Los integrantes de The Smithereens – Pat DiNizio, segundo de la derecha– con el suplemento Día Pop.

Hoy empieza a ser antes de ayer

A los 62 años de edad murió uno de los músicos más influyentes de la década de 1980
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07 de enero de 2018 a las 05:00
Cuando el 24 de febrero de 1979 se inauguró el Iron Horse Music Hall, los parroquianos lo consideraron "el mejor café y bar bohemio del mundo". En verdad, a lo largo de los años el gran atractivo no han sido las infusiones y tragos que ahí se sirven después de las seis de la tarde, sino los solistas y grupos que se han presentado en ese lugar con estatus de mítico, algo que no es fácil de conseguir en un país donde hay centenares de bares aspirando también a ser considerados legendarios.

Ubicado en el número 20 de la calle Center, de la muy liberal ciudad de Northampton, estado de Massachusetts, el Iron Horse (que ahora promociona su actividad como "Bar or Pub, Dance Club, Theatre, Hall or Arena"), ha visto pasar por su escenario a lo mejor de la música alternativa, aquella que no tiene mucha difusión en radios comerciales, pero que ayuda a definir una época. Por ahí han desfilado figuras fundamentales en términos de creatividad, como Janis Ian, Livingston Taylor, Tracy Chapman, Suzanne Vega, Michelle Shocked, Dar Williams, y They Might Be Giants. En los días inaugurales de Iron Horse solía presentarse con regularidad Richie Havens (1941-2013), cuya versión de la canción Here Comes the Sun, de George Harrison, es uno de los mejores momentos del festival de Woodstock.

En 1986 y 1987 viví a pocas cuadras del Iron Horse, donde solía ir con regularidad, pues por entonces el precio de las entradas era todavía accesible (hoy, como no ganan dinero con las ventas de sus discos, los músicos se ven obligados a generar sus ingresos con el costo alto de las entradas en los conciertos).

Además, como esos fueron años claves en la historia del rock alternativo, en Iron Horse podían verse en vivo a grupos y solistas de primer nivel antes de que alcanzaran reconocimiento. Ahí vi a Suzanne Vega, quien por entonces solo tenía una canción conocida, Left of Center, incluida en la película Pretty in Pink (una de las más taquilleras de década), y solo un álbum, Suzanne Vega (1985), que había recibido excelentes críticas. Vega llegó al Iron Horse a promocionar su nuevo disco, Solitude Standing (1987), que contenía sus dos grandes éxitos hasta la fecha, Tom's Diner y Luka (número uno en el ranking de
Billboard).

En una noche de hielo (fue un invierno interminable) de octubre de 1986 se presentó en Iron Horse un grupo con nombre cinematográfico, fácil de recordar: The Smithereens. Lo había oído en la radio y me había parecido excelente. Tanto, que escribí una nota laudatoria que fue publicada en el suplemento Día Pop del diario El Día. En vivo era una máquina acústica. Hizo mover las paredes del lugar. The Smithereens habían venido a promocionar su primer álbum, Especially for You, que contiene 13 canciones notables y una de las 10 mejores de la década de 1980; Blood and Roses. Después del concierto hablé con los integrantes del cuarteto, les mostré la nota publicada varios meses antes, y quedamos en encontrarnos al día siguiente en un café para hacer una entrevista, la cual fue publicada en el mismo diario. Lo insólito del caso, es que tiempo después Rolling Stone publicó un artículo elogioso sobre el grupo, diciendo que había tenido reconocimiento antes en Uruguay que en Estados Unidos.

Creo que debe ser la única vez que Uruguay apareció mencionado en dicha revista.

La conversación con Pat DiNizio (vocalista y guitarrista), Jim Babjak (primera guitarra), Dennis Diken (batería) y Mike Mesaros (bajo) en un bar de la esquina del hotel donde se estaban quedando duró un par de horas y continuó luego en el interior de una disquería dedicada a álbumes de colección, donde compraron gran cantidad de discos, y uno que me sorprendió: ABBA Greatest Hits. "Las melodías de ABBA las envidia cualquier músico, incluso los que hacen heavy metal", comentó DiNizio, quien además de notable compositor, vocalista de lujo, y persona de primera, era un conocedor de la historia de la música como pocos. Podía recordar incluso la fecha en que una canción había sido grabada y el nombre de los músicos que participaron en la grabación.

