Por Blasina y Asociados, especial para El Observador.
El último tramo de enero y principios de febrero vienen con poca agua para Argentina (junto a Uruguay y Rio Grande) y eso se siente en Chicago, donde la soja subió ayer jueves por novena jornada consecutiva.
Es la racha más larga en cuatro años para la oleaginosa. La debilidad del dólar en el mundo y en Brasil, con la confirmación de la situación adversa para el ex presidente Lula da Silva, ayudaron al rebote en el mercado de la oleaginosa.
Sobre el cierre de este jueves el contrato julio de la soja cotizaba sobre US$ 375 por tonelada.
Negocios a US$ 360
En el mercado local se dieron referencias abiertas el jueves de US$ 360 por tonelada base acopio en Nueva Palmira.
Más allá de este rebote en los valores, la comercialización no se movió demasiado. Pesan las expectativas de subas mayores, pero principalmente la cautela ante las condiciones climáticas en momentos que los cultivos de soja entra en fases críticas.
Los últimos episodios de lluvias tuvieron una cobertura irregular y no se ve un alivio generalizado para las próximas semanas.
En el mercado internacional ya se maneja una producción de soja para Argentina claramente por debajo de los 56 millones de toneladas del último reporte del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés).
En Brasil la producción en volumen podría ser similar al récord de la zafra anterior, aunque la continuidad de las lluvias enlentece la cosecha y la llegada del poroto a los puertos, lo que puede ser alcista en el corto plazo.
Mientras en Brasil la debilidad del dólar neutraliza el avance en Chicago, en Argentina los productores han sido más vendedores ante la recuperación en la divisa estadounidense.