Cerro Padilla, el pozo petrolero que tuvo un fugaz estrellato

La quinta perforación realizada por Schuepbach –que integra el grupo Petrel Energy– en la cuenca norte del país no fue la vencida. El test de producción en el pozo Cerro Padilla X-1 ubicado al noreste del departamento de Paysandú duró tres días y recuperó apenas un barril de petróleo. "El petróleo producido es insignificante y claramente no comercial", informó este lunes un comunicado de la empresa Petrel Energy.

Sin embargo, la misiva asegura que la exploración confirma "algunos objetivos claves del programa" como "la madurez de la roca madre, la calidad del yacimiento convencional, la migración y la integridad de la trampa potencial".

La ministra de Industria, Carolina Cosse, intentó por su parte mantener el tono positivo este lunes en rueda de prensa y dijo que "hay que seguir haciendo análisis y seguramente alguna otra perforación para entender la dimensión del reservorio".

La segunda fase de exploración que está en desarrollo incluye realizar otras tres perforaciones de forma consecutiva: una en Cuchilla de la Pampa, cerca de Curtina en Tacuarembó, que tendrá una profunidad estimada de 370 metros, y otro dos ubicados en Cañada Fea y Cerro de Chaga (1.400 metros), ambos en el departamento de Salto.

El pozo Cerro de Chaga-1 está ubicado a más de 80 kilómetros del pozo Cerro Padilla X1.

Según informó la empresa el jueves pasado, la nueva perforación tiene "múltiples y mucho más grandes" posibilidades de éxito que la de Paysandú.

Para el geólogo Claudio Gaucher "lo más razonable" si el pozo de Cerro Padilla hubiese presentado resultados alentadores sería que la compañía continuara buscando en la zona y no corriera las máquinas y los técnicos al siguiente lugar del cronograma. "Si se mueven al siguiente y prefieren empezar de cero es porque el primero no dio los resultados que buscaban", aseguró el experto consultado por El Observador días atrás.

Schuepbach (Petrel tiene el 51% de sus acciones) y ANCAP firmaron en 2012, un contrato para exploración y explotación de hidrocarburos. La compañía privada realizó en 2011 la primera perforación de estudio en las cercanías de pueblo Achar en el departamento de Tacuarembó. En esa oportunidad los resultados detectaron la existencia de rocas generadoras de petróleo a 400 metros de profundidad.

Ese descubrimiento ratificó el hallazgo de ANCAP en La Paloma (Durazno), donde se detectó a entre 100 metros y 150 metros de profundidad piedra "con condiciones incipientes de generación de petróleo" había informado el semanario Búsqueda a fines de marzo de ese año.

La segunda perforación de estudio realizada por Schuepbach fue a pocos kilómetros al norte de la localidad de Peralta en Tacuarembó y permitió verificar la presencia y calidad de una segunda roca generadora.

Otras dos perforaciones de estudio en 2013 y 2014 en Cerro Padilla (Paysandú) confirmaron la presencia de petróleo libre y de posibles rocas generadoras maduras.

Este lunes, ANCAP divulgó un informe sobre la perforación realizada por Schuepbach en Paysandú. Allí, señaló que para poder confirmar que la explotación de hidrocarburos en ese reservorio sea comercial, es necesario realizar una serie de estudios que pueden ser de larga duración, incluyendo potencialmente un programa de delimitación del yacimiento, entre otros.

Por tanto, dijo, la operadora Schuepbach deberá evaluar los pasos a seguir.

El documento indicó que "el test se considera un éxito por haber confirmado la conformación de un sistema petrolero activo", aunque reiteró que no se puede afirmar que el yacimiento sea comerciablizable.