El entretenimiento más peligroso

Desde su estreno en 2011, la adaptación cinematográfica de la novela Los juegos del hambre, de la autora Suzanne Collins, ha provisto a los jóvenes espectadores –que no vivieron la era de Harry Potter o El señor de los anillos como líderes de la pantalla grande– una nueva saga para presenciar con toneladas de pop para soportar la tensión, acción y drama adolescente que empaquetan estas cintas.

Con el éxito cosechado en la primera parte, estrenada a fines de 2012, ahora apenas un año después llegó el turno de su secuela Los juegos del hambre: en llamas, en la que el estudio Universal espera mantener la calidad taquillera.

La película encuentra a la heroína protagonista Katniss Everdeen (la reciente ganadora del Oscar, Jennifer Lawrence) como vencedora de la última edición de los Juegos del Hambre y en retorno a su hogar en el Distrito 12, uno de los sectores más pobres de su dividida nación, Panem.

Pero la victoria no viene sola, ya que ser la ganadora de los Juegos del Hambre, junto a su pareja Peeta (Josh Hutcherson), significa que los triunfadores deben embarcarse en el Tour de la Victoria, dejando a amigos y familiares atrás. A lo largo del camino Katniss presiente que una rebelión está emergiendo, mientras el Capitolio prepara los 75 Juegos del Hambre, una competencia que podría cambiar para siempre Panem, bajo el mando oscuro del presidente Snow.

Si bien Los juegos del hambre: en llamas repite el mismo elenco, que incluye a Donald Sutherland, Woody Harrelson, Toby Jones, Elizabeth Banks y hasta Lenny Kravitz, la película no está encabezada por el director de la primera parte. Es que Gary Ross, director de la entrega inicial, descartó la posibilidad de dirigir la segunda cinta. “Como escritor y director, simplemente no tengo el tiempo que necesito para escribir y preparar la película que yo hubiera querido hacer a causa del programa de producción fija y firme”, declaró en un comunicado.

Habrá que ver si el estadounidense Francis Lawrence está a la altura del juego.