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Gobierno busca relanzar acuerdo comercial con China

En 2018 propondrá un acuerdo bilateral para salir del encierro mercosuriano
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27 de noviembre de 2017 a las 05:00
El gobierno está trabajando en una propuesta que pueda reformular el Tratado de Libre Comercio (TLC) que los presidentes Tabaré Vázquez y Xi Jinping intentaron impulsar en octubre de 2016 durante la visita de estado que el mandatario uruguayo hizo a China.

Aunque todavía no hay nada concreto y recién se están empezando a examinar distintas fórmulas, la cancillería piensa en la posibilidad de proponer al gobierno chino acuerdos bilaterales (que no sean TLC) para poder mover la agenda de negociación comercial con China en 2018, dijeron a El Observador fuentes oficiales.

El intento del Ejecutivo busca una válvula de escape al encierro que al que lo somete el Mercosur en este tema, especialmente a partir de la negativa de Brasil de que el bloque llegue a acuerdos con China. Si bien un posible pacto con ese país ya está en el ámbito de negociación interna del bloque, el consenso para avanzar en el tema puede demorar años o, incluso, no llegar nunca.

Aunque China le dejó claro al gobierno uruguayo que a ellos "nadie le marca la agenda" (en referencia a Brasil), el cálculo del Ejecutivo es que atreverse a jugar las cartas de un TLC contra la aprobación de Brasil podría traer consecuencias con el vecino.

Que el gobierno quiera lograr acuerdos con el gigante asiático en 2018 no es casual en tanto que Vázquez y Xi se habían comprometido a firmar un acuerdo de libre comercio ese año.

"En este momento, las relaciones diplomáticas entre los dos países han cumplido 28 años. En el año 2018 cumpliremos 30 años y hemos fijado esa fecha como límite para firmar el Tratado de Libre Comercio", dijo Vázquez en su visita a Pekín.

Que Uruguay haya ingresado en la categoría de "socio estratégico" para China es un tema relevante, en tanto que la mayoría de los inversores y empresarios chinos buscan una señal de su gobierno para saber con quién negociar. Desde que Uruguay ingresó en esa lista de "confiabilidad", los empresarios chinos comenzaron a viajar al país con más frecuencia, dijeron a El Observador desde la organización Uruguay XXI, agencia estatal promotora de inversiones.

El impulso fue capitalizado en la última visita de Estado que hizo Vázquez a China pero forma parte de tres décadas de acercamiento diplomático y expansión comercial que comenzó cuando el gobierno de Julio María Sanguinetti decidió iniciar relaciones diplomáticas con ese país.

En la actualidad, China es el principal socio comercial de Uruguay. Entre enero y junio de 2017, Uruguay exportó US$ 897 millones (sin contar las colocaciones desde zonas francas), un 44% más que en el mismo período del año anterior según un informe del Departamento de Negocios Internacionales e Integración de la Universidad Católica. Las semillas y frutas oleaginosos representaron un 30% del total de las exportaciones en ese período, mientras que la carne (11%) y la madera (5%) completan los tres productos de exportación más importantes.

Tanto el ministro de Relaciones Exteriores, Rodolfo Nin Novoa, como el ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, Tabaré Aguerre, han insistido en la necesidad que tiene el país de mejorar las condiciones de ingreso de los productos uruguayos al mercado chino, habida cuenta de que países ganaderos y agrícolas como Australia y Nueva Zelanda colocan sus productos sin el costo de aranceles que paga Uruguay.

Además de la competencia ya conocida, ahora se suma la fuerte apuesta del gobierno estadounidense que logró este año que su carne vacuna volviera a China luego de 14 años de suspensión de esas exportaciones.

Estrategia de ingreso

Ofrecer posibilidades comerciales es, a todas luces, la estrategia de China para lograr una mayor penetración en lugares en los que hasta no hace tanto no se metía. Por eso no es de sorprender que el país oriental se haya convertido en uno de los principales socios para América Latina y que esté dispuesto a firmar acuerdos con más estados (tiene TLC firmados con Chile, Perú y Costa Rica). Mientras que el gobierno del estadounidense Donald Trump cuestiona el sistema multilateral y se encierra en su proteccionismo, China aprovecha y levanta la bandera del libre comercio. Así lo hizo en Davos a principios de año.

En su último Libro Blanco para las relaciones entre China y América Latina, el gobierno oriental hizo explícita su intención de acercarse a la región a través de distintos incentivos, entre los que se destaca la firma de nuevos tratados comerciales.

En ese contexto, esta semana se desarrollará en Punta del Este la cumbre empresarial China-LAC bajo el lema Nueva visión de la relación entre China y América Latina y el Caribe en el contexto de las iniciativas en la Ruta de la Seda.

El China-LAC es la conferencia de negocios más importante entre el Estado asiático y Latinoamérica. Tan es así que el presidente Vázquez comprometió su presencia para la inauguración de la cumbre que espera por la llegada de unas 700 empresas.

El director ejecutivo de Uruguay XXI –encargado de la organización del evento junto al Consejo Chino Para el Fomento del Comercio Internacional y el Banco Interamericano de Desarrollo– Antonio Carámbula recorrió varios países de la región en los últimos meses para promocionar el evento. Se espera la llegada de varios empresarios brasileños y argentinos, además de empresas chinas.

"Hay mucho interés, China es hoy el principal socio comercial en materia de bienes de muchos de los países de Latinoamérica y está posicionado al menos entre los tres más importantes tanto en materia de exportaciones como de importaciones", dijo Carámbula ante empresarios de Porto Alegre a fines de agosto.

La primera cumbre de este tipo tuvo lugar en Santiago de Chile en 2007 y en los últimos 10 años se realizó de forma ininterrumpida.

"Te agarran por el lado del comercio", dijo una fuente diplomática a El Observador. Pero esa es apenas una de las aristas chinas para ejercer influencia. En Uruguay, por ejemplo, se comenzó a propagar la cultura y la lengua china con el desembarco del Instituto Confucio que funciona dentro de la órbita de la Universidad de la República. Hasta qué punto el Ejecutivo podrá profundizar el comercio con China será tema de tiempo y voluntad.

US$ 897

millones sumaron las exportaciones uruguayas a China durante el primer semestre del año. En ese período, Uruguay logró tener un saldo positivo en la balanza comercial con el país asiático

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