La suba del dólar en mayo de de 9% (equivalente a $ 2,6), no muestra signos de debilitarse en el corto plazo, más allá de alguna baja puntual diaria. Ese asentamiento de la moneda en un nuevo piso repercute en los precios de los productos importados y genera un traslado de la suba a los valores de artículos impotados que se comercializan en los comercios locales.
A principios de mayo, el dólar acumuló una suba de siete jornadas consecutivas y empezó a revertir una racha a la baja que se arrastraba desde principios de año. Cuando eso ocurrió, los importadores de productos de almacén no trasladaron el aumento a los precios, ya que todavía tenían un margen generado por un dólar planchado hasta ese momento. Pero ese margen ya se esfumó y debieron cambiar su postura.
El directivo de la Asociación de Importadores y Mayoristas de Almacén (AIMA), Fernando Melissari, indicó a El Observador que "la suba del dólar está más que plasmada, fue importante el aumento en poco tiempo y no se prevé que vuelva a niveles más bajos".
Por tanto, señaló que "con el dólar como está al día de hoy, hay que retocar (los precios de los productos); es así de simple". Explicó que el momento del remarque depende de las importadoras. "Ya habrá empresas con listas nuevas, algunas son más rápidas que otras, pero es algo que ya se está haciendo", sostuvo Melissari.
El directivo de AIMA expresó que el porcentaje de remarque de precios tendrá relación con el aumento de la moneda, aunque quizás en algunos casos puede ser un poco menor. Después, el traslado a precios en los comercios dependerá de la estrategia que adopte cada uno de los establecimientos.
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"Las ventas están trabadas. Cuando pasan situaciones como la actual con una suba fuerte del dólar la gente se queda quieta y entonces ahí empieza a jugar la necesidad de venta que tenga cada empresa", expresó. Melissari manifestó que quizás las grandes superficies ya hayan hecho algún remarque previendo la suba de precios.
Por su parte, fuentes de cadenas de supermercados consultadas por El Observador indicaron que aún no recibieron listados nuevos de precios. Añadieron que la política de las cadenas es no remarcar si no hay ajustes en los valores que entregan los proveedores.
A su vez, el presidente del Centro de Almaceneros Minoristas, Baristas, Autoservicistas y Afines (Cambadu), Daniel Fernández, dijo El Observador que van dos años con la inflación muy controlada, pero "siempre que se mueve el dólar sube todo lo que es importado".
Sobre el remarque de precios de los importadores mayoristas indicó que "el tema es en qué valores se van a parar: es diferente que tomen el dólar a $ 31, a $ 32 o a $ 33". Pero es imposible que ese remarque no se traslade al consumidor, ya que los comerciantes son tomadores de precios. "Es de inmediato porque al comercio el producto ya viene con un costo mayor; por ejemplo lo paga a $ 10 y lo vende a $ 13, pero si mañana le llega a $ 11 lo pasará a $ 13,5", explicó el comerciante.
Fernández agregó que el comercio "podrá aguantar unos días algún producto puntual porque hay veces que los precios están en el techo de venta y los artículos no tienen velocidad de consumo; entonces subirlo más para no venderlo no tiene sentido".
La baja en el precio de los alimentos durante abril de 0,33% permitió que la inflación volviera a moderarse por segundo mes consecutivo (6,49% interanual) y se adentrara en el rango meta trazado por las autoridades de entre 3% y 7%.
Al mismo tiempo, el dólar estable hasta fines del mes pasado ayudó a mantener a raya los registros de la suba general de precios. De hecho los bienes y servicios transables, aquellos que se comercializan con el exterior y por lo tanto, se ven influidos por la evolución del tipo de cambio, han subido en torno a 4,5% interanual en el primer cuatrimestre, casi dos puntos por debajo del índice general.
Pero la reciente suba del dólar y los problemas climáticos ponen en duda la persistencia de niveles de inflación en línea con el rango objetivo marcado por el Banco Central (BCU).
Días atrás, el presidente del banco, Mario Bergara, dijo en declaraciones a radio Carve que se está "ante un tipo de cambio que no nos incomoda, que sigue en un nivel razonable cuando uno está compensado, balanceando distintos objetivos de la política económica, como la inflación, la estabilidad financiera, las cuentas públicas y la competitividad".
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