Lo cierto es que la fuerza militar no solo apoya a Maduro, sino que pasó a ser el sostén del poder de Caracas y parte activa de su gobierno. Esto no debería sorprender a nadie en tanto que el chavismo, desde sus inicios, mantuvo un estrecho vínculo con las Fuerzas Armadas.
El Ejército controla nueve de los catorce ministerios de las áreas de Economía e Infraestructura y, según la Asociación Civil Control Ciudadano, casi la mitad del gabinete del mandatario está ocupada por militares. Además, los uniformados tienen el mando en las carteras con mayor manejo de la caja estatal, lo que les da también el control económico de la administración de Maduro.
Algunos de los nombramientos más importantes se dieron a fines de 2017 cuando se designó al mayor general Manuel Fernández Quevedo como ministro de Petróleo y presidente de Pdvsa. El general retirado Rodolfo Marco Torres (una de las figuras fuertes del chavismo) es gobernador del estado Aragua y director externo de Pdvsa.
El general Ildemaro Villaroel pasó a ser Ministro de Vivienda y Hábitat. El mayor general Luis Medina Ramírez es el Ministro de Alimentación. José Gregorio Vielma Mora, también de extracción militar, fue nombrado Ministro de Comercio.
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Asimismo, el almirante César Salazar lidera el Ministerio de Obras Públicas. El teniente coronel retirado Wilmar Castro Soteldo es Ministro de Agricultura y Tierras.
Esto por nombrar algunos ejemplos, porque son pocas -si las hay- las áreas de la vida económica y civil de Venezuela que no están dirigidas por algún militar activo o retirado.
Así lo ha denunciado la ONG Transparencia Internacional Capítulo Venezuela, organización que no sólo da cuenta de cómo los militares ejercen funciones mucho más allá de sus área de competencia, sino sobre cómo ha caído la producción o efectividad en todas estas.
"Zapatero a tus zapatos"
Mientras voceros del gobierno, incluso el mandatario Maduro, han señalado en distintas oportunidades que los militares son capaces de solucionar los problemas del país y que no confían en "los empresarios que siguen los intereses imperialistas", las cámaras empresariales observan que los militares no tienen la formación ni experiencia para llevar adelante logísticas que nada tienen que ver con los cuarteles. Sin embargo, el dicho "zapatero a tus zapatos" no tiene ningún andamiento en la realidad venezolana.
Se espera que Maduro haga nuevos nombramientos en próximas fechas en su segunda mandato presidencial. Su política ha sido intercambiar los cargos de su gente de confianza con alta frecuencia, y seguramente ahora, que necesita refrescar la imagen del gobierno y la propia, lo haga más temprano que tarde.
Uno de los mayores cuestionamientos que se le hace al gobierno es la no presentación de cuentas claras. La opacidad en los manejos financieros de las empresas públicas tiene larga data y, de acuerdo a los analistas locales, este sería la mayor razón por la cual las autoridades estarían aferradas al poder.
Si tuvieran que entregarlo, deberían hacer una rendición de cuentas que, hasta donde se ve, no podrían enfrentar.
Arrestos de disidentes
Por supuesto que una convulsionada Venezuela como la actual, las Fuerzas Armadas no son un bloque homogéneo asociado al gobierno, sino que presenta fisuras y disidencias.
Muchos de los militares de bajo rango, lejos de gozar de privilegios, están sufriendo las mismas penurias que la mayoría de la población, por falta de comida y medicamentos.
El pasado 9 de mayo, la asociación Control Ciudadano publicó un informe en el que señala la deserción de militares. "Huyen del país por bajos salarios y calidad de la comida, mayormente hacia Colombia y Brasil", dice el informe, aunque sin mencionar cifras.
Sin embargo, la disidencia dentro de las Fuerzas Armadas no tiene el suficiente poder o liderazgo para generar un cambio en su fuero interno, o en la sociedad.
En los últimos cuatro años, más de 60 militares han sido arrestados acusados por conspirar contra el gobierno. En un principio, los arrestados fueron oficiales de bajo rango o retirados, pero últimamente son militares en comando de tropas. Entre esos casos, se encontró por ejemplo el ex ministro del Interior Miguel Rodríguez Torres.
Todo indica que el gobierno de Nicolás Maduro continuará en la misma línea, o incluso endurecerá más su posición, aún bajo la mira de la comunidad internacional.
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