Algunas modas culinarias llegan y se esfuman con rapidez, víctimas de una novelería cíclica que busca, cada año, los nombres y sabores más extravagantes. Otros productos, en cambio, logran asentarse y le añaden nuevas dimensiones a las dietas. Este año, éstos serán los alimentos que reemplazarán el furor generado por las alimentos como las bayas goji o el trigo burgol.
Propuestas
Matcha
Buscar #matcha en Instagram revela casi un millón de posts, que van desde muffins y helados hasta batidos, todos con la tonalidad verdosa del té japonés. El matcha se confecciona a partir de hojas de té verde, las cuales son molidas hasta convertirlas en polvo y luego incorporadas a líquidos como agua o leche, convirtiéndolas en bebidas o añadiéndolas a comidas. Con el matcha se logra consumir toda la hoja de té, mientras que con el té verde normal las hojas son remojadas en agua y luego descartadas.
El matcha es rico en catequinas, los compuestos activos que se encuentran en el té verde y son conocidos por sus propiedades benéficas, además de agregarle un deslumbrante tono de color a todo lo que tocan. Aún no ha sido estudiado lo suficiente como para determinar si es significativamente mejor que otros tipos de té verde, pero es una manera simple y atractiva de poner una pizca más de salud a la dieta.
Semillas
Las semillas no son nada nuevo, pero las variedades que se ven en los supermercados y en las tiendas naturistas han crecido de forma notoria, casi al mismo volumen al que han sido incorporadas en nuevos usos y recetas. Sumándose a los favoritos de siempre, las semillas de sésamo, girasol y zapallo, el lino se ha hecho sentir, junto con la chia y las semillas de cáñamo. Estos productos se han convertido en ingredientes ubicuos de barritas de cereales, granola y galletas, y encuentran su lugar, además, en harinas y mezcladas en batidos.
Esta nueva popularidad se centra en que las semillas se han convertido en parte de todo tipo de dietas, desde las veganas hasta las paleolíticas. No tienen gluten y muchas personas con alergia a las nueces pueden utilizarlas como sustituto. Su poder nutricional también es destacable, con grandes cantidades de grasas saludables, fibra, minerales esenciales y proteínas. Las semillas pueden ser pequeñas en tamaño, pero serán uno de los grandes aliados del año.
Semillas de cáñamo
La presencia de las semillas de cáñamo en las góndolas internacionales y en las recetas veganas y vegetarianas hacen que merezcan su propio apartado. Sea que se las espolvoree sobre cereales o yogures, o se las hornee dentro de muffins y barritas de cereales, su sabor recuerda a otras semillas o, incluso, a frutos secos, y son fuente natural de proteína, aminoácidos, fibra, vitaminas y antioxidantes.
Chucrut
De la mano de una mayor comprensión sobre los beneficios de ciertas comidas y las bacterias probióticas, el chucrut ha comenzado a despojarse de su faceta de alimento tradicional para trascender las costumbres culinarias. Definido como hojas de repollo fermentadas en salmuera, el chucrut es rico en vitaminas, calcio, hierro, fósforo, magnesio y ácido láctico, y favorece el funcionamiento de órganos como el hígado y el páncreas, al tiempo que optimiza el sistema inmunológico. Su textura y sabor no solo sirve para acompañar embutidos, sino que puede servir en carnes asadas, papas y sándwiches.
Zoodles
Otra etiqueta popular en el mundo de Instagram, los zoodles, o fideos de zucchini, son una forma saludable y atractiva de incorporar verduras a la dieta diaria y de reemplazar los tradicionales espaguettis, mucho más calóricos. Aunque la tendencia de los zoodles requiere una pequeña máquina llamada "espiralizador", que puede convertir calabacines, pepinos, zanahorias y remolachas en finas tiras, también se puede utilizar un pelador o una mandolina. En este caso, los beneficios nutricionales son tan amplios como el espectro de verduras que se puede incluir en estos platos.
Aguas saborizadas
Aunque la tendencia de las aguas saborizadas llegó hace ya un tiempo a las marcas comerciales, la variante casera comienza a hacerse un espacio entre las cervezas artesanales y el café recién molido. Mezclas como frutilla, limón y albahaca, naranja y arándanos, o romero y pomelo son algunas de las combinaciones que, con sutileza, logran sumarle una frescura especial a la bebida más esencial de todas.