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La marea empieza a cambiar en los mercados tras una década de dinero barato

La corriente de la liquidez está a punto de cambiar y solo hay unos pocos meses para adaptarse
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16 de agosto de 2018 a las 19:34
Los inversores han debatido durante años sobre cómo reaccionarán los mercados mundiales cuando la generosidad de los bancos centrales termine inevitablemente con el dinero súper barato. Ahora, la marea de la liquidez está a punto de cambiar y solo hay unos pocos meses para adaptarse.

Los cuatro bancos centrales más grandes del mundo -la Reserva Federal de Estados Unidos, el Banco Central Europeo, el Banco de Japón y el Banco de Inglaterra- han inyectado alrededor de 13 billones de dólares a la economía mundial desde la crisis del año 2009, aumentando drásticamente sus propios balances financieros.

Los mercados alcanzaron alturas vertiginosas durante la era del dinero fácil, pero la corriente se secará hacia fines de año. Por primera vez desde 2011, se espera que en 2019 los bancos centrales absorban más efectivo del que inyectan.


El BCE dejará de comprar bonos adicionales a fines de este año, y aunque la Fed ha estado reduciendo su cartera durante casi un año, el ritmo al que lo hace se acelerará a partir de octubre, eliminando US$ 50.000 millones al mes de los mercados. Bonos por valor de US$ 470.000 millones saldrán de su balance el próximo año

Después de casi una década de imprimir dinero y con tasas de interés en cero, el cambio para los mercados será trascendental.

Steve Donze, macroestratega senior de Pictet Asset Management, estima que la liquidez neta mundial bajará en US$ 100.000 millones el próximo año.

Los bancos centrales pasarán de generar medio billón de dólares este año en base anualizada "a cero al final de 2018 y luego negativo el próximo año (...) un punto de inflexión definitivo", dijo. "Eso hace que 2019 sea un año peligroso para los activos financieros".

Destetar a los mercados del dinero fácil puede ser complicado. El torrente de liquidez de los bancos centrales ha penetrado en todos los rincones desde el buen vino y el arte, hasta los bienes raíces, los bonos basura y los mercados emergentes. Impulsó tan alto los precios de los bonos que en muchos países los rendimientos fueron negativos y las acciones han subido durante casi una década.

Las grietas ya están apareciendo en mercados tensionados por la crisis monetaria turca y las disputas comerciales entre Estados Unidos y China. Las acciones emergentes han caído un 20 por ciento desde enero y las bolsas mundiales están camino a cerrar con su mayor descenso mensual desde marzo .

Sin dolor no hay amor

Sunil Krishnan, jefe de fondos de diversificados de Aviva Investors, aún no habla del fin del alza de la renta variable, pero ha reducido las colocaciones en acciones y en mercados emergentes.

"Necesitamos pasar por un período de ajuste en términos de confianza y valoración, a una realidad más mixta en que no hay al mismo tiempo recuperación económica y dinero barato", dijo. "Los inversores tendrán que adaptarse en los próximos meses".

Los mercados emergentes dependen más de la liquidez, especialmente aquellos como Turquía y Sudáfrica, que necesitan capital extranjero. Entre los países desarrollados, Italia se ha beneficiado enormemente del estímulo del BCE, lo que significa que sus mercados de bonos deberían sufrir aún más.

"Cualquier reducción proactiva en el conjunto total de liquidez mundial corre el riesgo de tener un impacto perjudicial en un conjunto muy amplio de economías globales", dijo Rick Rieder, director de inversiones de BlackRock en renta fija global. "Los eventos en Italia de los últimos meses resaltan esa dinámica".

EEUU contrae y China expande

Según la consultora CrossBorder Capital, el 90% de los bancos centrales aplican ahora políticas restrictivas, comenzando por la Fed, que ha subido las tasas de interés siete veces desde el inicio de su ciclo de endurecimiento monetario. Los tipos aumentaron este mes en Gran Bretaña y en los mercados emergentes también están en alza.

Eso ha disminuido el crecimiento de la liquidez global a un 2,1% sobre una base anualizada trimestral desde un 20% hace un año, según cálculos de CrossBorder Capital.

La liquidez del banco central no es lo único que ocurre. La reforma fiscal de Estados Unidos está drenando dólares de los mercados mundiales al alentar a las empresas a que repatríen ganancias del extranjero: alrededor de US$ 300.000 millones en el primer trimestre de 2018.

Pero drenar la liquidez podría demorar. Recientemente, el Banco de Japón contrarió las expectativas de que señalaría un calendario para el endurecimiento de la política monetario.

Los bancos privados de Estados Unidos están generando US$ 600.000 millones al año en liquidez por las bajas de impuestos, dijo Donze de Pictet, contrarrestando el endurecimiento de la Fed. Incluso, la Reserva Federal podría decidir moverse más lentamente debido a las guerras comerciales y el desplome de los mercados emergentes.

Por último, China ha comenzado a inyectar efectivo en su economía para aliviar las tensiones comerciales y acelerar el crecimiento de préstamos y dinero, lo que podría frenar el ajuste de la liquidez global.

"Lo que estamos viendo en los mercados es una opresión lenta en lugar de un repentino ataque de pánico por la liquidez", agregó Donze.

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