"Yo quisiera hacer una declaración. Necesito que me escuchen". Aguantándose las lágrimas, Paola Fiege pidió a la jueza María Helena Mainard unos minutos para descargar su enojo por las condiciones de reclusión en las que se encuentra en la cárcel donde cursa 120 días de prisión preventiva en el marco de la investigación contra ella y su pareja, Marcelo Balcedo, por lavado de activos.
Si bien la audiencia de este miércoles era una instancia más para definir si a ambos argentinos se los extradita a su país, Mainard dio lugar al pedido de la mujer y la escuchó con las manos apoyadas en el mentón.
"Estoy de rehén con mis hijos, no los puedo ver. Tuve una tragedia con mi nena que casi se muere y yo todas las audiencias estoy pidiendo por mis hijos. No tengo oídos sordos, nadie se fue a mi casa a preocuparse por ellos a ver cómo estaban", comenzó diciendo en esa especie de catarsis con ojos llorosos, en la que prácticamente rogó a la jueza que le concediera el arresto domiciliario. "Ellos están sufriendo mucho. El más grande todo el tiempo me pregunta cuándo voy a volver. Que los niños estén alejados de su madre, no lo puedo creer", siguió, y comenzó a mencionar las condiciones de reclusión en las que se encuentra.
"Me han trasladado por todo el país, me han visto partes íntimas hombres que me han revisado, me han maltratado, las condiciones de las cárceles son inhumanas. Estuve intentando denunciar que hay ratas y no es saludable ni para mí, ni para las otras presas, ni para los policías que trabajan ahí. En esas cárceles nadie se puede rehabilitar", dijo y agregó: "Yo tengo mucho miedo. He denunciado pero sigo en una condición inhumana y precaria. Tengo que procurar estar bien por mis hijos y madre hay una sola y soy buena madre".
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La jueza le explicó que el pedido de arresto domiciliario había sido negado este martes, pero que eso no significaba que su defensa –integrada por los abogados Víctor Della Valle y Alejandro Balbi- pudiera reiterarlo. "Yo la entiendo. También soy madre", le dijo la fiscal, y le explicó que la Fiscalía se daba por enterada de sus denuncias y le harían llegar sus declaraciones al Ministerio del Interior.
La de este miércoles fue la segunda audiencia por la extradición pedida por la Justicia argentina y se manejaron los mismos argumentos que en la primera. Por un lado, la defensa alega que no deben ser extraditados porque la causa en Argentina está teñida de política y de un enfrentamiento entre el juez que pidió la extradición, Ernesto Kreplak, y el sindicalista y empresario Balcedo. Para los abogados, la Justicia uruguaya está siendo "engañada" por la argentina en este caso. "Ustedes están siendo inducidos en un error", dijo Balbi a Mainard.
Por el otro, los representantes de la Cancillería argentina argumentaron que la política no tiene nada que ver en esta historia, que existen delitos por los que se los quiere juzgar en Argentina que son distintos a los motivos por los que se los investiga en Uruguay –lo que habilitaría la extradición, según el tratado entre ambos Estados- y que, por ende, no existen obstáculos para que puedan ser enviados a ese país. Por su parte, el fiscal especializado en Delitos Económicos, Enrique Rodríguez, manifestó que no ve impedimento para que sean extraditados, pero que primero debe finalizar la investigación local a la pareja, que puede derivar en su condena o absolución, por lo que establece el nuevo Código del Proceso Penal. La jueza resolverá si la pareja se va a o no a Argentina el 7 de marzo.
La representación de la Cancillería argentina también sostuvo que los bienes embargados e incautados a la pareja corresponden a Argentina y no a Uruguay porque, según explicó, fueron obtenidos por delitos presuntamente cometidos en el país vecino. Dijeron, por ejemplo, que muchos billetes encontrados tenían una faja de un banco argentino, lo que no da dudas, según manifestó, de que ese dinero pertenece a Argentina y no a Uruguay.
En ese punto, la Fiscalía uruguaya discrepó un tanto con la Cancillería argentina porque consideró que todavía no se puede definir el destino de los bienes millonarios incautados.
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