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La pregunta que se hacen en Argentina: ¿por qué el papa ignora tanto a Macri?
Expertos vaticanistas afirman que no está dispuesto a que su figura sea "manipulada"
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16 de enero de 2018 a las 19:30
Asombro, conjeturas, rumores de toda clase, especulaciones y múltiples preguntas sin responder.
Esas son solo algunas de las consecuencias que vuelve a generar la reiterada ausencia de Argentina en la agenda oficial del papa Francisco, sobre todo si se tiene en cuenta que esta semana inició su sexto viaje por América del Sur.
En sus viajes por la región –desde que asumió en marzo de 2013– el Sumo Pontífice– incluyó a países como Brasil, Paraguay, Bolivia e incluso Ecuador y Colombia.
En el continente, solo le falta visitar, además de Argentina, Uruguay y también Venezuela, aunque en esta caso las razones son totalmente diferentes en función de la crisis institucional y política que afecta a ese país con el régimen chavista encabezado por el presidente Nicolás Maduro.
Incluso,también realizó visitas a Cuba, México y Estados Unidos.
En camino hacia Chile, este lunes el papa solo se limitó a enviar un mensaje al presidente Mauricio Macri.
"En momentos en que sobrevuelo el espacio aéreo extiendo a usted mis cálidos augurios y de todo corazón envío mis mejores anhelos a todo el pueblo de mi tierra natal, asegurándoles mi cercanía y mi bendión", escribió desde el avión.
Además, Francisco pidió "por favor" a sus compatriotas que "no se olviden de rezar" por él.
El mensaje, con un sentido eminentemente protocolar, no resultó suficiente para calmar el clamor popular que existe en su país natal para que de una buena vez por todas se decida a visitar Argentina.
Sobre las verdaderas razones que se esconden detrás de la decisión del papa se tejen múltiples versiones, para dar forma a un verdadero misterio.
Una de las hipótesis que manejan distintas fuentes eclesiásticas y periodísticas es que su pasado de extracción peronista lo colocó más cerca de las ideas y programas de la expresidenta, Cristina Fernández de Kirchner, que del actual mandatario.
De hecho, desde que inició su pontificado se entrevistó en cinco ocasiones con la expresidenta y solo una con Macri. En efecto, el presidente argentino visitó al papa en el Vaticano en octubre de 2016 y lo hizo junto a su familia.
También hay quiénes sostienen que ese no es un argumento de peso para justificar la ausencia de Argentina en la agenda de los viajes de Francisco.
Otro argumento es que el papa no comparte las políticas sociales impulsadas por Macri, con quien tiene más diferencias que coincidencias políticas.
Además, recientemente el diario Perfil había publicado testimonios de allegados al papa, que manifestaban su preocupación respecto a que se profundizara la represión del actual gobierno en las manifestaciones populares.
Una de las supuestas razones –que no tuvo confirmación oficial en el Vaticano– es que en un país en que la sociedad está fuertemente dividida entre macristas y kirchneristas no quiere que su presencia ayude a acentuar todavía más la denominada "grieta".
El papa también eludió una posible visita que coincidiera con períodos de fuerte ebullición electoral. De todas formas, para abonar el terreno a una futura visita, el jefe de gabinete, Marcos Peña, envió distintas señales de acercamiento al Sumo Pontífice.
El historiador italiano, Gianni La Bella, perteneciente a la Comunidad de San Egidio –concebida como el brazo diplomático del Vaticano en unos 60 países– comentó que "corre el riesgo de ser manipulado" y que en Argentina ese riesgo es aún "más elevado".
La vaticanista Franca Giansoldati se expresó en la misma línea. "Para evitar el riesgo de ser usado por el gobierno actual con el que no comparte su política social" y para "evitar privilegiar su patria con respecto a otras naciones" porque quiere asumir un rol universal.
"No puedo dejar de manifestar el dolor y la vergüenza que siento ante el daño irreparable causado a niños por parte de ministros de la Iglesia", dijo el papa en el palacio de La Moneda, donde fue recibido por la presidenta saliente, Michelle Bachelet, lo que suscitó aplausos entre los asistentes.
En Chile, casi 80 religiosos abusaron de menores desde el 2000, según una lista distribuida la semana pasada por la ONG estadounidense Bishop Accountability.
Uno de los casos más emblemáticos que marcaron a la sociedad chilena es el del sacerdote Fernando Karadima, denunciado en 2010 por varias víctimas.
El Vaticano lo condenó a retirarse "a una vida de oración y penitencia".
"Es justo pedir perdón y apoyar con todas las fuerzas a las víctimas, al mismo tiempo que hemos de empeñarnos para que no se vuelva a repetir", dijo el papa, bajo una fuerte presión de las organizaciones civiles para que la Iglesia actúe y destierre un problema que dejó numerosas víctimas en distintos países.
