La oposición, con la firma de los líderes de los partidos Nacional, Colorado e Independiente, envió este martes una carta al presidente Tabaré Vázquez, para pedirle que remita al Poder Legislativo como proyecto de ley para los cincuentones, uno que tomó como base el que fue aprobado por el directorio del Banco de Previsión Social en 2012, cuando el hoy ministro de Trabajo, Ernesto Murro, presidía el organismo previsional.
El proyecto tiene un costo de US$ 1.000 millones y prevé el reconocimiento de los aportes realizados por los trabajadores al BPS antes de 1996, año en que empezó a funcionar el régimen mixto con las AFAP.
"Es un proyecto justo", dijo el senador Pablo Mieres del Partido Independiente, y aseguró que "no compromete las finanzas públicas".
El senador nacionalista Luis Lacalle Pou dijo que el Partido Nacional "depuso" su idea original que tenía otras propuestas para respaldar este planteo y ahora espera que "todos bajen un poco la guardia" para poder aprobarlo.
Desde el Partido Colorado, el senador José Amorín también opinó que es "de estricta justicia" que se tomen los aportes realizados antes de 1996 y valoró que con el nuevo proyecto "no se hipotecará al Uruguay del futuro".
Luego de varias idas y vueltas, el Frente Amplio encontró finalmente la fórmula de solución para los cincuentones. Tras una reunión de bancada este martes por la mañana, las distintas partes terminaron de alinearse y llegaron a un resultado que tiene su base en la propuesta del Ir.
En resumidas cuentas, la propuesta significará un ahorro del 35% al proyecto original remitido por el Poder Ejecutivo en junio. En lugar de tener un costo de US$ 3.700 millones, según cálculos de Economía, la nueva fórmula acordada implicará unos US$ 2.400 millones.
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El acuerdo incluye un tope a las jubilaciones de los cincuentones en el 90% de lo que les correspondería pasando al régimen de reparto solidario y una regulación de las comisiones que cobran las AFAP, como propuso el Ir. En concreto, las administradoras de ahorro individual podrán cobrar una comisión de hasta un 50% más que el valor de la comisión más barata.
Asimismo, la fórmula final agrega un nuevo elemento: a diferencia del proyecto enviado por el Ejecutivo, contempla a los cincuentones ya jubilados, una población de aproximadamente 2.500 personas. Esos extrabajadores podrán tener los mismos beneficios que los cincuentones que aún no se jubilaron.
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