Del costo del Estado a la educación y la seguridad: la evolución del discurso de los autoconvocados

Apenas surgió en la esfera mediática, voces oficialistas lo catalogaron como parte de la oposición política. El movimiento Un Solo Uruguay reunía a una parte del sector rural asociado, en el imaginario colectivo, a los partidos tradicionales. Y a sabiendas de eso, sus representantes se preocuparon por insistir en la idea de que no son un movimiento anti gobierno. Recordaron, incluso, que en su espontáneo nacimiento como colectivo, también participaron ciudadanos afines al Frente Amplio. Pero con el paso del tiempo y la falta de respuestas, las críticas a la administración de Tabaré Vázquez, particularmente de las bases de ese movimiento, se fueron intensificando hasta configurar un eje fundamental de su protesta que trasciende el plano rural.

El 23 de enero en Durazno fue el primer acto masivo del movimiento y allí un mensaje sobrevoló todos los discursos: Un Solo Uruguay es apartidario y critica a todo el sistema político. Hubo reclamos para el gobierno, pero también para las intendencias de todo el país (que en su mayoría son del Partido Nacional). El ingeniero agrónomo Eduardo Blasina, uno de los oradores del acto, habló de las "mochilas" del sector pero también señaló que el exministro de Ganadería, Tabaré Aguerre, había sido un gran secretario de Estado y que su renuncia representaba una mala noticia para el sector agropecuario.

Los voceros del movimiento dicen una y otra vez que que el objetivo es buscar acuerdos para realizar los cambios que necesita la cadena productiva. El grupo, inicialmente conformado por productores rurales, sumó rápidamente a comerciantes y transportistas.

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Pero el tiempo pasó, las respuestas del gobierno fueron "insuficientes", el abanico de temas se amplió y aquel grupo de productores autoconvocados del interior del país que reclamaban medidas para el campo se transformó en un movimiento nacional interesado por la cadena productiva, la seguridad, la educación y la inclusión financiera, entre otros temas. El discurso del 23 de enero, con críticas y reconocimientos al gobierno, se transformó en un reclamo constante que llegó a criticar la Guía de Educación Sexual de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP).

El rematador y consignatario de ganado Jaio Brea fue el principal orador del último acto del movimiento en La Macana (a pocos metros del último Consejo de Ministros abierto) y apuntó con artillería pesada contra el gobierno: "Sentimos la invasión de las libertades en la educación. La educación está invadida por ideología. Tenemos que ver que a nuestros hijos en las escuelas le mandan manuales para que los eduquen en sexología que ni ellos mismos están de acuerdo", dijo el lunes 7 de mayo luego de hablar de seguridad y de la inclusión financiera.

El 17 de mayo el movimiento emitió un comunicado donde asegura "compartir" la iniciativa de Edu UY 21. "Reivindicamos la atención del proyecto y que sus ideas se puedan ir concretando con la suma de esfuerzos", dice el documento difundido el día que la organización -que nuclea a expertos de todos los sectores políticos- presentó su libro abierto con propuestas educativas.

Y el discurso de los voceros del gobierno también se radicalizó contra el oficialismo. "Sin duda que los cambios que reclamamos requieren un nuevo modelo país. Un cambio profundo (...) los cambios de fondo no se van a dar con esta ideología", dijo Rivas el viernes durante un cabildo abierto en la Rural del Prado ante unas 100 personas. El movimiento se reunió con todos los partidos políticos menos con el Frente Amplio que fue el único que no solicitó un encuentro.

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"Que nos metiéramos en el tema inseguridad era un reclamo que llegaba todo el tiempo a las mesas departamentales. Ahora lo vamos a tomar a nivel nacional, a nivel departamental ya habíamos dado libertad de acción", explicó a El Observador uno de los voceros del movimiento, Álvaro Rivas. El viernes, la mesa nacional de delegados del movimiento votó comenzar a tratar oficialmente el tema seguridad y resolvió acompañar la recolección de firmas que impulsan comerciantes en contra de la inclusión financiera.

En ese marco, la mesa de Montevideo realizó el 9 de mayo una charla sobre seguridad a cargo del exfiscal Gustavo Zubía. Pero inicialmente la postura de Un Solo Uruguay era concentrarse en los temas de la cadena productiva. "Nosotros lo que no podemos hacer es abarcar tantos frentes de discusión y de debate en temas que son muy profundos", dijo Rivas a El Observador en marzo. Pero esa postura cambió y los reclamos al gobierno llegan por varios frentes.

Para Rivas esto sucede porque encuentran en el movimiento "una caja de resonancia" aunque dice que están preocupados por no transformarse en "opinólogos". Sin embargo, asegura que todos los temas que el movimiento trata están planteados en el "espíritu" de la proclama del 23 de enero.

"El movimiento no tiene como objetivo central ser contra el gobierno. Pero si las medidas que toman van en una dirección contraria a lo que plantea todo el espectro del país de trabajo obviamente va a encontrar en el movimiento cierta resistencia", señaló Rivas y aseguró que son "muy críticos" con todo el sistema político.

Política de bajo porte

El sector del Partido Nacional Mujeres al Poder inscribió ante la Corte Electoral el sublema Un Solo Uruguay y generó la reacción del movimiento. Una circular de la Corte del 18 de mayo autoriza el uso de los sublemas Un Solo Uruguay y Uruguay Unido para la agrupación nacional antes mencionada.

El movimiento de productores repudia la solicitud y entiende que es el autor intelectual del nombre asignado. "Este tipo de estrategias políticas son de bajo porte y con el único fin de confundir a la población y a los electores", dice el comunicado del movimiento difundido este martes.

Además, el movimiento se reserva el derecho de iniciar acciones legales contra los solicitantes debido a la utilización "sin ninguna autorización por parte de los propietarios intelectuales" y se impugnará la asignación ante la Corte Electoral.