En Santa Clarita la muerte les sienta bien

Los zombies terminaron de conquistar el mundo. Al menos en el universo hollywoodense. Series y películas se encargaron de crear un sinfín de productos y personajes hasta el punto del hartazgo. Pero una nueva serie de Netflix le encontró una vuelta de tuerca a un asunto que se había presentado siempre de la misma manera (lucha por supervivencia, ellos versus nosotros), y le impregnó de "humanidad" al muerto viviente.

De esta manera llega Santa Clarita Diet, una comedia sangrienta ambientada en los suburbios californianos en la que el zombie no es otro que la madre de una familia típica, aunque sumida en la aburrida rutina. Y no solo tiene a esa premisa interesante, sino que además cuenta con el atractivo agregado de tratarse del primer protagónico en televisión de Drew Barrymore: una figura clásica de las comedias románticas del 2000, que se mantuvo lejos de la pantalla grande en los últimos años, optando por trabajos detrás de cámaras y concentrándose en la maternidad.

Aquí Barrymore interpreta a Sheila Hammond, una madre común y corriente que vive en Santa Clarita, que junto a su esposo Joel (Timothy Olyphant) trabajan como agentes inmobiliarios. Pero pronto Sheila comienza a tener síntomas extraños: primero un fuerte dolor en el abdomen, luego –mientras están mostrando una casa para vender– comienza a vomitar en una incesante catarata. Y tras quedar inconciente unos momentos, se despierta como si nada hubiese pasado. Solo que ahora su pulso desapareció y tiene una intensa afición por la carne cruda.

Las razones no se develan de inmediato, pero es claro que Sheila es ahora un zombie, y la familia deberá resolver pronto cómo adaptar su vida al drástico cambio de dieta de la madre.

La trama, como es de esperar, se presta para el humor truculento y sanguinario, y consigue manejarlo bien, intercalándolo con las figuras y chistes clásicos de las sitcoms.

En este sentido, el personaje de Barrymore mantiene su optimismo y la afabilidad de los suburbios a pesar de sentir la urgente hambre por carne humana, al mismo tiempo que encuentra una renovada energía, mayor determinación y un amplificado apetito sexual. La clásica simpatía de la actriz se presta perfectamente para ser equilibrada por los instintos básicos del zombie.

Olyphant, por su parte, en los primeros capítulos da en el clavo como el esposo cauteloso pero ansioso, que intenta funcionar como la brújula moral (después de todo, está mal comerse a la gente), pero cederá a favor del amor que siente por su esposa, bajo el entendido de que esta especie de muerte no los separará.

Completan el elenco su hija adolescente Abby (Liv Hewson) y Eric Bemis (Skyler Gisondo), el extraño vecino y compañero de clases de Abby, que ofrece sus conocimientos para encontrar el diagnóstico adecuado de Sheila.

Santa Clarita Diet es, en palabras de su protagonista principal, "un show sobre relaciones humanas y familia (que) va más allá de lo absurdo". Pero es precisamente por su comedia absurda y sus toques de horror que significa un aporte diferente y entretenido a la enorme oferta de realizaciones sobre zombies.

Mención aparte merece la campaña digital que se realizó para la serie. Semanas antes de su estreno el sitio web santaclaritadiet.com detallaba en tres simples pasos de qué se trata esta misteriosa dieta, que afirma que permite "comer a quien quieras, cuándo quieras". En sus redes, la serie contó con la ayuda de celebridades y blogueros que promocionaron a su manera los "beneficios" de la dieta. Asimismo, compartió recetas con ingredientes humanos.