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La democracia espiada: ¿qué se sabe sobre cómo los militares vigilaban a los políticos?

Según diputado comunista hay elementos para ir a la Justicia
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17 de julio de 2017 a las 05:00
En 1999 "el general Víctor Licandro –uno de los fundadores del Frente Amplio– organizó una charla sobre las transformaciones que se debían impulsar en las Fuerzas Armadas. Asistieron 15 personas y, tras finalizar, se prosiguió a seguir hasta su domicilio a dos de los participantes". Así reportaban el hecho los informantes de los militares que se infiltraban en las actividades de distintos partidos políticos, según contó a El Observador el diputado oficialista y presidente de la comisión investigadora sobre el espionaje militar en democracia, Gerardo Núñez (PCU). Se trata de uno de los cientos de ejemplos que los diputados encontraron en los archivos denominados Berrutti, en referencia a la exministra de Defensa Azucena Berrutti (2005 – 2008).

El viernes 2 de octubre de 2015, la Justicia allanó por orden de la jueza penal Beatriz Larrieu la casa del coronel fallecido Elmar Castiglioni. En la vivienda se encontraron unas 60 cajas con información sobre la dictadura. El allanamiento, según informó la Fiscalía en ese entonces, se realizó en el marco de una causa que investiga el homicidio de Fernando Miranda, un escribano militante del Partido Comunista y padre del actual presidente del Frente Amplio, Javier Miranda, que fue secuestrado el 30 de noviembre de 1975.

"Lo que tenemos es que investigaron a todos los partidos. Pero el principal móvil eran los partidos de izquierda, el Frente Amplio, el PCU, el MLN y el PVP" Gerardo Núñez, diputado Frente Amplio

De acuerdo a una investigación de contrainteligencia realizada en 2007 por orden de Berruti, Castiglioni robó parte de los archivos de Inteligencia del Organismo Coordinador de Operaciones Antisubversivas (OCOA) y del Servicio de Información de Defensa (SID) y los guardó en su casa, informó el portal Sudestada. El material encontrado en el domicilio de Castiglioni es la parte que faltaba del archivo de inteligencia militar hallado durante la gestión de Berrutti, según la exministra.
"Algunos legisladores recibieron de forma anónima el informe de peritos que habían trabajado sobre los archivos Castiglioni que daban cuenta de su contenido", explicó Núñez.

A partir de esa información, que fue divulgada por el semanario Brecha, se realizó la denuncia y se instaló la comisión investigadora que logró acceder a todo el archivo Berrutti. Los legisladores cuentan con más de 3 millones de hojas para analizar. En el archivo hay información de actividades de inteligencia desde 1985 hasta 2001 aproximadamente. Además, existen actas que dejan constancia del manejo de estos documentos hasta 2005 inclusive.

"Nunca dimos órdenes pero no podemos saber si hubo una filtración o una actitud que no respondió a los mandos" Raúl Iturria, exministro de Defensa (1995 – 1998)

La comisión se conformó a fines de 2016 y trabajará hasta diciembre. "El avance principal es que se confirma la existencia de espionaje militar sobre partidos políticos y organizaciones sociales hasta el 2001", apuntó Núñez. En los documentos aparece espionaje a todos los partidos políticos pero mayoritariamente al Frente Amplio y a organizaciones vinculadas a la izquierda como el PIT-CNT y la Federación de Estudiantes Universitarios del Uruguay (FEUU). Además, los documentos revelan el intercambio de información entre las Fuerzas Armadas y la Policía.

Para el diputado comunista ya existen elementos suficientes como para pasar el tema a la Justicia aunque esa decisión será tomada al finalizar el trabajo de la comisión. "Hay muchos elementos violatorios de la Constitución y de las leyes, lo que ya es merito por sí solo para un pasaje a la Justicia", dijo. De todas formas, para el legislador lo principal es enviar una "fuerte señal" a la sociedad y a aquellos que desarrollaron este tipo de actividades. "Hay que derrotar un escenario de impunidad que no sabemos si todavía se sigue dando", dijo.

¿Qué se conoce del espionaje?


