Cunha asegura que existe una campaña en su contra

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El acusador de Dilma Rousseff está ahora en el punto de mira

Allanamiento y causa de investigación contra el presidente de Diputados, Eduardo Cunha
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16 de diciembre de 2015 a las 05:00
De acusador a acusado. La policía brasileña allanó ayer las casas del presidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha, y de dos ministros del Gabinete como parte de una pesquisa sobre corrupción, en un revés para quien fuera el principal socio de la coalición gobernante de la presidenta Dilma Rousseff, y que evalúa ahora respaldar un juicio político contra la mandataria. El Congreso decidió abrir una investigación contra el archienemigo de la mandataria que lidera un impeachment contra ella, que podría perder su mandato por ocultar cuentas en Suiza.

La policía federal indicó que las redadas en las viviendas de Cunha en Brasilia y Río de Janeiro se realizaron entre otros 53 allanamientos en siete estados del país en el marco de la pesquisa "Lavado de Autos", sobre supuestos pagos de sobornos por contratos en firmas controladas por el Estado, especialmente Petrobras.

La mayoría de los lugares allanados ayer, incluidas las casas de Cunha, pertenecen al Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB). El PMDB, el partido político más grande del país y un miembro clave de la coalición de gobierno liderada por Rousseff, ha estado dudando en su apoyo a la presidenta, y su líder –Michel Temer– sería su reemplazante en caso de que avance un juicio político. De todos modos, el gobierno aún puede contar con el soporte de este partido.

También fueron allanadas las viviendas del ex ministro de Minería y Energía, Edison Lobão, y del diputado Anibal Gomes, también del PMDB.

A su vez, horas después de que la policía federal ordenara allanar las residencias del político, el Consejo de Ética de la cámara baja decidió por 11 votos contra 9 que hay elementos suficientes para investigar si Cunha mintió a sus pares al negar que tenía cuentas en el extranjero al declarar ante una comisión que investiga, justamente, el escándalo de corrupción en Petrobras.

En el marco de esa causa Cunha fue acusado por la fiscalía de cobrar un soborno de US$ 5 millones. La entidad investiga asimismo si guardó dinero de origen sospechoso en cuentas bancarias en Suiza sin declarar. La decisión del Consejo había sido postergada al menos siete veces por maniobras de legisladores afines a Cunha.

Poderoso legislador evangélico que declaró la guerra al gobierno tras asumir la presidencia de Diputados, Cunha ha reiterado en numerosas ocasiones que no renunciará a su puesto y se declara inocente de los cargos de los que le acusa la fiscalía, además de mentir a sus colegas.

Tras varios meses de expectativa, como presidente de la cámara de Diputados Cunha aceptó el 2 de diciembre un pedido de impeachment contra Rousseff por maquillaje de las cuentas públicas. La mandataria enfrenta mínimos históricos de popularidad, una economía en recesión y tiene dificultades para articular un Congreso que le es rebelde.

Cercado por la investigación en el ámbito judicial y ahora también por la decisión de sus colegas, Cunha tendrá 10 días para defenderse ante el Consejo de Ética y al cabo de tres meses habrá un veredicto que podría poner fin a su mandato.

Su abogado, Marcelo Nobre, reiteró ayer antes de la votación que "no existen pruebas" para que Cunha sea apartado por violar el Código de Ética del Parlamento.

La justicia brasileña investiga una red de corrupción en la estatal Petrobras, mediante la cual las principales constructoras de Brasil formaron un cártel en connivencia con directores y altos jerarcas de la petrolera para manipular millonarias licitaciones mediante el pago de sobornos. Estos pagos millonarios enriquecían a funcionarios de la petrolera, a intermediarios, y a políticos y a sus partidos.

Se dice perseguido

En tanto, Cunha se defendió ayer y aseguró que el gobierno de Dilma Rousseff ha comenzado a "perseguirlo" por haber aceptado iniciar un juicio político contra la mandataria. "Es muy extraña" esa operación policial en vísperas de que el Tribunal Supremo decida sobre la forma en que serán realizados los trámites para el proceso con vistas a la destitución de Rousseff, dijo Cunha a periodistas.

Cunha sugirió ayer que el gobierno ha entablado una persecución en su contra y también contra todo el PMDB.

El jefe de los Diputados consideró "muy extraño" que la Policía se haya dirigido solamente contra el PMDB, cuando "todo el mundo sabe que el responsable del asalto a Petrobras y la corrupción" es el gobernante Partido de los Trabajadores (PT), de Rousseff.

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