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Dos errores del oficialismo en la crisis con el campo y una señal de alerta

El Frente Amplio y las protestas rurales
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18 de enero de 2018 a las 05:00
"El caos". Así resumió el presidente Tabaré Vázquez al movimiento de los productores rurales. Esa forma en la que el mandatario los denomina resume gran parte del problema que tiene el gobierno y el Frente Amplio por estas horas para abordar una crisis que es mayor de lo que en buena parte del oficialismo creen.

Los errores

1. Subestimar a los productores al llamarlos así envuelve el error más grande. Es no entender que las formas de organización de los grupos sociales cambió de la mano de la tecnología. El movimiento de productores independientes superó a las gremiales históricas (Asociación Rural del Uruguay, Federación Rural) al punto que esas asociaciones ya decidieron que esperarán los resultados del encuentro del próximo martes 23 en Durazno.

El razonamiento de fondo de Vázquez es correcto. Institucionalmente debe interactuar con quienes tienen la legitimidad, que son las gremiales. Pero eso no implica que deba despreciar a quienes se empezaron a movilizar de forma independiente.

2. Ponerlos en la vereda de enfrente, atacarlos y cuestionar sus cualidades democráticas lo complica aun más. Está claro que la mayoría de los productores que iniciaron esta movida están ideológicamente en la vereda opuesta al Frente Amplio. Eso se puede ver entrando solo unos minutos a alguno de los tantos grupos de Whatsapp donde discuten.
Pero es ingenuo creer que todos los productores rurales, transportistas o comerciantes locales del interior que participan en las protestas votaron siempre a los partidos tradicionales. Es lógico creer que hay votantes frenteamplistas que hoy están disconformes o con problemas de rentabilidad. Al acusar al movimiento de tener entre ellos a "operadores políticos que lo que intentan es ganar votos mediante el oportunismo", como dice la declaración del Secretariado Ejecutivo del FA, están automáticamente alejando a esa gente de su fuerza política.


Pero lo que es mucho más grave para los propios intereses frenteamplistas son las declaraciones individuales de varios actores, como las del diputado socialista Yerú Pardiñas (los comparó con la ultraderechista Juventud Uruguaya de Pie) o las del exministro de Ganadería, Andrés Berterreche (que jugó con la imagen del campo y las 4x4). Ambos fueron un paso más allá en esta táctica de poner como enemigos a los ruralistas que se quejan.

La alerta saltó para algunos

Para los intereses del FA, por suerte tienen dirigentes que piensan distinto e intentan bajar la pelota al piso. Un comunicado de ayer de las redes frenteamplistas y las declaraciones que hizo el intendente de Canelones Yamandú Orsi la semana pasada demuestran que es importante –incluso para los objetivos electorales del FA– no mirar a los que protestan como enemigos.

"Las expresiones de descontento y las demandas de todo tipo son la base misma de la democracia", dice el texto de las redes del FA. "Los problemas no se resuelven etiquetando a los descontentos", agrega.
La alarma saltó y hay que ver cómo reacciona el gobierno y el resto de la izquierda.

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