La identidad de la risa

La historia del Uruguay se construyó a través de figuras como la de Artigas, la de Juan Antonio Lavalleja y con episodios como el desembarco de los 33 orientales. Tuvo sus épocas doradas de la política nacional, como el caso del Batllismo o de reformas claves como la de José Pedro Varela. Esa historia, sin embargo, también está vinculada a hechos mucho menos solemnes pero igualmente trascendentales. Ahí es donde aparecen, tal vez para sorpresa de algunos, nombres como los de Eduardo D'Angelo, Ricardo Espalter y Cacho de la Cruz. El humor fue y será constructor de la identidad y eso es lo que, entre otras cosas, buscará demostrar un nuevo ciclo de El Origen a partir este domingo.

Facundo Ponce de León, conductor y co-creador del proyecto, había hecho cuatro episodios del programa y ya estaba pensando en una nueva figura sobre la cual crear un quinto, cuando le acercaron esta propuesta. Su primera reacción fue de sorpresa, pero rápidamente entendió, junto a su equipo de producción, que era la oportunidad de romper con una solemnidad en la que temían caer desde el primer episodio, centrado en Artigas. "Romper con esa aparente solemnidad hacia donde iba El origen era algo que nos interesaba. En ese sentido, el humor era ideal", explicó Ponce de León a El Observador.

El principal desafío de la producción era que el relato del humor en el país, a diferencia de otros fenómenos sociales y/o históricos, no estaba construido. Es por eso que, a grandes rasgos, el nuevo ciclo de El origen se puede considerar como un enorme puzle que intenta contar una parte de la historia de Uruguay que muchas veces fue tratada con superficialidad, debido a su aparente banalidad.

Conseguir las piezas de ese puzle no fue fácil y aún más difícil fue lograr armarlo de una manera estructurada. Al principio, según explicó Ponce de León, habían pensado encarar al humor rioplatense en un solo programa. A medida que la investigación fue avanzando, desde Mueca Films, productora de El Origen, vieron que el material podía tener más proyección y ese programa independiente, que seguía la línea de los anteriores, se convirtió en un ciclo en sí mismo de seis episodios.

"Se llama El Origen porque queremos mantener ésta marca que construimos y que se llama así, y porque efectivamente vamos al origen de nuestro humor. Pero es un ciclo que vive independientemente de los cuatro programas anteriores. Tiene vida propia".

Otra de las cuestiones principales era presentar y demostrar a los televidentes que la historia también estaba allí, en esos programas y comediantes que convivieron y conviven con la rutina diaria de cada uno de ellos. "El relato es también la historia de los programas de humor, de los tatuajes, de la manera de hacer bizcochos en las panaderías del Uruguay" aclaró Ponce de León, a la vez que dejó claro que parte de lo que la producción busca reivindicar es eso: que se puede ir al origen de lo más cotidiano, lo que puede ser tan importante como remontarse al origen de las figuras que construyeron el país.

Sin embargo, un problema más técnico que conceptual surgió en los primeros momentos de la producción: la escasez de material de archivo. Cuando se promociona un programa centrado en la figura de Artigas, el espectador sabe que no puede esperar ver material fílmico. A lo sumo se utilizan bocetos, pinturas y otro tipo de manifestaciones similares. Por el contrario, cuando el programa gira en torno a un fenómeno que comenzó en los años sesenta, durante la aparición de la televisión, las expectativas cambian. El público quiere revivir esas imágenes, y en el caso de aquellos que no llegaron a verlas por una cuestión generacional, poder acceder a ellas por primera vez.

La producción de El origen se encontró, durante las primeras investigaciones para esta serie, que de 1962 a 1968 el material era prácticamente inexistente. A eso se sumó que lo poco que había estaba muy desordenado, por lo que el trabajo de recuperación fue complicado, algo que también se retrató en los episodios del ciclo. De todos modos, con ayuda de familiares, el canal y donantes anónimos que tenían "un tesoro de la historia nacional guardado", se pudo lograr que éste problema en parte se solucionara.

El Origen: humor rioplatense estrena su primer programa este domingo en La Tele y estará centrado en Telecataplúm y sus inicios, un punto de inflexión para el humor nacional pero también para el argentino y el chileno, países donde el programa tuvo un éxito impresionante.

Facundo Ponce de León espera que el ciclo impulse a la polémica, pero a la polémica de la seria, la que plantea preguntas y debates y que genera conocimiento. ¿Uruguay tiene un humor propio? ¿Hay una historia de la que partir? ¿El humor fue o es machista? Ese es el debate que El origen pretende instalar a partir del domingo 18 (La Tele, 21.30 hs) un debate centrado en un fenómeno que en otro tiempo identificó tanto a los uruguayos como el mate y el fútbol.

José Gervasio Artigas. Fue el primer programa de El origen y se centró en la vida política, militar y personal del prócer oriental.

José Pedro Varela. La reforma Vareliana y cómo modificó la escuela pública uruguaya fue el eje del segundo programa del ciclo.

Independencia. Uno de los eventos más polémicos de la historia nacional tuvo, junto a Lavalleja y los 33, su propio programa.

José Batlle y Ordóñez. Para el cuarto programa, El origen saltó a un Uruguay más moderno para retratar la época dorada del Batllismo.

Las figuras. Por el programa pasan varios popes como Francella, Landriscina, Cacho de la Cruz, Les Luthiers y Julio Frade