El crédito al
consumo enlenteció su ritmo de caída en el tercer trimestre del año, aunque siguió arrastrado por un menor saldo de préstamos vigentes otorgados en el Banco Repúblicas, que no alcanzó a ser compensado por la reactivación de la banca privada y un escenario de estabilidad en las administradoras de crédito.
El Índice de Crédito al Consumo de El Observador (ICC-EO) acumulaba una baja de 1,8% al cierre del tercer trimestre del año respecto a igual período de 2016. A partir de distintas fuentes de datos recogidas por el Banco Central (BCU), el indicador releva los saldos de crédito vigente en bancos públicos y privados, casas financieras, cooperativas de
ahorro y crédito, y administradoras de crédito, y estudia su evolución en pesos una vez descontado el efecto de la inflación.
De esta manera, el ICC-EO logra captar la evolución del crédito al consumo prácticamente en la totalidad del sistema financiero uruguayo, lo que deja por fuera los préstamos hipotecarios y automotores.
La baja del crédito al cierre del tercer trimestre mantiene la tendencia bajista que tuvo lugar desde el último cuarto del año pasado. Sin embargo, el ritmo de retroceso fue menor al del segundo trimestre, cuando la tasa de caída interanual era de 2,6%.
Desde fines del año pasado, el menor volumen de crédito al consumo tiene como protagonista al
Banco República, que aun así acapara 53% del mercado. El crédito vigente otorgado a las familias por el principal banco de plaza se contrajo 5,2% en los 12 meses finalizados en setiembre.
La baja del crédito en el BROU se fue acelerando en los últimos meses. La caída era de 3,4% interanual a diciembre del año pasado –luego de crecer 5,3% a lo largo de 2015– y paulatinamente fue apurando el paso hasta la actual tasa de contracción.
El resto de los grandes agentes del mercado de crédito al consumo mantienen cierto dinamismo, en particular el conjunto de bancos privados que operan en el segmento –representan 23% del mercado–.
Privados más activos
Los bancos privados pasaron de contraer el saldo de créditos otorgados a las familias en diciembre a una tasa de 3,8% interanual, a un crecimiento de 4,8% en los 12 meses finalizados en setiembre. Ya el segundo trimestre del año mostraba un escenario más despejado. Con un crecimiento de 0,8%, el crédito de los bancos privados volvía a un terreno expansivo, aunque aun a tasas moderadas.
Por su parte, las administradoras de crédito –que tienen una participación de 24% en el mercado– prácticamente mantuvieron sin cambio su saldo de préstamos si se corrigen los números por inflación.
El crédito otorgado por el principal agente extrabancario en el mercado de financiamiento al consumo creció 0,4% interanual en el tercer trimestre del año.
De esa manera, dejó atrás la caída de 1,2% del segundo trimestre. Al cierre del año pasado, las administradoras de crédito mantenían un crecimiento de 4,8% en el segmento.