Empleo insuficiente alcanza a 315.000 personas

Actividad. Luego de un período de dos años de relativo estancamiento que terminó a mitad de 2016, en los últimos trimestres la economía uruguaya encadenó crecimiento a un ritmo interanual de 4%. Sin embargo, ese mayor dinamismo de la actividad económica "no se está viendo reflejado en forma clara en una recuperación del mercado de trabajo", advirtió un trabajo que divulgó el portal Objetiva de la consultora Deloitte.

En una observación de ciclo-tendencia, el desempleo ha permanecido en tasas cercanas al 8%, mientras que la tasa de empleo ha mantenido una tendencia descendente. En setiembre el empleo cerró en 58%, uno de los menores niveles de los últimos nueve años. Eso llevó a que desde 2014 se perdieran unos 32 mil puestos de trabajo en la economía.

Deloitte profundizó un poco más sobre los datos que procesa el INE sobre el mercado laboral. Así la consultora definió un nuevo indicador denominado Tasa de desempleo amplio, que incluye además de la desocupación, una estimación de la población que no estaría buscando empleo por estar "desalentada". Ese indicador se ubica hoy en 9,3%, casi tres puntos por encima del mínimo alcanzado en la fase alcista del ciclo (2013-2014).

En tanto, analizando la tasa de insuficiencia de empleo –que toma los trabajadores desalentados y el subempleo– , el indicador se ubica en 17,4% de la población económicamente activa. "En otros términos, podemos decir que unas 315 mil personas tienen actualmente problemas de insuficiencia de empleo en nuestro país", advierte Deloitte.

A juicio de Deloitte, la actividad económica crecerá más de 3% durante 2018. Sin embargo, "las perspectivas de recuperación del mercado laboral lucen más inciertas. Por el momento no se advierte un cambio claro en la tendencia declinante del nivel de empleo", asegura. De hecho, en la última encuesta de Expectativas Empresariales de octubre de Deloitte, solo el 11% de los ejecutivos planea elevar su plantilla durante los próximos 12 meses.

"La debilidad del empleo es reflejo de la presión de costos que enfrentan las empresas, en un marco de subas de salarios superiores al crecimiento del PIB en los últimos dos años. Las próximas pautas salariales deberían privilegiar la creación de empleos por sobre subas adicionales del salario real", plantea Deloitte.