En el caso de las grandes compañías la norma entrará en vigor en abril de 2019, mientras que para las pequeñas y medianas
empresas lo hará un año después.
"La nueva legislación busca que los trabajadores puedan compaginar su vida laboral con el cuidado de los niños o los ancianos", afirmó el primer ministro nipón, Shinzo Abe, en declaraciones a los medios tras la aprobación de la ley.
La decisión de que la legislación exima a los altos cargos de límites en sus jornadas laborales ha suscitado las críticas por parte de la oposición, que argumentan que fomentará las horas extra no remuneradas.
Los trabajadores japoneses han recibido las nuevas medidas con escepticismo, con un 40 % de los mismos argumentando que no creen que suponga una mejora en su situación laboral, según reveló una encuesta realizada por la agencia japonesa Kyodo el pasado mayo.
La propuesta del Gobierno de Abe se produjo tras conocerse el reciente suicidio de varios empleados del gigante nipón de la publicidad Dentsu, así como de un obrero que trabajaba en la construcción del nuevo estado olímpico de Tokio, casos que reabrieron el debate público sobre estas prácticas.
El Ministerio nipón de Sanidad reconoció la muerte en 2016 de 191 personas por "karoshi", mientras que otro informe del Ministerio de Trabajo sitió en más de 2.159 el número de suicidios por causas relacionadas con el trabajo, 675 de ellas por cansancio.