Nacional > ENTREVISTA IMMA MARÍN

"El juego puede transformar la educación porque si te equivocas, no hay castigo"

La experta en comunicación y educación a través del juego habló del impacto de lo lúdico en los centros educativos
Tiempo de lectura: -'
29 de mayo de 2018 a las 05:00

Imma Marín es una educadora española, que decidió hacer de lo lúdico el propósito de su vida. Todo surgió cuando descubrió que el juego era un derecho consagrado en la Declaración de los Derechos del Niño. "Desde ahí no lo dejé", afirmó. Su compromiso la llevó a fundar hace más de 20 años atrás Marinva, una consultora lúdico-creativa, desde la cual asesora a empresas y centros educativos sobre cómo hacer más atractivos los cursos y proyectos. Actualmente es presidenta de la Asociación por el derecho a jugar de los niños (IPA) en España. La semana pasada visitó Uruguay para exponer en el Simposio de Innovación Educativa para el Aprendizaje, organizado por la Universidad Católica. Preocupada por darle al juego un mayor espacio en los sistemas educativos, afirmó a El Observador: "Los maestros debemos conjurarnos para que los niños disfruten de su aprendizaje".


Por lo que vi en su currículum, el juego es una parte importante en su vida. ¿Qué fue lo que la llevó a enfocarse en este aspecto de la educación?

En el año 89 trabajaba en educación en el tiempo libre y preparando una serie de actividades para que los niños conocieran sus derechos, leí sobre el derecho al juego. Me llamó mucho la atención porque yo estaba dedicada a la educación en el tiempo libre, donde el juego es una parte importante, pero nunca me había parado a reflexionar sobre la importancia del juego. El juego es un derecho como la alimentación, la salud, tener una familia. Esa fue la motivación para meterme más en el tema y desde ahí no lo dejé. A su vez, tuve la oportunidad de hacer un curso sobre actitud lúdica y salud mental y ahí se me abrió un mundo: la profundidad, la raíz y el alma del juego.

¿Cuál es el alma o el poder del juego?

Cuando hablo de juego, hablo sobre todo del juego como actitud ante la vida. Esa capacidad que tenemos los seres humanos de convertir cualquier cosa en juego. El poder del juego está en que nos cambia la mirada y nos abre al misterio, a la belleza, a la curiosidad, nos permite estar en el presente, nos permite sostener el esfuerzo porque las cosas que hacemos las hacemos con gusto, con ilusión, con disfrute. Esos son los poderes del juego. Si te pones en modo juego, la dificultad se convierte en un reto. Los problemas se convierten en misiones, en desafíos. No cambia el problema, pero cambia la actitud de cómo te lo tomas.

Algo que se achaca a los sistemas educativos actuales es que no dan lugar a la creatividad de los niños y de los docentes.

Ese es otro de los poderes que el juego tiene en la educación. Uno es sostener el esfuerzo porque estoy disfrutando. El otro es lo que tiene que ver con la creatividad porque en modo juego todo es posible, no hay límites. En el juego el error forma parte del proceso, en el juego equivocarse no es un problema. En los sistemas educativos de la mayoría de los países, si te equivocas, lo que recibes es un castigo. El juego puede transformar la educación, entre otras cosas, porque el error forma parte del proceso y cuando me equivoco lo que aparece son ganas de hacer lo mejor. Si la educación pudiera vivir en ese clima lúdico, sería otra cosa.

Lea también: Tres escuelas se reinventan y enseñan a través del juego y las aulas multigrado

No estoy hablando de que los niños solo se diviertan en la escuela. Estoy hablando de que los niños disfruten del aprendizaje para que quieran aprender más. Eso es una obligación y un compromiso de todos los maestros y profesionales de la educación. Debemos conjurarnos para que los niños disfruten de su aprendizaje y tengan ganas de saber más.

Su último libro se llama "¿Jugamos? Cómo el aprendizaje lúdico puede transformar la educación". ¿A qué conclusiones llega?

El juego puede transformar la educación a dos niveles. Primero, como actitud y mirada delante de la educación. Puede transformar la educación porque conecta a los maestros con su propia vocación y los lleva a disfrutar de lo que hacen. Si nosotros, los maestros, no disfrutamos de nuestro trabajo va a ser muy difícil que hagamos disfrutar a los niños. Además los juegos concretos y las actividades que podemos hacer favorecen dichos aprendizajes. La mejor manera que tiene un niño para aprender es jugando. En el juego el niño se hace preguntas, quiere ir a más, quiere superarse, el juego despierta las ganas.

O sea, aborda la cuestión desde el cambio que puede provocar el docente

Exactamente. Pero en el último capítulo lo que sostengo es que si este cambio de mirada, no es sistémico u holístico a todo la escuela, tampoco va a funcionar. Hay muchas escuelas que tienen llaneros solitarios, es decir, profesores con mucho entusiasmo, que van haciendo cosas, pero si esos profesores no consiguen contagiar la cultura lúdica a toda la escuela, eso se va perdiendo.

Pero muchas veces lo maestros se quejan de que el sistema no les permite innovar.

El aprendizaje lúdico parte de la idea de que la escuela puede conjurarse para pensar el currículum de manera diferente y armar proyectos de manera interdisciplinar. Si las clases no son de 55 minutos y son de 75 está bien, serán del tiempo que haga falta, y vamos al patio cuando lo necesitemos. Cuando los niños están trabajando en un proyecto, el tiempo vuela y se olvidan incluso de ir al patio. En escuelas que trabajan por proyectos, los conflictos del patio disminuyen muchísimo.

¿Los maestros necesitan una formación especial para aplicar la enseñanza lúdica?

Los maestros necesitan dos formaciones. Una para sacarlos de la zona de confort. Ellos tienen un plan de estudio, unas didácticas a cumplir y ahora les dices: mira a los ojos a los niños, escucha lo que necesitan y parte de ahí. El rol cambia muchísimo. Ellos ya no tienen el saber, sino que están ahí para acompañar a los niños en el aprendizaje. La segunda es que han de aprender más recursos y técnicas. Los maestros juegan muy poco. Para que se te ocurran dinámicas y juegos, haz de haber trabajando mucho el mundo de las metáforas y haz de conocer muchos juegos. Es un entrenamiento.



Experiencia uruguaya

En Uruguay hay escuelas donde los maestros se han animado a innovar y trabajan con formatos flexibles, donde el juego es parte esencial del aprendizaje. Una de ellas es la escuela Nº 63 (Malvín Norte), que desde hace dos años aplica una metodología lúdico creativa, informó El Observador días atrás. Su directora, Claudia Lonchart dijo que desde que se trabaja con ese formato los niños concurren contentos a la escuela y disminuyó la inasistencia. Además, mejoraron los resultados educativos. De hecho, según el Monitor Educativo de Primaria, la repetición pasó del 10% en 2015 a 0% en 2016.


Comentarios

Registrate gratis y seguí navegando.

¿Ya estás registrado? iniciá sesión aquí.

Pasá de informarte a formar tu opinión.

Suscribite desde US$ 345 / mes

Elegí tu plan

Estás por alcanzar el límite de notas.

Suscribite ahora a

Te quedan 3 notas gratuitas.

Accedé ilimitado desde US$ 345 / mes

Esta es tu última nota gratuita.

Se parte de desde US$ 345 / mes

Alcanzaste el límite de notas gratuitas.

Elegí tu plan y accedé sin límites.

Ver planes

Contenido exclusivo de

Sé parte, pasá de informarte a formar tu opinión.

Si ya sos suscriptor Member, iniciá sesión acá

Cargando...