Agro > Ecos de la Expoactiva
El problema está más en los costos que en la rentabilidad
Costos, rentabilidad y estrategia fueron algunos de los temas que se tocaron en el ciclo de conferencias de la Asociación Rural de Soriano en la Expoactiva
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15 de marzo de 2018 a las 16:47
Teniendo como premisa fundamental que el equilibrio económico radica en la estabilidad de las variables, el exministro de Ganadería, Agricultura y Pesca y coordinador general de Fucrea, Martín Aguirrezabala, destacó en el ciclo de conferencias institucionales de la Asociación Rural de Soriano que la crisis que está viviendo el agro no es de rentabilidad, sino de costos, y que por esa razón golpea más a los pequeños y medianos productores.
"Necesitamos construir una ecuación para que el año que viene cierre, si no nos va a voltear a todos. Si no logramos financiar la zafra que viene esto se va a parecer mucho al año 2002, con un montón de gente que va a quedar por el camino", apuntó.
Aguirrezabala comentó durante su exposición de poco más de una hora en la Expoactiva Nacional que respecto a la situación que se está viviendo, hay cosas que no se le pueden pedir al gobierno porque no las puede dar, pero existen otras que sí.
Además pidió por una interacción entre todos los actores y las instituciones con el fin de reducir la variabilidad y "poder salvar a un montón de gente en el futuro".
"No le podemos pedir al gobierno que suba el dólar a $ 36 porque es como ir a pedirle que ponga la inflación a 35%. Tienen que pasar otras cosas, como que haya pocos dólares en el mercado global y que el dinero de los países emergentes se vaya", explicó en referencia a una hipotética suba de las tasas de interés en Estados Unidos.
En tanto, sobre el déficit fiscal y el tipo de cambio, puntualizó que el Estado uruguayo gasta todos los años US$ 2.000 millones más de lo que recibe y que ese dinero tienen que salir a buscarlo al mercado.
"Cuando vienen dólares se cambian a pesos. El gobierno se financia con letras de regulación monetaria con la mejor colocación que se ha visto en los últimos cuatro años, por lo que dólares van a seguir viniendo y no se va a arreglar con salir a comprar unos dólares por mes porque el desequilibrio es muy grande", explicó.
Agregó que lo que está precisando el campo es competitividad y que lo que se necesita es que bajen los costos en dólares, que "no es lo mismo que el dólar suba".
"El problema es que todos los costos de la cadena son altos, con tarifas elevadas y muy altas en relación a los competidores. No estamos en una crisis de rentabilidad, estamos en una crisis de costos, por eso golpea al productor pequeño y mediano", puntualizó.
Aclaró además que un problema de todo el país –no solo del agro– son los altos costos laborales en relación a la productividad. Señaló en ese sentido que el campo puede soportar los costos directos que le competen, pero hay otras cargas derivadas del Estado o de la industria que "caen arriba del agro".
A su vez, reclamó a los productores que llevarán los vencimientos de las deudas lo más lejos posible, como forma de paliar el mal año que viene por delante. "La agricultura da revancha, históricamente ha sido así, pero hay que tener cuidado con los contragolpes. Hay que cuidar un poco también los arcos", advirtió en referencia a los costos.
Comparación
Aguirrezabala señaló que una empresa con 1.000 hectáreas, a un tipo de cambio y nivel de competitividad como el de 2010, hoy podría mantener el mismo equilibrio que con 700 hectáreas en ese entonces. Esa diferencia, explicó, implica que ese productor precisa de US$ 400.000 dólares más de capital para poder vivir al mismo nivel que hace siete años.
Dijo, además, que desde 2013 el área agrícola bajó un 22% y en las actuales circunstancias –por la sequía– van a faltar US$ 400 millones que no se van a arreglar con seguros, baja del gasoil o más devolución de impuestos.
Destaque para la rentabilidad en el negocio ovino
Resaltando el camino tecnológico para la producción ovina que aún queda por recorrer en Uruguay, en carne ovina y lanas, el director nacional del Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA), Fabio Montossi, dijo en la Expoactiva que a pesar de estar en un momento bastante complicado, en el ovino el negocio es muy rentable.
Montossi subrayó que la tendencia en el valor de exportación de la carne ovina es que esté por encima de la carne de vacuno, y que lo importante es pensar a dónde se está enfocando Uruguay, que si bien es al Mercosur, principalmente la carne ovina va hacia Brasil. Después aparecen China y la Unión Europea, seguidos por diferentes destinos.
En relación a los mercados de la carne, en un prolongado análisis Montossi reflexionó que no cabe duda que China va jugando un papel cada vez más importante y que en el caso de la Unión Europea, aunque se reduce y no está tan enfocado en volúmenes, en términos monetarios sigue siendo clave.
"Con China como primer destino de la exportación y la Unión Europea jugando un papel central en cuanto a valor, ya sabemos quienes son los principales jugadores en lo que refiere a carne ovina", comentó.
Acerca de los valores promedio de importación más altos, los primeros lugares son ocupados
actualmente por Estados Unidos, seguido por la Unión Europea, Brasil y China.
Montossi destacó en este sentido que la presencia del país vecino entre los mercados más importantes implica una considerable ventaja en lo que tiene que ver con los agronegocios y mencionó, en otro orden, a India como un mercado interesante a explorar.
En el caso de los países referentes en exportación, el director nacional del INIA comentó que eso no ha cambiado demasiado, ya que Australia y Nueva Zelanda siguen liderando en el contexto internacional.
Ausencia de una estrategia clara
En su disertación el también exministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, Roberto Vázquez Platero, advirtió que Uruguay no tiene una estrategia muy clara en la inserción internacional de sus productos cárnicos.
A su vez, sostuvo que la suba espectacular de precios que tuvieron los alimentos a partir de 2003 fue producto de las políticas macroeconómicas de los países desarrollados, que a través de diferentes mecanismos financieros inundaron el mundo de enormes flujos de capital que fueron a parar a los países emergentes.
El conferencista aseguró que en estos años fueron muchos los países emergentes que no aprovecharon de ese período especial que se vivió y las consecuencias están a la vista.
"El crecimiento se ha detenido y el precio de los commodities se han derrumbado. Aunque los precios de los alimentos tendrán valores superiores a los anteriores a 2003, volverán a caer a través de cierta volatilidad que persistirá, debido a la presencia de mecanismos de especulación en los mercados que harán que los precios suban", reflexionó.
En este sentido, recordó que cuando visitó la exposición en 2009 "era todo euforia. Pensábamos que el mundo iba a demandar carne cada vez más y los alimentos iban a seguir creciendo, miramos al mundo como si no hubiese límites. A partir de 2013 y 2014 empecé a ser más prudente porque fui aprendiendo que lo que habíamos visto al principio no era lo que estaba pasando", expresó en tono autocrítico.
