La historia de Astori: cuando méritos y merecimientos no son suficientes

Astori no es un líder popular, no tiene el arrastre de José Mujica –cierto es que tampoco provoca tantas resistencias externas como el exguerrillero- ni el aura renovadora que puede encarnar Daniel Martínez pese a sus 60 años.

Si nada raro sucede, el actual intendente de Montevideo debería ser el candidato presidencial de la izquierda en las próximas elecciones nacionales. Las encuestas lo muestran entre los dirigentes más populares del FA, y –según dicen esos sondeos- los montevideanos están bastante conformes con su gestión.

Pero, si las cosas en la interna vienen muy complicadas, Martínez puede apostar a un segundo período como intendente de la capital. Tiempo tiene. No obstante, Martínez no juega solo y la palabra de los más veteranos también importa

Si Astori va por la pelea interna, es probable que también lo haga Mujica. Al fin y al cabo, los 82 años de Mujica no son tantos más que los 77 de Astori, piensan en el entorno del líder del MPP.

Y si esa, finalmente, es la decisión que deben tomar los frenteamplistas ¿por qué habrían de elegir al distante economista por sobre el carismático expresidente?

¿Está dispuesto Astori a dar una última batalla con el riesgo de perder por varios cuerpos como ya le pasó una vez con Vázquez?

Pilar del proyecto económico desarrollado por el Frente Amplio desde que llegó al gobierno, Astori tal vez merezca que sus compañeros le dieran la oportunidad de pensar el país desde la Presidencia de la República.

Pero así es la política. Un lugar en donde juegan variables más complejas que los números fríos y en el que, como en tantos otros sitios, los méritos y los merecimientos no siempre son la principal moneda de cambio.