El regreso del más malo

Gustavo Saffores, actor que protagonizó los últimos grandes éxitos del teatro independiente uruguayo, con Tebas Land a la cabeza, regresa con uno de los títulos que le valieron ese lugar. Algo de Ricardo, inspirada en Ricardo III, con dramaturgia de Gabriel Calderón y dirección de Mariana Percovich, se estrenó en 2014 y estuvo medio año en cartel. A Saffores le quedó gusto a poco y el haberla presentado recientemente en el Festival de Teatro Rafaela de Santa Fe reavivó la llama, aunque Percovich debió desvincularse por su actual rol político en la Intendencia de Montevideo.

Para quienes se quedaron con las ganas o quieren volver a ver una poderosa y provocadora interpretación del clásico de William Shakespeare, la obra vuelve por dos fines de semana.

Ricardo III es uno de los personajes más potentes del máximo autor inglés, encorvado pero sumamente seductor, despiadado y brillantemente manipulador. Logra todo lo que quiere y durante siglos ha fascinado a directores, actores y espectadores.

Esta versión que logró el equipo Calderón-Percovich-Saffores, trae a ese personaje a los días actuales en la piel de un actor ególatra igualmente manipulador: Gustavo III. "Calderón lo complejiza bastante, se hace más atractivo para actuar", dijo Saffores a El Observador.

Y no es el único personaje que el actor pone sobre el escenario. Se encorva y endereza, se viste y desviste, para hacer cuatro papeles más, entre ellos los femeninos de lady Anne y la reina Margarita.

Saffores defiende que los clásicos sean destrozados como una forma de acercar los viejos autores al público actual. "Lo que los mantiene vivos es justamente que la gente lo reinvente. Después, es una cuestión de gustos", afirmó.

En este caso, tomaron el personaje de Ricardo para referirse a los mecanismos del poder y de los caminos por los que se llega a determinados lugares sin importar los medios dentro del ambiente teatral.

"Un actor puede destrozar a su sistema teatral o a su ambiente para llegar a hacer un protagónico", afirmó Saffores en referencia a la inspiración para Gustavo III.

En el medio de la reinterpretación del clásico, la actuación no representativa que desnuda los hilos que mueven la escena, y los vicios tecnológicos del hoy, Gustavo III rompe la cuarta pared.

En más de una oportunidad, ante el sonido de un celular, Gustavo III le dijo al espectador: "Tranquila, atienda señora". Saffores sostiene que aunque sí molestan, "hay que desdramatizar" el problema de los celulares porque hay partes de la obra en las que esos sonidos propios de la contemporaneidad se pueden aceptar. "Cuando en el 1500 hacías Shakespeare, la gente comía, te hablaba, te tiraba una cosa, te gritaba que te vayas y también es recuperar ese ambiente", dijo Saffores. "No todas las obras lo permiten", agregó.

El actor que ahora retoma su único unipersonal, que además contó con el lujo de que se lo escribieran para él, está en una buena racha. Viene de presentar Los malditos en España con un elenco local el año pasado, grabó una aparición para la película Memorias del calabozo y es el encargado de darle cuerpo y voz al álter ego del director y dramaturgo Sergio Blanco en el éxito internacional Tebas Land, que estará el año que viene en la sala mayor del Solís, y el reciente estreno El bramido Düsseldorf, que repondrá en Montevideo en febrero.

Además protagoniza Nerium Park –dirigida por Gerardo Begérez–, que lleva cuatro meses en cartel y seguirá todos los viernes en El Galpón.

Algo de Ricardo estará en Tractatus (Ituzaingó 1583 esquina Piedras, Montevideo) por dos fines de semana, sábados a la hora 21 y domingos a las 20. Las entradas cuestan $ 300 y se reservan por el 097 040 924.