Esas son solo algunas de las consecuencias que vuelve a generar la reiterada ausencia de Argentina en la agenda oficial del papa Francisco, sobre todo si se tiene en cuenta que esta semana inició su sexto viaje por América del Sur.
En sus viajes por la región –desde que asumió en marzo de 2013– el Sumo Pontífice– incluyó a países como Brasil, Paraguay, Bolivia e incluso Ecuador y Colombia.
En el continente, solo le falta visitar, además de Argentina, Uruguay y también Venezuela, aunque en esta caso las razones son totalmente diferentes en función de la crisis institucional y política que afecta a ese país con el régimen chavista encabezado por el presidente Nicolás Maduro.
Incluso,también realizó visitas a Cuba, México y Estados Unidos.
En camino hacia Chile, este lunes el papa solo se limitó a enviar un mensaje al presidente Mauricio Macri.
"En momentos en que sobrevuelo el espacio aéreo extiendo a usted mis cálidos augurios y de todo corazón envío mis mejores anhelos a todo el pueblo de mi tierra natal, asegurándoles mi cercanía y mi bendión", escribió desde el avión.
Además, Francisco pidió "por favor" a sus compatriotas que "no se olviden de rezar" por él.
El mensaje, con un sentido eminentemente protocolar, no resultó suficiente para calmar el clamor popular que existe en su país natal para que de una buena vez por todas se decida a visitar Argentina.
Sobre las verdaderas razones que se esconden detrás de la decisión del papa se tejen múltiples versiones, para dar forma a un verdadero misterio.
Una de las hipótesis que manejan distintas fuentes eclesiásticas y periodísticas es que su pasado de extracción peronista lo colocó más cerca de las ideas y programas de la expresidenta, Cristina Fernández de Kirchner, que del actual mandatario.
De hecho, desde que inició su pontificado se entrevistó en cinco ocasiones con la expresidenta y solo una con Macri. En efecto, el presidente argentino visitó al papa en el Vaticano en octubre de 2016 y lo hizo junto a su familia.
También hay quiénes sostienen que ese no es un argumento de peso para justificar la ausencia de Argentina en la agenda de los viajes de Francisco.
Otro argumento es que el papa no comparte las políticas sociales impulsadas por Macri, con quien tiene más diferencias que coincidencias políticas.
Además, recientemente el diario Perfil había publicado testimonios de allegados al papa, que manifestaban su preocupación respecto a que se profundizara la represión del actual gobierno en las manifestaciones populares.
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El papa en El Vaticano.
Una de las supuestas razones –que no tuvo confirmación oficial en el Vaticano– es que en un país en que la sociedad está fuertemente dividida entre macristas y kirchneristas no quiere que su presencia ayude a acentuar todavía más la denominada "grieta".
El papa también eludió una posible visita que coincidiera con períodos de fuerte ebullición electoral. De todas formas, para abonar el terreno a una futura visita, el jefe de gabinete, Marcos Peña, envió distintas señales de acercamiento al Sumo Pontífice.
El historiador italiano, Gianni La Bella, perteneciente a la Comunidad de San Egidio –concebida como el brazo diplomático del Vaticano en unos 60 países– comentó que "corre el riesgo de ser manipulado" y que en Argentina ese riesgo es aún "más elevado".
La vaticanista Franca Giansoldati se expresó en la misma línea. "Para evitar el riesgo de ser usado por el gobierno actual con el que no comparte su política social" y para "evitar privilegiar su patria con respecto a otras naciones" porque quiere asumir un rol universal.
Dolor por actos de pederastía
El papa Francisco manifestó este martes "dolor" y "vergüenza" por el "daño irreparable" causado a los niños por sacerdotes pederastas, durante su visita a Chile, empañada por las protestas que dejaban medio centenar de detenidos."No puedo dejar de manifestar el dolor y la vergüenza que siento ante el daño irreparable causado a niños por parte de ministros de la Iglesia", dijo el papa en el palacio de La Moneda, donde fue recibido por la presidenta saliente, Michelle Bachelet, lo que suscitó aplausos entre los asistentes.
En Chile, casi 80 religiosos abusaron de menores desde el 2000, según una lista distribuida la semana pasada por la ONG estadounidense Bishop Accountability.
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El papa Francisco
Uno de los casos más emblemáticos que marcaron a la sociedad chilena es el del sacerdote Fernando Karadima, denunciado en 2010 por varias víctimas.
El Vaticano lo condenó a retirarse "a una vida de oración y penitencia".
"Es justo pedir perdón y apoyar con todas las fuerzas a las víctimas, al mismo tiempo que hemos de empeñarnos para que no se vuelva a repetir", dijo el papa, bajo una fuerte presión de las organizaciones civiles para que la Iglesia actúe y destierre un problema que dejó numerosas víctimas en distintos países.
