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Cómo trabaja la "diva de los divorcios" de los multimillonarios

Esta abogada londinense es una de las más famosas y buscadas del mundo por los acuerdos que consigue
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16 de marzo de 2018 a las 08:37

En entrevista con Time, la abogada contó cómo fue su acercamiento con el mundo de los grandes divorcios. En 2001, contrató al abogado Raymond Tooth, que representó a las esposas de Eric Clapton, Jude Law y el multimillonario Román Abramóvich, para que la ayudara a divorciarse de su primer marido, que era socio de uno de los bufetes de abogados más importantes del país, Linklaters.

En los últimos años, una pequeña tribu de abogados de divorcios ha surgido para atender a las casi 5.000 personas multimillonarias que residen en Londres. Entre ellos se encuentra Ayesha Vardag, de 49 años, fundadora de la firma de abogados londinense Vardags.

Esta excantante de ópera construyó su firma durante más de una década desde una habitación en su apartamento, para transformarla en una empresa con un valor de US$ 15 millones y oficinas en Londres y Dubái. Una hora de su tiempo cuesta US$ 1.000 y no tocará un caso a menos que estén en juego activos por más de US$ 100 millones.

Su especialidad es ayudar a que los "individuos de valor neto ultraalto" consigan los mejores acuerdos una vez que sus matrimonios llegan a su fin.

Una de las clientas de Vardag, la ex Miss Malasia, Pauline Chai, también contó cómo fue el proceso de divorcio de su marido, el multimillonario Khoo Kay Peng, en el que la abogada fue su defensora.

En 2013, Chai fue a Inglaterra para divorciarse, donde era dueña de una propiedad. "Sé que el sistema judicial en Inglaterra es muy justo y lo respeto mucho", le dijo Chai a Time. Ella quería un abogado para ayudarla a luchar por su parte de una fortuna de un cuarto de US$ 1.000 millones, incluyendo propiedades en el Reino Unido, Malasia, Canadá y Australia. Por eso contrató a Ayesha Vardag, la llamada "diva del divorcio", cuyos clientes estrella la han hecho un ícono en Gran Bretaña.

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En ese caso, sin embargo, estaba demostrando su sabiduría, ya que tuvo un trabajo más arduo: garantizar que el caso se escuchara en el sistema judicial inglés. Khoo argumentó que su principal lugar de residencia era en Malasia, mientras que Chai dijo que era su mansión de Hertfordshire, pocos kilómetros al norte de Londres.

Vardag solo tuvo 15 horas para encontrar evidencia. Mandó a toda la oficina, desde los directores hasta los asistentes personales y los asistentes legales, para examinar 10 años de correos electrónicos en un intento por demostrar que Chai mencionaba su hogar en inglés en sus emails más que cualquier otra propiedad. A las 2 de la mañana de la audiencia, habían reunido pruebas suficientes para demostrar que era el hogar principal de Chai.

"Gano siendo más inteligente, trabajando más duro, siendo más estratégica, profundizando más y haciendo un esfuerzo adicional. No tengo que jugar sucio", dijo la abogada.

En abril de 2017, el Tribunal Supremo ordenó a Khoo que pagara a Chai un acuerdo por valor de más de US$ 85 millones, que los expertos consideran como uno de los mayores pagos de divorcio en la historia reciente. "No sé si el caso podría haber sido ganado con alguien que no fuera Ayesha", dice Chai.

Las bonanzas del sistema

El sistema judicial inglés es considerado como el mejor lugar para el divorcio del cónyuge financieramente más débil, según Time. Aunque solo un pequeño número de casos de grandes sumas de dinero se escuchan en público, han ayudado a cimentar la reputación de Londres como un lugar privilegiado para que los cónyuges de los superricos obtengan grandes pagos por el divorcio.

En 2014, un juez otorgó a la exesposa estadounidense del empresario Chris Hohn el 36% de su fortuna de US$ 1.500 millones. En 2017, al ruso Farkhad Akhmedov se le ordenó pagar US$ 629 millones a su exesposa Tatiana, en lo que se cree que es uno de los mayores pagos de divorcio de la historia. Un abogado que comentó sobre la alta cifra de los acuerdos en los divorcios dijo que la generosidad de los tribunales ingleses "tiene su raíz en el principio fundamental de que las respectivas contribuciones al matrimonio de hombres y mujeres tienen la misma importancia".

Los divorcios en el Reino Unido disminuyeron en casi 30% desde su máximo en 1992, cuando 165.018 parejas se divorciaron. Pero Vardag dice que la mayoría de los pagos de divorcio de personas con grandes sumas de dinero, que generalmente involucran parejas no británicas de Asia, Medio Oriente y Rusia, son cada vez más grandes.

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