La repetición y los fracasos en la infancia no tienen por qué generar un trauma

El caso de la niña del colegio Santa María (Maristas de la avenida 8 de octubre), que se dirime en la Justicia volvió a poner sobre la mesa una discusión que la sociedad uruguaya todavía no tiene saldada: la necesidad o no de la repetición escolar.

A fines del año pasado, cuando a los padres de la niña se les notificó que su hija debía repetir cuarto año, estos no estuvieron de acuerdo. Se solicitó entonces la intervención de la Inspección de Enseñanza Privada - órgano de Primaria que regula la educación privada- y esta avaló la decisión del colegio. Aún así, los padres no compartieron la resolución y resolvieron presentar un recurso de amparo ante la Justicia para que esta resolviera sobre el caso.

El juez Gerardo Álvarez fue quien tomó el caso - y en base a la versión de los padres, de docentes del colegio y de un grupo de técnicos de un centro pedagógico al que asiste la niña- resolvió dar lugar a la apelación y dejar sin efecto la decisión de la maestra.

El caso todavía no está cerrado, porque el colegio apeló la sentencia. En los próximos días se conocerá el fallo final.

En la sentencia, el juez deja constancia de que la niña padece dificultades psicomotrices y se refiere a la repetición como "una frustración grande". Es más, afirma que con la resolución de no pasar de año "se afectó un derecho esencial que va más allá del acceso a la educación,esto es, el derecho legítimo de todo niño en cuanto a que su esfuerzo escolar pueda lograr ser coronado con el avance en su carrera educativa". Señala que "la limitante en cuanto a la motricidad para la escritura y cierto grado de déficit atencional no son (...) razones valederas para no ser promovida, máxime si se tiene en consideración que desde la oralidad, la menor compensa su limitación en la escritura".

Consultados por El Observador, distintos profesionales en psiquiatría y psicología infantil llamaron a evitar considerar la repetición como algo "que necesariamente hace mal".

Laura Viola, profesora de psiquiatría infantil y jefa del departamento de Psiquiatría de niños del sanatorio La Española, manifestó que "estar siempre atrás de la clase y no poder llegar al nivel del resto también es muy doloroso para el niño". Algo similar opinó el psicólogo Alejandro De Barbieri, quien advirtió que es natural que un episodio de repetición afecte al niño, "pero no por eso se va a traumar".

"Más le va a afectar si está en un curso donde no puede responder según sus posibilidades. En cambio más feliz y mejor autoestima va a tener, si el año que viene está en otro grupo, pero dando temas que ella ya dio y maneja bien", subrayó De Barbieri. El psicólogo - que da charlas y cursos de capacitación en distintas instituciones educativas - expresó que todos estos son temas que los colegios suelen tener en cuenta a la hora de tomar una decisión. "La pregunta que yo me hago es dónde se priva a la niña del derecho a la educación, como dice el juez en la sentencia", comentó.

El psicólogo también llamó la atención sobre la sobreprotección que muchas veces los padres ejercen sobre sus hijos. "Cómo vas a pensar que como tu hijo repitió, no era el colegio adecuado para él", se cuestionó. En este sentido, reflexionó: "Sobreproteger es desproteger, y evitar que nuestros hijos sufran es evitar que crezcan".

Al respecto, Viola indicó que también es importante que los padres aprendan a frustrarse frente a las expectativas que tienen sobre sus hijos porque estos no siempre van a alcanzar los logros que ellos esperan.

Por esta razón, para la psiquiatra es fundamental que los padres sepan elegir qué tipo de colegio quieren para sus hijos. "Muchas veces los padres buscan colegios exigentes, que sean académicamente altos y no todos los niños están en la misma situación para poder rendir académicamente tan bien", advirtió. "Lo más importante es que el niño esté bien, que esté feliz haciendo su aprendizaje, que pueda aceptar que si uno se esfuerza logra las cosas y no sienta que se esfuerza para no lograr nada", explicó.

Por otro lado, Viola resaltó que cuando se dan este tipo de situaciones, la institución debe hacer el esfuerzo de comunicar bien para que los padres entiendan las razones. "Los padres quedan muchas veces sin posibilidad de acompañar las decisiones de los institutos educativos, al no tener los lugares o la comprensión del instituto frente a los problemas del niño, por eso toman este tipo de acciones (ir a la Justicia)", afirmó.

En cambio, para De Barbieri el hecho de que un caso así termine en la Justicia "es preocupante". "Una acción judicial de esta naturaleza deslegitima el rol docente y rompe la alianza familia- escuela", opinó.