Infiltraciones

Acto PIT-CNT

La infiltración con informantes en distinto tipos de actividades era una de las prácticas más comúnes que la inteligencia militar utilizaba para espiar a partidos políticos y organizaciones sociales. Este tipo de prácticas se desarrollaron hasta, por lo menos, fines de la década de 1990, según consta en los archivos que está analizando la comisión investigadora en la Cámara de Diputados. Hubo infiltraciones en actos del 1° de mayo del PIT-CNT en donde un informante reportaba quiénes habían sido los oradores, quiénes habían estado en la organización de la actividad y se dejaba constancia de los vehículos que llegaban al lugar reportando el número de las matrículas. Este tipo de infiltraciones eran las más comúnes pero también existieron otras más elaboradas. Según publicó Brecha en su edición del 23 de junio, el Directorio del Partido Nacional estuvo infiltrado a mediados de 1987. Por aquel entonces, el partido discutía las candidaturas ante las elecciones de 1989 y Wilson Ferreira Aldunate aparecía como la principal figura. Sin embargo, el 20 de julio, el infiltrado en el directorio informaba a la inteligencia militar que Wilson había sido internado debido a una complicación pulmonar. El día 21 confirmaba vía telefónica que Ferreira tenía cáncer, reportó el semanario. El infiltrado pasaba información detallada de las actividades del directorio.

Allanamientos ilegales

Comunistas

Identificándose como funcionarios de OSE y con la excusa de visitar determinado domicilio por una pérdida de agua u otro motivo correspondiente al trabajo de la empresa pública, personas que trabajaban para inteligencia militar ingresaban a domicilios particulares, recorrían la vivienda y al finalizar realizaban un informe de lo que veían.
"Entraban a las casas, decían que eran inspectores de OSE pero realizaban toda una inspección de la vivienda en general. En esta casa hay determinados libros, tales cuadros. El perfil ideológico de esta familia es marxista-leninista, dicen los archivos", cuenta Gerardo Núñez. Este tipo de prácticas se registraron con mayor regularidad entre 1985 y 1990 pero existen registros de algunas actividades similares a principios de la década de 1990. Los archivos encontrados también cuentan con información "muy general" sobre detenidos desaparecidos.

Hasta ahora, los diputados detectaron que hubo manejo de esta información hasta 2005, previo a la asunción del Frente Amplio al gobierno.
Muchos de estos documentos fueron "microfilmados" y están las actas de apertura y de cierre de esos rollos, que están fechadas hasta 2005.

Seguimientos

Tabaré y Nin

Los seguimientos a dirigentes políticos o a activistas de organizaciones de izquierda eran las prácticas más comúnes en la inteligencia militar, según los archivos. Luego de determinada actividad se seguía a una persona y se reportaba donde vivía y otros detalles. "Hay reportes que dicen si la persona entró con llave original o no a su casa. Llegan hasta ese nivel de detalle", dijo el diputado. Con la información que se reportaba se realizaban "mini currículums" que quedaban en poder de la Dirección Nacional de Inteligencia. Todos los dirigentes políticos de peso o con cierta perspectiva de proyección tuvieron algún tipo de atención en algún momento, afirmó Núñez.
Los militares se fijaban en sus opiniones e incluso asistían a actividades para saber si tal dirigente participaba o mandaba saludos. El semanario Brecha publicó en su edición del 29 de junio que la inteligencia militar mantuvo una estrecha vigilancia sobre las actividades de la dupla presidencial Tabaré Vázquez y Rodolfo Nin Novoa durante la campaña electoral de 1999.
El líder histórico del Frente Amplio, Líber Seregni, los dirigentes blancos Carlos Julio Pereyra y Gustavo Penadés, el expresidente Julio María Sanguinetti y la exfiscal Mirtha Guianze también estuvieron bajo el foco de la inteligencia, según Brecha.

Correos electrónicos

Si bien el trabajo sobre correos electrónicos no es de los más comúnes, en los archivos aparecen algunos emails de organizaciones sociales. Se trata de correos que intercambiaron en una cadena cerrada personas vinculadas a organizaciones de derechos humanos. "Habrá que investigar cómo llegaron ahí", dijo Núñez.

Las organizaciones de derechos humanos que organizaban escraches a militares fueron un objetivo frecuente de la inteligencia militar. Esto ocurrió incluso hasta principios de la década del 2000, más de 15 años después de reinstaurada la democracia.

Entre los archivos con los que cuenta la comisión están los ficheros que los militares habían realizado de los dirigentes del Movimiento de Liberación Nacional (MLN), el Partido Comunista (PCU) y del Partido por la Victoria del Pueblo (PVP). Esos denominados "ficheros" fueron elaborados durante la dictadura pero integraban el archivo Berrutti. En los documentos que analiza la comisión existen informes en los que se revela el pago por parte de la CIA a 30 informantes entre fines de los 80 y principio de los 90. En general, se trataba de militares que trabajaban en la Policía para cruzar información, explicó Núñez.

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