David Beckham está sentado en un fondo negro, con el torso desnudo. De repente, una canción de cuna comienza a sonar y algunos de los numerosos
tatuajes del exfutbolista comienzan a cobrar vida. La tinta comienza a formar episodios de violencia contra
niños: abuso escolar, violencia doméstica, los gritos de una niña al ser secuestrada por un adulto.
La impactante pieza es parte de una campaña de Unicef, organización de la que Beckham es embajador, para terminar con la violencia contra los niños."La violencia contra los niños los marca para siempre. Es inaceptable. Acabemos con ella", dice el inglés al final del corto.
Hace poco, Beckham explicó que se sintió muy tocado por los relatos de los niños en Camboya, durante una de sus visitas en 2015. "Allí conocí y escuché a niños que me hablaron de la terrible violencia que habían vivido. Me sorprendió lo que escuché y vi de cerca cómo la violencia puede dejar cicatrices profundas y duraderas... Espero que este nuevo proyecto llame la atención sobre esta cuestión urgente e inspire a actuar", había declarado en aquel momento.
Según los responsables de la campaña, las imágenes representan las formas más comunes de violencia que Unicef ha identificado a lo largo de sus 70 años de trabajo.