<p>El papa Francisco y el imán Tidani Moussa Nalbi en la mezquita.</p>

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El papa rezó en una mezquita y llamó "hermanos" a los musulmanes

Francisco intenta labrar la paz en un pueblo en guerra civil
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30 de noviembre de 2015 a las 10:34

Otra vez, Francisco hizo historia.

No solo porque fue a una República Centroafricana en guerra civil, intervenida por los cascos azules de la ONU y desoyendo el consejo francés de no exponer su seguridad. No solo porque quiso reunirse con musulmanes y cristianos, credos a los que pertenece la mayoría de los integrantes de los dos bandos enfrentados. También, porque hizo un encuentro en un barrio donde hay una línea divisoria entre estos dos grupos de personas. Y porque lo hizo en una mezquita, donde rezó en dirección a La meca y donde llamó "hermanos" a los que creen en Alá.

"Mi visita pastoral a la República Centroafricana no estaría completa sin este encuentro con la comunidad musulmana", dijo Francisco en la mañana de este lunes en la mezquita de Bangui. En efecto, se trataba del encuentro más simbólico de toda su gira por África, que la semana pasada lo llevó a Kenia y Uganda.

República Centroafricana es uno de los países más pobres del mundo, se independizó en 1960 y nunca tuvo una vida muy democrática. Desde 2013, además, está en una guerra civil que ha causado cerca de un millón de desplazados, mitad en otros países y mitad en otras partes de la misma nación. La población total del país es de 4,5 millones de personas y la esperanza de vida es de 50 años para los hombres y 52 para las mujeres.

"Sabemos bien que los últimos sucesos y la violencia que ha golpeado su país no tenía un fundamento precisamente religioso. Quien dice que cree en Dios ha de ser también un hombre o una mujer de paz", dijo Francisco en la mezquita. Es que la religión es usada como argumento para la guerra. De un lado están las milicias de Seleka, de mayoría musulmana, y del otro se encuentran los anti-Balaka, cristianos y animistas. El tono de la violencia (asesinatos con machete, razzias en poblados) hizo que aumentaran el odio y el resentimiento. Y el miedo, que es una de las principales razones por las que la gente malvive en el campo y no se atreve a regresar a su casa.

"Cristianos y musulmanes somos hermanos. Tenemos que considerarnos así, comportarnos como tales", declaró, pues, Francisco junto al imán Tidani Moussa Nalbi y sus fieles.

"Tenemos que permanecer unidos para que cese toda acción que, venga de donde venga, desfigura el Rostro de Dios y, en el fondo, tiene como objetivo la defensa a ultranza de intereses particulares, en perjuicio del bien común. Juntos digamos 'no' al odio, a la venganza, a la violencia, en particular a la que se comete en nombre de una religión o de Dios. Dios es paz, salam", afirmó.

Además, el papa animó "a trabajar para que su país sea una casa acogedora para todos sus hijos, sin distinción de etnia, adscripción política o confesión religiosa". Después de eso, Francisco y el imán rezaron en silencio frente al Mihrab de la mezquita, que indica la dirección hacia la que se encuentra La Meca.

Los musulmanes entregaron al papa una tabla con una inscripción de un versículo del Corán y la frase "si encuentras a ciertas personas dispuestas a amar, son las que se dicen cristianas".

Se espera que este episodio, así como el resto de la visita del papa a República Centroafricana, colabore en rebajar la tensión y permita que se celebren las elecciones previstas para el 27 de diciembre, después de que se tuvieran que aplazar en octubre debido a la ola de violencia.

Misa en el estadio

La última etapa de su viaje fue una Misa en un estadio, en la que participaron unas 30.000 personas.

Durante el oficio, el papa reiteró el mensaje central de su visita: "Dialogar con el que es diferente".

Es necesario, predicó, "perdonar al que nos ha hecho daño, comprometernos a construir una sociedad más justa y fraterna en la que ninguno se sienta abandonado".

Curiosamente, el último gran acto celebrado en ese mismo estadio fue un acto del expresidente François Bozizé unos días antes del golpe de estado de Seleka en marzo de 2013.

Francisco en Centroafricana

El papa Francisco y la presidenta de la transición, Catherine Samba-Panza.

El papa Francisco y la presidenta de la transición, Catherine Samba-Panza.


Ahora la presidenta de la transición, Catherine Samba-Panza, recibió al papa en la tribuna de autoridades y tenía puesto un vestido en tonos azules y rojos donde se destacaba una foto de Francisco.

La escenografía de la ceremonia recurrió a motivos sencillos como canoas, cestas o faldas de esparto, que fusionaron las raíces más tradicionales de la cultura centroafricana con el culto católico.

El papa ya volvió a Roma.

Francisco en Centroafricana
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