Nacional > Drama en el litoral norte

En contenedores y carpas: así resisten las inundaciones las familias de Salto

Miles de salteños tuvieron que abandonar sus hogares a orillas del Uruguay
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13 de junio de 2017 a las 05:00
Contenedores, carpas en las veredas, calles cortadas y las casas de miles de personas, una vez más, bajo agua es el paisaje que presenta Salto, el departamento más afectado por las inundaciones. Un paisaje al que están acostumbrados los que viven en el litoral oeste del país ya que todavía no pasó un año y medio de la última vez que el río llevó a que más de 6.000 personas tuvieran que dejar sus hogares. El río Uruguay se encuentra en 15.08 metros y de acá al lunes llegará a 15.90 metros, según las estimaciones de la Intendencia de Salto. Y si esa crecida se confirma, a los 3.298 desplazados se le sumarán otros 1.000.

La inundación de principios de 2016, y las anteriores, sirven como experiencia para afrontar la de este año. Las autoridades de la Intendencia y el Ejército han recogido información y eso permite realizar las evacuaciones antes de que el agua entre en las casas. El 27 de mayo el Ejército, bajo las órdenes del Comité de Emergencia Departamental (Cecoed) realizó las primeras evacuaciones y este lunes solo tuvieron que evacuar a siete familias. Los desplazados no volverán a sus hogares antes de fin de mes.
Los contenedores que hasta hace poco era la vivienda de decenas de doloreños –tras el tornado de abril del 2016- ahora son el refugio de varias familias salteñas. 12 contenedores viajaron directo desde Mercedes hacia el litoral para ser utilizados luego de que el río comenzara a crecer y este martes las autoridades esperan que lleguen otros 18.

"Nosotros acá estamos cómodos. Nos arreglamos", contó a El Observador Héctor, que con su familia de 17 integrantes ocupa dos contenedores ofrecidos por la Intendencia de Salto. En total son 70 personas las que están ubicadas en ese tipo de refugios. Como Héctor, la mayoría de los evacuados está conforme con la ayuda que le ofrece la Intendencia frente a esta situación. "El intendente está tirando, hace lo que puede", comenta.

El hombre, que trabaja realizando changas, vive en las zonas más bajas del departamento y apenas el río comienza a subir y se acerca a los 12 metros tiene que abandonar su vivienda. Eso le sucede a unos 1.000 salteños que sufren la crecida del río frecuentemente.

Además de los contenedores, la Intendencia dispuso de siete refugios en diferentes puntos, entre los que se encuentra un gimnasio y un hotel que estaba en desuso, que están recibiendo a unas 200 personas.

Carpas

Pero la mayoría de los evacuados no quiere ir a los refugios que ofrece la Intendencia y opta por quedarse cerca de sus viviendas para "cuidarlas". Es así que 895 evacuados se encuentran en 230 carpas distribuidas a lo largo de las calles de Salto, siempre cerca del río. Es el caso de Julio César, quien es pescador artesanal y decidió quedarse a unos 50 metros de su casa.

Si bien el agua todavía no llegó hasta su vivienda, desde la última inundación de enero de 2016 una de las paredes quedó inestable y, por peligro de derrumbe, decidió salir de su casa hace diez días. "El peligro es estar con los chiquilines acá. Esto puede ceder en cualquier momento", dice mientras señala una pared de roca a la que el agua comienza a acercarse. Además, Julio tampoco puede trabajar. Por la crecida del río, Prefectura no le permite salir a navegar, y no puede pescar para vender. "En estos momentos estamos viviendo de lo que trae la Intendencia", cuenta. El Cecoed, a través del Ejército y de personal de la Intendencia, distribuye tres comidas diarias entre todos los evacuados. Lo más complicado para Julio César es el frío. Con un niño de apenas un mes y medio en la familia, se las arreglan para pasar las noches en la carpa. "Hay que traer lo que se pueda para taparse. Desde que vinimos para la carpa ha bajado la temperatura", cuenta. El principal problema del departamento no es el río Uruguay en sí, sino la crecida de los arroyos Ceibal y Sauzal que atraviesan la ciudad. "Cuando el río Uruguay llega a su cota de seguridad, los arroyos no pueden desembocar ahí y comienzan a ensancharse", explicó a El Observador el jefe mayor del batallón Ituzaingó, Andrés Píriz. Si el río llega a los 15.90 metros, como está previsto, el agua quedará a tan solo dos cuadras de la calle Uruguay, que es la principal de la ciudad.

Reconocimiento del gobierno

El presidente Tabaré Vázquez reconoció a quienes están trabajando "denodadamente" por los ciudadanos que está sufriendo las inundaciones en el norte y en el litoral oeste del país. "Muchos ciudadanos y ciudadanas están trabajando solidariamente, demostrando el espíritu solidario que tiene el pueblo uruguayo", dijo el mandatario en el cuartel de Blandengues, donde se realizó un nuevo Consejo de Ministros abierto. "A todos ellos; civiles, militares y policías, el gobierno uruguayo quiere expresarle públicamente su reconocimiento y agradecimiento", subrayó.

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