La década de 1980 fue la más extraordinaria hasta la fecha en cuanto a música. En ninguna antes ni otra después hubo semejante variedad de géneros produciendo tantas canciones originales al mismo tiempo, interpretadas además por músicos de primer rango y producidas de manera notable. Ni siquiera en la década de 1960 se había visto una eclosión de tanta originalidad proviniendo de distintos flancos; pop, soul, rock alternativo, heavy metal, country, jazz. La cantidad de grupos y solistas con estilo propio que surgió es aun hoy en día increíble. Las canciones de esa época no han perdido vigencia, lo cual destaca el carácter tan especial que tuvo la coincidencia de talentos de distintas partes del mundo que salieron a luz impulsados tanto por los años dorados de MTV como de las radios alternativas que irradiaban música guiadas exclusivamente por la calidad de las canciones, no por la circunstancia de si eran o no populares.

Haber brillado en los niveles más exigentes, como lo hicieron The Smithereens, destaca su lugar inamovible en la historia de la música. Pero no solo eso. A diferencia de otros grupos que se quedaron estancados en la nostalgia y pasaron a retiro, el cuarteto de Nueva Jersey siguió haciendo giras con inusitada intensidad y a comienzos de la década de 2010 fue seleccionado como el portal Yahoo! para participar en la serie de recitales en vivo que se transmitieron a todo el mundo por internet y que le trajo al grupo un amplio grupo de nuevos seguidores. Los Smithereens tocaron juntos por última vez en septiembre pasado y tenían planeado editar un nuevo álbum en 2018, al que iba a seguir una gira mundial. "Seguimos tocando con el mismo entusiasmo, como si tuviéramos 18 años", comentó Dennis Diken, quien agregó: "Vimos el mundo juntos, compartimos una profunda amistad y cumplimos el sueño de nuestra infancia, de tocar en una banda de rock 'n' roll".

La historia de sostenida brillantez de los Smithereens, que duró más de 30 años, llegó a su fin el pasado 12 de diciembre, con la prematura muerte de Pat Di Nizio (1955–2017), quien fue la gran usina de talento de la banda, el vocalista y compositor de las principales canciones del grupo. En un año en que debido a la muerte de varios pioneros en el género el gran álbum del rock and roll se vació más de lo que ya estaba, el fallecimiento de Di Nizio, a consecuencia del debilitamiento de su organismo tras un problema neurológico que padecía desde hacía meses, no pasó desapercibido. Completó un periodo de doce meses terribles en este aspecto, porque en 2017 fallecieron músicos que dejaron su marca permanente: Chuck Berry, Fats Domino, Mel Tillis, Glen Campbell, Johnny Hallyday, Tom Petty, Gregg Allman, Al Jarreau, Walter Becker (Steely Dan), J. Geils (The J. Geils Band), John Wetton (King Crimson, Asia), Malcolm Young (AC/DC), Chris Cornell (Soundgarden, Audioslave), y Chester Bennington (Linkin Park).

Pat Di Nizio, el muchacho de barrio, descendiente de italianos y proveniente del mismo estado de Bruce Springsteen y Bon Jovi, jamás imaginó que su banda compuesta de amigos de toda la vida iba a tener la influencia y durabilidad que tuvo. "Esto que nos entrevisten para un diario de Uruguay y que la revista Rolling Stones nos preste atención es algo que no estaba en nuestros planes; hubo un momento en que llegué a creer que debería dedicarme a otra cosa para poder sobrevivir", comentó durante la entrevista referida, como si realmente le costara creer que el avión que comandaba había levantado vuelo y que ya volaba bien alto, con sus canciones teniendo difusión nacional e internacional, y con los Smithereens siendo teloneros de ZZ Top, Pretenders y Lou Reed. A lo largo de los años el New York Times les dedicó varios artículos, y en el obituario de Di Nizio destacó el lugar preponderante que mantiene el grupo en la historia de la música que aún sigue siendo la de nuestra época.

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