Costa Rica: un destino pura vida

Costa Rica reúne todo lo que hay que tener para los fanáticos de la naturaleza: clima tropical –es ideal visitar el país durante la estación seca, entre diciembre y abril–, playas espectaculares, parques nacionales que derrochan naturaleza, todo tipo de deportes aventureros, volcanes y una fauna y flora que deja boquiabiertos a todos.

La ubicación en el mapa de este pequeño país centroamericano hace que tenga costas tanto al océano Pacífico como al mar Caribe. Si se realiza un promedio entre la media de temperatura costera y la del interior se estima entre 20 y 25 grados durante todo el año: una maravilla. Y un número que asombra: alberga el 5% de la biodiversidad de todo el planeta.

Costa Rica, además, es un país sin conflictos bélicos desde mediados del siglo XX, a tal punto que ni siquiera tiene un ejército. Su naturaleza y su conciencia verde es tan grande que una cuarta parte del territorio está protegido como parque nacional, refugio silvestre, reserva biológica y área silvestre.
Para los locales y por supuesto para los turistas, existen infinidad de actividades en las que se puede disfrutar de esta naturaleza en primera fila, así como asombrarse con volcanes, selvas, bosques tropicales e infinidad de manifestaciones naturales intactas y perfectas.

Según la época en que se vaya y la cantidad de días que se disponga debe ser el programa que uno se arme. Visitar el país en la estación seca habilita algunas actividades y preferencias, mientras que si toca la época de lluvias conviene armarse un itinerario tal vez no tan playero.

Su naturaleza y su conciencia verde es tan grande que una cuarta parte del territorio está protegido como parque nacional, refugio silvestre, reserva biológica y área silvestre.
El país puede recorrerse perfectamente en coche de alquiler o en ómnibus, y para cubrir distancias mayores (sobre todo si se tienen pocos días) pueden tomarse vuelos domésticos.

Grandes reservas

Costa Rica ofrece varios tipos de paisajes y de climas dentro de un pequeño territorio, y uno de los beneficios es que en poco tiempo es posible recorrer varios lugares del país (reservas, parques, playas). En una jornada puede uno sumergirse en las aguas termales de un volcán, luego adentrarse en un bosque tropical y terminar en una cascada de agua fresca. Estas son algunas de las muchísimas opciones:

Volcán Poás. Su cráter es uno de los más grandes del mundo. Está activo en la actualidad y eso hizo que las autoridades prohibieran el ingreso al Parque Nacional. De todas maneras, la zona donde se encuentra el volcán posee una gran riqueza natural e infinidad de posibilidades para disfrutarla, pese a este inconveniente. De hecho el volcán está ubicado en los bosques montañosos de la Cordillera Volcánica Central. En la zona se puede realizar rápel (descenso con arnés por superficies verticales), caminatas en medio del bosque, pesca de trucha, canopy (tirolesa), rafting, cabalgatas. Entre las atracciones se encuentran las cinco cataratas con caídas de hasta 37 metros, que forman el paso del río La Paz. También la cascada Río Agrio, con una caída aun mayor. Muy cerca se encuentran las Pozas Celestes, nombre ganado por el color de su agua, lugar hermoso para nadar.


Catarata de La Fortuna de San Carlos y el volcán Arenal. La catarata y el volcán quedan muy cerca uno del otro, por lo que cuando se planifique es conveniente visitar ambas atracciones. Esta hermosa caída de agua es producida por el río Fortuna, y posee un variado despliegue de flora y fauna. Se hace un recorrido a caballo y luego una caminata por bellos senderos, donde se observan rocas volcánicas, para coronar la recorrida en un refrescante baño en la catarata. El volcán Arenal se impone con enorme personalidad, a tal punto que es el más famoso de Costa Rica. Es un cono gigante de 1.600 metros que hay que ver: es un símbolo del país.

Chirripó. Es el punto más alto de Costa Rica, a 3.820 metros sobre el nivel del mar. Este parque nacional tiene una capacidad máxima de 60 personas por día, por lo que es necesario reservar con anticipación. La planificación lo vale porque posee grandes atracciones, como los glaciares del mismo nombre, los Crestones, la sabana de los Leones, el valle de las Morenas, el cerro Ventisqueros y la laguna Dikevi.

Bosque Nuboso Monteverde. Es una reserva de selva tropical; una experiencia inolvidable donde se camina como dentro de una nube a una gran altura sobre el nivel del mar. Es uno de los lugares más exóticos e increíbles de Costa Rica. La reserva abarca una biozona de 26 mil hectáreas, llena de una maravillosa diversidad de flora y fauna. Posee seis zonas ecológicas de bosque prácticamente virgen, y una biodiversidad de más de 2.500 especies de plantas (e incontables ejemplares de fauna). De las más famosas son las orquídeas, con la mayoría de especies en un solo lugar.

Pacífico y Caribe

Las aguas oceánicas ofrecen sus olas a los surfistas mientras que el Caribe aporta tranquilidad. Tanto una opción como la otra son perfectas para otras actividades náuticas como el buceo o el esnórquel.

Playa Santa Teresa y parque Manuel Antonio, Puntarenas. La playa Santa Teresa es una opción tranquila, donde todavía pueden verse pescadores tirando la red. Es también una de las frecuentadas por los surfistas y vista como uno de los mejores lugares de Centroamérica para practicar este deporte. Una actividad que divierte mucho es adentrarse en la jungla que la rodea y sentirse un rato como Tarzán yendo de liana en liana. El parque Manuel Antonio posee cuatro playas hermosas: Espadilla Sur, Manuel Antonio, Escondido y Playita. El parque es uno de los más importantes y tiene visitas restringidas. La variedad de fauna salvaje es increíble.


Playa Naranjo y Zapotal, Guanacaste. Agreste y escondida, playa Naranjo es una opción para quienes huyen del ruido. Arena blanquísima y mucha naturaleza. Zapotal ofrece a sus visitantes una espectacular agua cristalina y arena también muy blanca, rodeada de exuberante vegetación. Es una playa perfecta para pescar, nadar, bucear, surfear o hacer vida tranquila.

Puerto Viejo, Limón. Esta zona es muy tropical, por lo que tiene un doble propósito: visitar parques nacionales, como Cahuita y Manzanillo, o una plantación de chocolate; y a la vez disfrutar de una maravillosa playa de arena blanca y agua templada. Es una de las más famosas de Costa Rica, no solo por su belleza sino por la simpatía de sus habitantes.

Tortugas, ballenas y delfines

Octubre es el mes ideal para estas opciones. Al tortuguero solo se llega por lancha o vuelos domésticos. Además del principal atractivo, el desove, también posee una gran variedad de riqueza natural y de actividades para realizar. Es un paseo que debe hacerse guiado.


Se necesita un mínimo de dos o tres jornadas para disfrutar del Parque Nacional, recorrer sus canales en canoa o kayak, hacer canopy, cruzar puentes colgantes, lianas, y muchas cosas más. También es en este mes cuando se da el avistamiento de delfines y ballenas. De hecho existe un Festival de Ballenas y Delfines, que se realiza en bahía Ballena en Osa, en Puntarenas.