La presencia masiva y en aumento de ciudadanos hispanos está teniendo incidencia directa en varios aspectos de la sociedad estadounidense, desde la comida hasta las opciones de entretenimiento. También en los nombres preferidos por la gente para darles a sus hijos, aunque en ese aspecto, todavía no hubo grandes transformaciones con respecto a lo común y ya conocido, pues los nombres preferidos siguen siendo de origen anglosajón. En 2017 los dos nombres de mayor popularidad, en orden decreciente, fueron Emma y Liam.
El primero de ellos, fue el más popular por cuarto año consecutivo. Son millones las niñas que se llaman Emma. En la lista le siguen Olivia, Ava, Isabella y Sophia, con ph, no con f. Liam es el preferido para nombrar varones, seguido de Noah, William, James y Logan. Como se ve, si bien la población hispana, la mayoría descendiente de inmigrantes provenientes de
América Latina, sigue aumentando, todavía no figuran entre los nombres con mayor popularidad en la población total, Carina, Leticia, Mariana, María, José, Octavio, y Francisco, que son algunos de los preferidos para nombrar a hijos de inmigrantes hispanos quienes, por haber nacido en
Estados Unidos, tienen nacionalidad estadounidense, aunque sus padres corran a diario el riesgo de ser deportados.
En Inglaterra y Gales, el nombre más popular entre varones nacidos en 2016 y 2017 es Muhammad, lo cual destaca el poderío social que está teniendo la comunidad de origen árabe en ese país, la cual también utiliza indistintamente versiones escritas en forma diferentes del mismo nombre, como Mohammed y Mohammad, para llamar a las nuevas generaciones de inmigrantes. Preparando su salida de la
Unión Europea, Gran Bretaña se prepara para una etapa de su historia llena de novedades, que se ve incluso en el nombre de sus ciudadanos. La realidad social y política estadounidense, considerando los dos presidentes recientes que ha tenido ese país, vive en el cambio, algo que, no obstante, poco y nada se ha visto reflejado en la forma como se llaman los ciudadanos recién nacidos, entre los cuales la raigambre anglosajona aún prevalece.