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Déficit fiscal aumentó en setiembre a 3,6% del PIB

El dato implicó un deterioro de tres décimas respecto al año móvil finalizado en agosto
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31 de octubre de 2017 a las 20:01

El aumento del gasto por el mayor excedente para devolución de aportes al Fondo Nacional de Salud (Fonasa) y la reanudación de la refinería de crudo por parte de ANCAP hicieron trepar nuevamente el déficit fiscal al equivalente a 3,6% del Producto Interno Bruto (PIB) en los 12 meses finalizados en setiembre.

Los datos difundidos el martes por el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) muestran que el rojo de las cuentas públicas se agravó en tres décimas del PIB en la última medición, respecto al año móvil finalizado en agosto.

Se trata del mismo registro que mantuvo en los informes de junio y julio y se encuentra una décima por encima del 3,5% del PIB a setiembre del año pasado.

El déficit de las cuentas públicas persiste en niveles altos en la comparación histórica, pese a las medidas de ajuste fiscal implementadas por el gobierno en los últimos tres años. De hecho, al asumir la actual administración, el déficit se ubicaba en 3,4% del PIB.

Las autoridades insisten en que cerrarán el período de gobierno con un rojo de las cuentas públicas de 2,5% del PIB. Sin embargo, la mediana de los analistas privados consultados por El Observador considera que al menos este y el próximo año el resultado fiscal se ubicará muy lejos de la meta oficial.

La mediana de respuestas de la Encuesta de Expectativas Económicas de setiembre anticipa un déficit fiscal equivalente a 3,5% del PIB para el cierre del año y de 3,3% para fines de 2018.

El principal elemento que explicó el salto del déficit del último mes fue el gasto público, en un escenario en el cual los ingresos permanecieron incambiados. Un incremento de una décima de punto tuvo lugar por "el crecimiento de la devolución del excedente de los aportes al Fonasa", explica el comunicado oficial.

En tanto, otras dos décimas tuvieron lugar por "la acumulación de existencias de crudo de ANCAP, vinculada a la reanudación de las actividades de la refinería".

Durante los últimos meses, la planta de La Teja estuvo en alto por mantenimiento –período que se prolongó por medidas sindicales–. El restablecimiento de las operaciones implica la necesidad de reaprovisionar el ente y eso se computa como "inversiones" en las cuentas públicas.

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