Luego de ser bienvenido por Facello, quien definió a Zubía como un ciudadano "tan calificado" y de una "integridad absolutamente moral", la voz fuerte y nítida del exfiscal –una de las figuras más críticas con el nuevo Código del Proceso Penal que rige desde noviembre de 2017–, irrumpió como si el volumen del audio se hubiera subido , para continuar su prédica contra la legislación penal vigente. Pero ahora, la diferencia sustancial fue que lo hizo desde una perspectiva "ejecutiva" y ya no desde la del operador judicial que era hasta hace pocas semanas.
Edgardo Novick, a su lado, sonreía y asentía luego de todas sus frases, igual que en su imagen impresa en la gigantografía que hacía de telón de fondo del salón atiborrado de periodistas, adherentes, y su equipo de comunicación.
En un discurso de poco más de 10 minutos, Zubía centró su exposición en su idea de que hay reformas "híper necesarias" si se quiere lograr la "supervivencia" de la sociedad, como el cambio de "una ley vergonzosa", la 19.446 de 2016 –que prevé la libertad vigilada en sustitución a la prisión para algunos casos–, o la modificación de algunos conceptos del nuevo proceso penal.
Por ejemplo, citó luego, apuntará contra la suspensión condicional del proceso ante delitos leves o contra la posibilidad de que en algunos casos no se aplique la prisión preventiva mientras el imputado espera por su juicio –esto último, a su vez, también es una modificación que propuso el Pdoer ejecutivo y que actualmente estudia el Parlamento. El proceso penal así como está definido, fue para el exfiscal un proyecto que otorgó "mejor gestión" a quienes delinquen. "Si antes era negocio delinquir, hoy es re buen negocio. Eso lo tenemos que cortar", afirmó.
Antes de que le consultaran al respecto, Zubía explicó indirectamente por qué se sumó a las filas del Partido de la Gente, cuando había sido invitado también por otros partidos de la oposición desde que renunció a la Fiscalía en mayo y luego se jubiló. "Quiero tener las manos libres y la independencia, obviamente coordinada", dijo. Además, añadió que el sistema judicial no le dio "la oportunidad de mover la palanca" de los cambios, mientras era representante del ministerio público. Y Novick le ofreció la chance de hacerlo, pero como legislador.
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"Zubía es una de las personas que más sabe de inseguridad en el país porque ha trabajando día y noche por más de 30 años", dijo Novick minutos después, cuando se refirió a la "nueva forma" de hacer política que su partido lleva adelante. Se trata, según dijo, de "poner a las personas más capaces en los lugares más importantes del país", haciendo énfasis en la inseguridad, que no dudó en definir luego como el principal tema que abordará en la campaña para las elecciones de 2019.
Sin embargo, tanto él como Zubía no acompañarán el proyecto del senador nacionalista Jorge Larrañaga de reformara la Constitución para, entre otras cosas, destinar efectivos militares para contribuir en la tarea policial. Zubía aseguró que el problema radica en que los policías "tienen las manos atadas", y habló de la necesidad de cambios que propongan "mayores garantías cuando tengan que usar la violencia contra los delincuentes".
La esperanza de Gustavo Zubía es lograr una banca en la Cámara de Representantes, aunque no descarta que su partido "eventualmente" logre los votos y lo lleve a ocupar un cargo como senador. "Quiero estar donde las leyes se cocinan", sostuvo.
Pero también se permitió imaginarse en un puesto de decisión aún más determinante. "No le haría asco, eventualmente, a que si el Partido de la Gente tiene la oportunidad de gobernar, pueda asumir un cargo ejecutivo", aventuró. Ante la pregunta de si se refería a integrar el gabinete del Poder Ejecutivo como ministro del Interior, dijo que es una "posibilidad".
Edgardo Novick anunció que un grupo de su partido, integrado por el experto en seguridad Robert Parrado, entre otros, al que se incluirá en breve Gustavo Zubía, se encuentra trabajando en un proyecto de seguridad que se dará a conocer en octubre.
"La gente quiere que le arreglen el problema ya", dijo Novick. Ese proyecto cuenta con el aporte de los asesores de la empresa de seguridad del exalcalde de Nueva York Rudolph Giuliani, quienes visitaron el país a fines de abril invitados por él.
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