"En nombre del Poder Judicial pido disculpas por anticipado a toda la población de Uruguay por los errores que cualquiera de nosotros va a cometer en los primeros meses de la implementación del nuevo Código de Proceso Pena (CPP)".
Eso auguró el presidente de la Suprema Corte de Justicia, Jorge Chediak, en la presentación formal de la gran reforma jurídica que entrará en vigencia el 1º de noviembre, cuyo proceso legislativo finalizó este miércoles al aprobarse en el Senado la última modificación necesaria para que el nuevo proceso penal se implemente, en la que fijó en 150 días la prisión preventiva para los menores infractores.
Acompañado por el fiscal de Corte, Jorge Díaz, y el director de la Policía Nacional, Mario Layera, los ánimos eran de orgullo y satisfacción, porque no había confianza en que el Parlamento fuera capaz de aprobar "los casi 60 artículos" que reformaron distintas leyes en solo cuatro meses, cuando en julio se resolvió postergar la activación del CPP, precisamente por falta de ajustes legales.
Sin embargo, y al margen de haber vencido "todos los escepticismos" luego de casi diez años de trabajo desde que se formó la primera comisión de expertos para redactar las bases de la reforma, a Chediak le preocupa qué tolerancia tendrá la sociedad con la inexperiencia de los operadores jurídicos ante un marco normativo que no se conoce lo suficiente. "Se van a cometer errores –dijo–, porque este es un cambio de diseño, no de leyes. Esto quiere decir que todos pasaremos a cumplir nuevos roles y funciones, y cuando uno no tiene el kilometraje necesario, al principio pueden existir equivocaciones".
Que ello va a ser así fue además señalado por "más de una decena" de ministros y fiscales "de países hermanos" que le transmitieron a Chediak la advertencia de equivocaciones inevitables que habrá en los comienzos, tal como sucedió en la experiencia extranjera. Es un temor sobre el que, además, se han referido varios actores del derecho nacional, inquietos por la falta de conocimiento e información imprescindibles para actuar en el nuevo marco, a solo 13 días de su inicio.
"Démosle tiempo a la reforma, no la juzguemos, no la destripemos por los errores que cometamos en los primeros días o semanas de su aplicación –insistió–, porque al final va a dar sus frutos".
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