El arquitecto colombiano radicado en Argentina, Sebastián Marroquin, no teme en hablar de sus orígenes. El hombre, nacido bajo el nombre de Juan Pablo Escobar, es el hijo del mítico narco colombiano Pablo Escobar. Tiene 39 años, y es autor de varios libros en donde da su versión de la historia de su padre, con una visión muy crítica del narcotráfico y el imperio delictivo que se genera.
"Sí a la Paz. Un deber, un derecho, una responsabilidad cotidiana, un imperativo moral de todos los Colombianos.", escribió junto a la noticia del anuncio del acuerdo entre el gobierno y las FARC por el cese de la guerrilla armada.
Exiliado con su madre desde la muerte de su padre y luego de pactar por su vida con el cartel de Cali, hoy Sebastián vive en Palermo Soho con su esposa María Ángeles Sarmiento. Desde allí, El País de Madrid tuvo una entrevista con el hijo de quien está teniendo cada vez más exposición pública debido a la oleada de series y películas sobre "el patrón".
"Me parece muy triste que los jóvenes crean que ser narcos es algo bueno que les puede pasar. Están inculcando una cultura en la que parece que ser narco es cool", expresó Escobar hijo sobre la exitosa serie de Netflix Narcos, que hace algunas semanas estrenó su segunda temporada.
Marroquin/Escobar ya había expresado en varias ocasiones su rechazo a la serie por no ser completamente fiel a los hechos reales. Pero lejos de lo que se pueda pensar, no la critica por mostrar la ambición, avaricia y crueldad de su padre sino por todo lo contrario.
"Mi padre era mucho más cruel de lo que se refleja en la serie. Sometió a un país con el terror. Hay que tratar esta historia con responsabilidad. Hay miles de víctimas y un país detrás que merece respeto", declaró. Y añadió: "Me están escribiendo jóvenes de todo el mundo que me dicen que quieren ser narcos y me piden ayuda. Me escriben como si yo vendiera tickets para ingresar a ese mundo".
De hecho, hace una semana realizó una extensa publicación en Facebook, en donde detalló 28 errores de la segunda temporada de la serie Narcos. Por ejemplo, el hecho de que a él mismo se lo retrate como un niño, cuando en realidad era un adolescente de 16. "Él siempre me contó que era un bandido, un narco. Veíamos la televisión y no le temblaba la voz al decirme: 'Esa bomba la puse yo'. Y discutíamos".
"Mi padre mató a unas 3.000 personas. A la historia real le sobra violencia, explosiones, terror. No estoy en absoluto orgulloso, pero tenemos que ser serios. No es necesario que unos guionistas creativos se pongan a adornarla con mentiras. Yo me ofrecí a colaborar con Netflix y lo rechazaron", sentenció.Inicio de sesión
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