El inicio del primer capítulo de la miniserie It (1990), que en español se conoció como Eso, y también como El payaso asesino, es escalofriante. ¿Podrá la remake del payaso llamado Bob Gray/Pennywise replicar esa intensidad?
El 8 de septiembre próximo, cuando la película se estrene, se sabrá si el tan peculiar mundo de lo fantástico posible de Stephen King, el cual permite
diversidad de lecturas en cuanto a diferentes modos de adaptar sus cuentos y novelas, ha logrado generar una obra maestra al estilo El resplandor, La milla verde, The Shawshank Redemption (Cadena perpetua), Misery, Carrie, o la propia It.
En septiembre, el 21, King cumple 70 años de edad, y puede celebrarlo con una sorpresa en desarrollo, pues la remake pinta para convertirse en la película de terror más popular de todos los tiempos, eso al menos hace suponer la cantidad increíble de entradas que tiene el tráiler del filme, la cual se aproxima a los 200 millones, habiendo establecido ya una marca imbatible para este año.
Si los productores de Hollywood pudieran saber con seguridad por anticipado qué películas van a tener éxito y cuáles serán un desastre de taquilla, la historia de la meca del
cine no hubiera visto a tantos terminar en la bancarrota económica.
La nueva versión de It cuenta con un argentino, Andrés Muschietti (Mama), como director y, tal cual sucede en estos días con el cine de horror (antes llamado de terror), se busca captar la atención del público joven, el que ha hecho posible que el
género deviniera uno de los fenómenos de la industria del entretenimiento en la actualidad.
La película, además, viene a coincidir con una extraña circunstancia relacionada con los payasos. En diferentes partes de EEUU, gente cuya identidad no fue posible determinar, ha aparecido vestida de payaso, con maquillajes aterrorizantes, habiendo creado pánico en niños y adultos, aunque hasta ahora ningún crimen llegó a cometerse.
En tiempos en que los circos son cada vez menos y en que los payasos ya no son solo los divertidos personajes que se contrataban para alegrar los cumpleaños, una película de terror les devuelve protagonismo, tal vez como forma de decirles que ahora están para generar miedo y no risas.