Bordaberry sostuvo que la inversión tiene un doble valor por concretarse tras años difíciles y estimó que el hotel será un socio del país en la promoción del destino. Destacó asimismo su valor urbanístico para la zona de La Barra.
El ejecutivo indicó que se estima que en invierno el personal se reduzca 70% "dependiendo del éxito" de la propuesta. Peebles consideró que Punta del Este tiene buena infraestructura de transporte pero que "faltan los vuelos, principalmente desde Brasil". El ejecutivo dijo que se trabaja con otros hoteles puntaesteños para "abrir" nuevas posibilidades en este rubro.
El gerenciamiento estará a cargo de Cipriani Knable International, una subsidiaria de Cipriani conformada Giuseppe Cipriani y Christopher Knable. El desarrollo del proyecto fue llevado adelante por el grupo inversor Vidaplan
Instalaciones. El resort cuenta con 88 habitaciones y 12 suites. Todas las habitaciones cuentan con terraza privada, baños de mármol y acceso gratuito a Internet. La gastronomía de Cipriani estará presente en cuatro propuestas. El centro de recreación cuenta con un spa de más de 2.500 metros cuadrados, el más grande en Sudamérica, y un centro de convenciones para más de 2.000 personas.
Inversores. En 1999, la sociedad Spring Rose Development, propiedad de la compañía petrolera de Angola Sonangol, compró en remate judicial el inmueble del fallido proyecto Altos del Virrey en La Barra. D´Amico explicó que en primera instancia se unió a Baluma (hotel Conrad) para continuar el proyecto. "Cuando Baluma cambió su dirección, dijeron que no seguirían adelante. Entonces decidimos buscar nuevos inversores", señaló.
D´Amico explicó que algo más de 70% de la inversión fue hecha por la empresa inmobiliaria estadounidense Colonial Properties y el resto por inversores ingleses y brasileños. "Toda la documentación (que prueba el origen de los fondos) está en el Ministerio de Economía. La Dirección de Casinos no haría un contrato si las cosas no estuvieran claras", agregó.
(El Observador)
