evaluando el asunto junto al presidente de la República, y dijo que "dentro de unas horas" podría haber "una valoración", que aún no llegó.

Según supo El Observador, Vázquez y Nin Novoa estuvieron intercambiando opiniones sobre el tema pero no llegaron a una conclusión.

En Cancillería, el feriado del lunes vació gran parte de las oficinas y, como normalmente ocurre en este tipo de días, solo quedó personal como para atender una "emergencia" , aseguraron fuentes de esa cartera.

El integrante de la Comisión de Asuntos de Relaciones Internacionales del FA (Carifa), Sebastián Hagobian, estuvo en Venezuela como observador internacional y aseguró que la elección fue "buena y transparente", a pesar de que no se llegó "en las mejores condiciones", teniendo "dirigentes y partidos políticos proscriptos".

Hagobian, del sector Asamblea Uruguay, es crítico con el proceso venezolano pero afirmó que en este caso no hay registros de fraude electoral. Por ejemplo, sostuvo que los cuestionados puntos rojos –donde de acuerdo a la oposición venezolana, el chavismo cambiaba votos por transferencias de dinero– "no influyeron en el resultado". Además, dijo que él no pudo comprobar que allí se pagara por votos a favor de Maduro.

Respecto a la posición que debería adoptar Uruguay, Hagobian señaló que la decisión de no hacer valoraciones previo a la elección dejó al gobierno en una posición difícil para desconocer los resultados. "Para eso antes tendría que haber resuelto políticamente que no apoyaba. Si Uruguay no dijo nada antes, ahora no puede cambiar la plana, a no ser que se registre un fraude, que no es lo que denuncia la oposición", comentó.

En el Frente Amplio, donde es sabido que existen distintas posturas sobre el proceso bolivariano, las elecciones del domingo no fueron la excepción, y alentaron lecturas de distinto tenor.

Mientras que en el astorismo primó la cautela y la reserva, el Partido Comunista celebró la reelección de Maduro. En un comunicado divulgado este lunes, el PCU dijo que las elecciones se realizaron con "normalidad" y reafirmó su respaldo a la "revolución bolivariana".

El diputado del PCU, Gerardo Núñez, aseguró que "en Venezuela triunfó la Democracia y la Paz". "48% de participación. Maduro fue reelecto con 5 millones 800 mil votos, seguido por H. Falcón con 1 millón 800 mil votos", escribió en Twitter el legislador.

Condena internacional

La comunidad internacional no solo cuestionó en palabras la legitimidad de las elecciones venezolanas, sino que ya planteó una serie de medidas para aislar al régimen de Maduro.

Estados Unidos calificó de "fraudulenta" la reelección de Maduro y el presidente Donald Trump firmó un decreto que prohíbe a los ciudadanos de su país comprar obligaciones de deuda venezolana, incluida de la estatal PDVSA, en momentos en que el país petrolero está asfixiado por una profunda crisis económica.

Por su parte, la Unión Europea también analizará sanciones, según anunció el presidente español Mariano Rajoy, quien manifestó vía Twitter que "no se han respetado los mínimos estándares democráticos" en el escrutinio. "España estudiará junto a sus socios europeos las medidas oportunas y seguirá trabajando para paliar el sufrimiento de los venezolanos", escribió. El ministro alemán de Relaciones Exteriores, Heiko Maas, también recurrió a Twitter para afirmar que las del domingo "no fueron las elecciones libres y justas que el pueblo venezolano merece".

Reino Unido tampoco se quedó atrás. "La condena de la comunidad internacional es clara y rotunda", dijo en una declaración Boris Johnson, secretario de Asuntos Exteriores de Reino Unido, y agregó que su país trabajará de cerca en las próximas semanas con la Unión Europea y de la región "para decidir cómo continuar apoyando una solución política".

Johnson asistió en Buenos Aires a la reunión del G20, donde no se llegó a un consenso sobre Venezuela. Sin embargo, seis países (Argentina, Australia, Canadá, Chile, Estados Unidos y México) emitieron una declaración conjunta anunciando desconocer los resultados.

Según señalaron, las elecciones fueron convocadas "por una autoridad ilegítima, la Asamblea Nacional Constituyente, excluyendo la participación de actores políticos". Además, afirmaron que el acto eleccionario "no ha contado con observación internacional para que pueda ser aceptado como libre, justo, independiente y democrático".

Oposición pidió postura firme

Desde la oposición el panorama fue lo opuesto al del gobierno. Como ya habían manifestado en los días previos a la elección, los partidos Nacional, Colorado e Independiente cuestionaron los resultados de los comicios, poniendo en duda su legitimidad, y reclamaron un pronunciamiento por parte del gobierno uruguayo.

El senador colorado Pedro Bordaberry publicó en Twitter que Uruguay "debe rechazar las ilegítimas elecciones de ayer" y señaló que "el tema no admite más demoras".

Pablo Mieres, del Partido Independiente, manifestó que el gobierno uruguayo "queda aislado en un vergonzoso silencio ante las fraudulentas elecciones en Venezuela, mientras todos los países democráticos condenan y llaman a sus embajadores en consulta", según escribió el senador en la misma red social.

Mieres agregó que espera el pronunciamiento del gobierno uruguayo "rechazando las elecciones en Venezuela", a las que calificó de "farsa grotesca".

El líder nacionalista Luis Lacalle Pou también cuestionó los resultados. "Hoy nuestros pensamientos están con los millones de venezolanos que resisten el régimen autoritario de Nicolás Maduro. El poder a cualquier costo. Incluso a la destrucción de su nación", tuiteó el senador del sector Todos.